Catorce hombres viven una experiencia monástica en la Abadía de Silos

Solo uno de ellos es de Burgos, el resto de ellos procede de lugares muy diversos. Durante estos días, compartirán con los monjes oración, diálogo, trabajo y ocio.

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Catorce hombres de entre 20 y 45 años, y llegados desde diversos puntos de España, participan desde hoy, lunes, y hasta el próximo domingo en la experiencia promovida por los monjes de Silos. La respuesta a esta iniciativa ha sorprendido a los propios monjes, ya que han recibido más de medio centenar de solicitudes, por lo que han tenido que aplicar un proceso riguroso de selección.

 

El perfil de los participantes es muy variado, aunque la mayoría de ellos son personas ya involucradas en parroquias o movimientos, algunos de ellos seminaristas, y dos de ellos repiten la experiencia, orientada a presentar la vida benedictina principalmente a través de conferencias. En ellas se profundizará en el conocimiento de la Liturgia, Lectio Divina y otros aspectos propios de la vida monástica.

 

Al tratarse de unos días de retiro, se promoverá especialmente un ambiente de oración tanto personal como comunitario, aunque también se busca integrar a los participantes en el ritmo del monasterio compartiendo tanto la oración litúrgica como el trabajo manual y el tiempo de recreo.

 

Cada mañana, tras la Eucaristía, se ofrecerá una conferencia: «El camino benedictino», «Quién es el monje», «San Benito, su vida y su obra», «La Lectio Divina», «La oración litúrgica», «Vida en comunidad» y «El canto gregoriano».

 

Tras la conferencia de la mañana se ofrece a los participantes la posibilidad de un acompañamiento espiritual para ayudar a la elección de una respuesta auténtica.

 

Juntamente con la oración, otro de los pilares de la vida monástica es el trabajo manual. Los participantes en la experiencia conocerán qué tipo de trabajos se realizan en la abadía y ayudarán a los miembros de la comunidad en sus labores diarias. Con ello se busca no solo la integración en el ritmo comunitario, sino propiciar también un ambiente más distendido para facilitar el diálogo con lo monjes.

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