El Círculo de Silencio sentencia que Europa suspende con las migraciones
El Paseo Sierra de Atapuerca congregó ayer a más de un centenar de personas en un nuevo Círculo de Silencio para reivindicar pacíficamente el respeto de los derechos de las personas migrantes y refugiadas. En esta edición, que llevaba por lema «Europa suspende con las migraciones», se puso el foco en la dramática situación de Canarias, a cuyas costas están llegando estos días miles de personas desesperadas y otras muchas perecen en el intento.
«Crece el caos migratorio en Canarias: hay 570 personas durmiendo en el suelo; 200 al raso. No se puede seguir así». Con esta noticia, la Cruz Roja y los alcaldes de los municipios canarios que acogen a los inmigrantes alertaban hace tres semanas de la afluencia masiva y descontrolada de migrantes a las costas de las Islas Canarias, además de incidir en otras consecuencias negativas, como los brotes de racismo. Más de 11.000 inmigrantes han llegado a las costas canarias en los diez primeros meses del año 2020.
«Esta situación, que se extiende a otros lugares de la geografía española, requiere de una respuesta clara y responsable, no sólo del gobierno de España, sino de la Unión Europea. Pero parece que no hay una voluntad seria de generar políticas migratorias que articulen modelos de acogida y hospitalidad, que ofrezcan espacios de encuentro y cauces de integración para quienes no encuentran alternativa en sus propios países», se denunció en el manifiesto de la Delegación diocesana de Migraciones, convocante del acto.
Tras advertir que se están preparando ya algunos vuelos de deportación masiva para devolver inmigrantes irregulares a países que no son los suyos, como Mauritania, y recordar el Pacto sobre Migración y Asilo que la Unión Europea presentó el pasado 23 de septiembre, apuntaron que responsables de Cáritas Europa temen que con esta reforma del asilo los países «opten por la solidaridad a la carta: podrán elegir la forma de mostrar su solidaridad a través de la reubicación o el retorno, y esto es problemático, ya que algunos pueden centrarse más en los retornos». «Europa suspende una vez más con las migraciones», sentenciaron.
Luego está la realidad de los que no llegan porque mueren en el mar. El 24 de octubre un cayuco con 200 personas partía de Senegal hacia Canarias y a las pocas horas se incendió y se hundió: solo 59 pudieron ser rescatadas con vida. En lo que va de año, hay constancia de más de 400 muertos en esta ruta por el Atlántico hacia España. «Y todas las muertes son igualmente lamentables: las que produce la pandemia y las que producen la injusticia y la desesperación al huir de algunos países, ante la mirada indiferente de otros», subrayaron.
El manifiesto concluyó con una alusión a la Jornada Mundial de los Pobres, que la Iglesia celebrará el próximo 15 de noviembre. Para este año el papa Francisco dice en su mensaje: «No podemos sentirnos “bien” cuando un miembro de la familia humana es dejado al margen y se convierte en una sombra».
En esta ocasión, el Círculo de Silencio contó con la participación de miembros de la pastoral de Migraciones de la parroquia de La Antigua de Gamonal, que colaboraron en la redacción del manifiesto y se hicieron cargo de su lectura.