El Aula de Verano de catequistas de la región valora la implicación de las familias

Los catequistas de la región han reflexionado sobre la importancia del papel de los padres en la educación en la fe de los niños.
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Ayer concluyó el Aula de Verano de formación de catequistas que ha tenido lugar en Ávila. La diócesis de Burgos ha estado representada por Jesús Andrés Vicente, párroco de El Salvador, Mercedes Peña, catequista de San Martín de Porres; y Rafael Casado, delegado de catequesis. De la región han asistido unas 50 personas, entre sacerdotes y catequistas. Todos ellos han contado con la presencia de don Javier Salinas, obispo auxiliar de Valencia, además de don Abilio Martínez, obispo de Osma-Soria y don Jesús García Burillo, obispo de Ávila y quien presidió la eucaristía del lunes en el monasterio de la Encarnación en este año jubilar teresiano.

 

El tema del aula se ha centrado en la búsqueda de los caminos para la implicación de la familia en la catequesis de sus hijos y en la presentación de experiencias. El lunes, la ponencia marco a cargo de don Javier Salinas ayudó a tener claves para el trabajo con los padres de los niños. De esta manera, se destacó que la catequesis de la infancia es una oportunidad para la atención de los adultos; es importante que los padres no deleguen, sino que se responsabilicen en su tarea de educar en la fe; y se resaltó la necesidad de  ponerse a la escucha de estos padres, además de acompañarles en su preocupación por educar a los hijos. Tras la ponencia, se procedió a un trabajo por grupos, donde se enunciaron una serie de propuestas operativas. Tras ello, se presentó la guía del nuevo catecismo, titulada «Los primeros pasos en la fe».

 

Por otra parte, ayer se presentaron dos experiencias de parroquias en las que se implica a la familia en la catequesis: Una parroquia organizada en torno a la familia (que corrió a cargo de la parroquia de San Ildefonso de La Cistiérniga, Valladolid); y  la catequesis familiar de la unidad pastoral de San Miguel y San Nicolás de Valladolid.

 

Valoración desde la delegación de catequesis

 

Tras su paso por estas jornadas, el delegado diocesano, Rafael Casado, ha expresado que «es una pena que ante estas oportunidades de formación, las parroquias no pongan un poco más de esfuerzo para que asista algún catequista más sensible al trabajo con adultos, con los padres de los niños de catequesis. Es necesario que tomemos conciencia de que la catequesis de los niños es muy valiosa, pero que tendrá más mordiente y eficacia si viene respaldada por los padres. Y los padres y las familias podrán respaldarla si, a su vez, reciben una acción pastoral continua y bien organizada». Añade además que el plan pastoral diocesano de Burgos tiene pendiente una de las acciones programadas: «Trabajar pastoralmente con las familias de los chicos que participan en la catequesis parroquial. Se trataría de que las parroquias se ilusionen por ofrecer iniciativas a las familias de los niños y puedan, consiguientemente, dedicar tiempos, recursos y personas a acciones que sirvan para evangelizar a nuestros jóvenes adultos. Los organismos diocesanos pueden animar esta realidad, pero también es verdad que las parroquias también deben hacer un esfuerzo por buscar estos caminos».

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