Burgos volverá a cubrir de flores a su patrona
Mañana arrancan las fiestas de san Pedro y san Pablo, las más señaladas del calendario burgalés. Y con ellas, los ciudadanos podrán asistir a diversos actos de carácter tradicional que tiene lugar en estas fechas. Uno de ellos es la ofrenda de flores a la patrona de la ciudad y la diócesis, Santa María la Mayor, y que se celebra tras la eucaristía solemne en la catedral en honor de los santos apóstoles que abre las fiestas.
Es la plaza del Rey San Fernando el lugar elegido para esta ofrenda. Allí, con la imagen de la patrona situada en un lateral de la catedral, se acercarán burgaleses y peñas para depositar ramos y coronas de flores a sus pies, convirtiendo el lugar en un impresionante y enorme altar lleno de colorido y flores. Así queda demostrado el cariño del pueblo burgalés hacia su patrona.
La comitiva de la que forman parte todas las personas implicadas en al ofrenda parte desde las inmediaciones de la parroquia de San Lesmes para encaminarse hasta la catedral y depositar las flores a los pies de la Virgen. Dicha comitiva está compuesta por representantes de las distintas peñas de la capital burgalesa; asociaciones culturales, casas regionales y miembros de la corporación municipal, encabezados por el alcalde de Burgos y las reinas de las fiestas.
La ofrenda, además, suele estar amenizada por la música de las diversas bandas y grupos de danza, y cuando esta toca a su fin, los Gigantilos entran en escena bailando y se escenifica una jota burgalesa a cargo del Comité de Folclore.
Ofrenda tradicional
El homenaje a la patrona se remonta al año 1954, cuando se nombró a la primera Reina de las fiestas. Los grupos de danzas la agasajaron con tantos ramos de flores, que optó por depositarlos en el altar de Santa María La Mayor. En 1955, el programa festivo de la ciudad incluía un acto de homenaje a la patrona, y aunque en algunas épocas la tradición se ha visto interrumpida, en el 1987 el Comité de Folclore la retomaba tal y como la conocemos en la actualidad.