«Llamadas de la sociedad a la Iglesia de hoy»
La delegación de Pastoral Obrera de la diócesis ha llevado a cabo este lunes 19 de abril, una mesa de diálogo con representantes del mundo sindical y de otros movimientos sociales. En este encuentro, bajo el lema “llamadas de la sociedad a la Iglesia de hoy”, los creyentes han escuchado las demandas de los trabajadores de distintos sectores.
Dicho acto se enmarca en el contexto del proceso de Asamblea que vive la Iglesia de Burgos, para saber dar respuestas adecuadas en el aquí y ahora. También, se engloba dentro de la Pascua del Trabajo, convocada por el arzobispo don Mario Iceta y celebrada el domingo 18 de abril, destacando la importancia del trabajo para la vida de las personas, el cuidado del prójimo y la construcción de una sociedad fraterna.
En esta mesa de diálogo han tomado la palabra María Ángeles González en representación del movimiento feminista, Pablo Dionisio Fraile en nombre del sindicalismo, Juan Antonio Ayllón miembro de la Plataforma por la Sanidad Pública y Manolo Alonso representante de la Coordinadora de Pensionistas de Burgos. En el encuentro han participado alrededor de ochenta personas repartidas de manera presencial y telemática.
Tras las intervenciones de los ponentes y el posterior diálogo, se ha llegado a la conclusión de la necesidad de prestar más atención a la cultura y la precaria situación de los jóvenes. Es importante reconocer el papel jugado por los movimientos cristianos de pastoral obrera en la formación de la conciencia de muchos trabajadores y trabajadoras burgaleses. También es vital defender los derechos sociales y laborales de las personas que realizan trabajos esenciales, como la denuncia de la situación de precariedad que sufren las mujeres. Tomar claramente distancias del poder político y económico y dar visibilidad, participación real y poder a las mujeres en la Iglesia ha sido otra de las conclusiones a la que se ha llegado en esta mesa de diálogo. Finalmente, se ha considerado importante para la Iglesia, saber encontrarse con los no creyentes en la lucha y defensa de los derechos sociales, de lo público, de la vivienda, del empleo decente y de la inclusión frente a la desigualdad.
La Delegación de Pastoral Obrera ha querido hacer una llamada cercana a la gente que sufre, en actitud verdadera de servicio y sin miedo al cambio.