Sor Caridad Álvarez, última burgalesa en subir a los altares
Sor Caridad Álvarez, la misionera agustina originaria de Santa Cruz de la Salceda asesinada en Argel en 1994, fue beatificada el pasado día 8 junto con otros 18 religiosos, entre ellos una de sus compañeras de comunidad, la leonesa Esther Paniagua. La ceremonia, oficiada por el cardenal prefecto para la Causa de los Santos, Angelo Becciu, tuvo lugar en la explanada de la iglesia de Nuestra Señora de la Cruz de Orán con la asistencia de más de un millar de personas, en el primer acto de esta naturaleza celebrado en un país musulmán.
Las religiosas fueron abatidas a tiros el 23 de octubre de 1994 cuando se dirigían a misa a la capilla de las Hermanitas de Foucauld, a pocos metros de su comunidad. La oleada de violencia que se había desatado en Argelia en los 90, y que se cebó especialmente con los misioneros, no desalentó a Caridad y Esther, que decidieron continuar en Argelia «por fidelidad al evangelio, por amor al pueblo argelino que les había acogido porque ellas estaban compartiendo fe y vida con ese pueblo y no querían huir sino correr su misma suerte», según lo explicaba recientemente la que entonces era superiora provincial, María Jesús Rodríguez, que vivió directamente el martirio de Caridad y Esther.
Caridad nació en el pueblo burgalés de Santa Cruz de la Salceda el 9 de mayo de 1933 y era la penúltima de doce hijos. Ingresó en la congregación de las Agustinas Misioneras en el año 1955. Con ella, Burgos cuenta en su santoral con 187 beatos mártires de distintas persecuciones religiosas en todo el mundo en el último siglo.