Arrodillados ante Cristo Sacramentado, el prójimo, la vida y el mundo
La tradición no falla y, una vez más, el Seminario de San José ha repetido los actos que, desde hace 121 años, se celebran cada segundo domingo de noviembre en recuerdo de la primera «reserva» eucarística en el sagrario de su capilla. La misa (presidida esta mañana por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas), los turnos de vela, los cantos, el rezo de las vísperas solemnes, la procesión eucarística por los amplios pasillos del centro de estudios y la preparación de un cuidado monumento desde donde exponer el Santísimo Sacramento e impartir la bendición a seminaristas, familias, formadores y amigos del Seminario. Todo, como marca la tradición.
En esta ocasión, el encargado de predicar en el acto vespertino de la fiesta del «Reservado» ha sido el vicario para la vida consagrada, Amadeo Alonso Arribas. En el transcurso de su predicación, el salesiano ha señalado que la eucaristía «es el centro de la vida cristiana» y así debe serlo también para la Iglesia en Burgos, que, como ha recordado, ha iniciado una Asamblea Diocesana en el marco de la celebración del VIII Centenario de la Catedral. De la misma manera, ha remarcado la dimensión caritativa que brota del sacramento eucarístico: «Los cristianos que juntos siguen a Cristo compartiendo un estilo de vida aprenden arrodillados ante Cristo Sacramentado. Y así aprenden a vivir alegremente arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo».
Sacerdocio
La del «Reservado» es una fiesta de gran tradición, típica de los Seminarios y casas de formación que los Sacerdotes Operarios Diocesanos erigieron en su día y que en Burgos celebran con cariño los numerosos sacerdotes que han pasado por sus aulas, sin olvidar a los seminaristas que, desde hace semanas, preparan con ilusión los actos.
El Seminario de San José fue fundado en 1897 por el cardenal Fray Gregorio María Aguirre, quien encargó el cuidado de los seminaristas al beato Manuel Domingo y Sol. Un año más tarde, en 1898, el centro formativo comenzó su actividad formativa con matrícula completa, inaugurando el curso con la celebración de una misa y posterior reserva del Santísimo Sacramento en el sagrario de la capilla, hecho que se rememora, cada año, con esta entrañable fiesta.
Josefina
10 noviembre, 2019 en 20:53
Gracias Álvaro por tu reportaje. Ha sido una tarde muy bonita y emotiva. Gracias a nuestros sacerdotes y seminaristas. Seguimos rezando por y con vosotros