Catequesis, una formación que también evoluciona

Los tiempos cambian y, con ellos, la manera de impartir catequesis. La implicación de las familias en este proceso sigue siendo necesaria.
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En el año 2007, concienciados de la necesidad de atender a los niños, jóvenes y adultos no bautizados, se aprobó el decreto de erección del catecumenado. Fue el arzobispo, don Francisco Gil Hellín, quien promovió este servicio diocesano en el cual se establecería como director a José Antonio Abad.

 

Desde que se puso en marcha este servicio, 51 adultos han recibido el bautismo. «Nunca es tarde para ser cristiano y recibir el sacramento. Para ser Hijo de Dios se necesita desearlo», asegura José María Martínez, director del secretariado del Catecumenado de adultos. Pero recibir el bautismo requiere de un proceso de formación y compromiso. «Deben solicitar la entrada en el catecumenado y recorrer el itinerario del ritual de la Iniciación Cristiana de adultos. Es necesaria la formación para que se produzca un cambio de mentalidad y de actitudes acordes al evangelio». Los adultos que desean recibir el bautismo acogen una formación personalizada, apoyada en la guía del Catecumenado de adultos de José Antonio Abad, de la editorial PPC. «Con los niños en edad escolar no bautizados hacemos una preparación conjunta con el grupo de niños que se prepara para recibir la primera comunión. En este caso proponemos al párroco hacer una catequesis de orientación catecumenal de niños, trabajando con el proyecto de Abad y Pedro de la Herrán, que cuenta con tres ejemplares», añade. Diversas parroquias están proporcionando formación a los catequistas para introducir este nuevo estilo de catequesis.

 

Desde que este servicio se puso en marcha, se pretendía que antes de 2025 estuviese presente en la mayoría de las parroquias. «El proyecto 2025 tiene como objetivo que en ese año las parroquias de la archidiócesis puedan estar preparadas para dar respuestas adecuadas a través del catecumenado a aquellos niños no bautizados. La tarea no es fácil, pero es posible. La idea es trabajar juntos parroquia y catecumenado y estamos dando pasos para que este objetivo se haga realidad» subraya José María. En Burgos, las parroquias que están llevando adelante este proceso de orientación catecumenal de manera continuada son principalmente el Hermano San Rafael y San Gil, pero de cara al próximo curso hay otras que están dispuestas a iniciarlo. «Las parroquias están respondiendo positivamente a esta urgencia que cada vez es más patente: dar respuesta a toda persona que desee ser cristiana».

 

En los últimos años, las cifras muestran un claro descenso de niños bautizados. Según una estadística, se constató una fuerte bajada desde el año 2000 al 2015 en los bautismos de las parroquias de Burgos, Miranda de Ebro y Aranda de Duero. En el año 2000 nacieron 1.475 niños, de los cuales se bautizaron el 77%, mientras que en 2015, de los 1.300 niños nacidos, solo fueron conducidos al bautismo el 59%. Hace once años, el 23% de los niños nacidos no fueron bautizados y quince años más tarde ese porcentaje ascendió hasta el 41%.

 

En la actualidad, las cifras son aún más relevantes. Sumergidos en la pandemia, en el año 2020, a través de un muestreo realizado en seis parroquias significativas de Burgos capital se manifiesta la misma tendencia descendente. Nos encontramos ya ante el 50% de niños no bautizados. La mitad de los niños que nacen no reciben este sacramento.

 

 

NUEVA CATEQUESIS

 

Ayudar a los niños y a los jóvenes a encontrarse con Jesús en su vida, a descubrir que Dios los ama y a vivir su fe dentro de la Iglesia podría decirse que son los objetivos principales que persigue la catequesis. Así lo considera Raúl Pereda, el delegado diocesano de esta Pastoral, quien valora el esfuerzo que están haciendo las parroquias por implicarse en nuevas iniciativas, pero lamenta que en ocasiones la sensación sea desilusionante. «A veces pensamos que toda la voluntad da pocos frutos, sobre todo cuando vemos que los niños realizan los sacramentos y se marchan de las parroquias. Estos casos siempre se han dado, pero la tarea desde la Iglesia es aprovechar ese acercamiento para inculcar la fe a los chavales y que el encuentro con Cristo pueda transformar su vida, aunque sea efímero».

 

La catequesis es un proceso permanente de conversión de la vida, y la implicación de la familia juega un papel fundamental. «Atendemos a la responsabilidad y coherencia de las familias. Si llevan a sus hijos a catequesis se presupone que la fe está presente en su vida cotidiana, por ello no se entiende que los domingos no vayan con sus hijos a misa o no recen habitualmente en casa. La implicación de las familias en la catequesis es necesaria, no deben delegar esa tarea solo en las parroquias, la fe es algo más grande que recibir unas sesiones puntuales», expresa.

 

Los nuevos tiempos han obligado a renovar los lenguajes en la catequesis, a apostar por otros métodos más novedosos, visuales e incluso online. «No existen fórmulas mágicas para transmitir la fe, pero hay que hacer un esfuerzo de creatividad y tomar conciencia de que la catequesis debe atender a la situación de cada destinatario. Hemos caído en una catequesis muy escolarizada, centrada en trabajar fichas. Hay que salir de la dinámica de seguir el libro y adentrarse en la vida de los niños. Renovar la catequesis requiere cuidar la formación de los catequistas; los materiales ayudan, pero no lo son todo. Los catequistas y también los sacerdotes debemos ser capaces de transmitir con ilusión nuestra experiencia de fe a los niños, de contagiarla».

 

En los últimos años están surgiendo iniciativas complementarias a la catequesis que aplican una pedagogía visual, con un lenguaje adaptado a los jóvenes. Desde la delegación de Catequesis animan a las parroquias a conocer estas nuevas propuestas que enriquecen el proceso de formación. «Existen métodos novedosos como ‘Life Teen’, que apuesta por el encuentro de adolescentes una vez que se han confirmado. Es un grupo de formación que atrae a los jóvenes porque cuida la estética y en él se abordan temas que les afectan directamente. También son interesantes los oratorios, métodos que trabajan la oración como ‘Ven y verás’, o recursos de catequesis creativas como pueden ser ‘Montessori’, ‘Godly Play’ o la ‘Catequesis del Buen Pastor’. Acción Católica General ha hecho un gran esfuerzo por incorporar recursos audiovisuales en sus últimos materiales y el nuevo proyecto de catequesis catecumenal editado por José Antonio Abad también sigue un estilo innovador», señala Pereda al tiempo que alienta a las parroquias a crear grupos de formación con jóvenes. «La idea es empezar poco a poco, no esperar a tener todos los recursos listos. Incluso podrían generarse grupos entre varias parroquias». También, desde la archidiócesis trabajan por incluir las conexiones online en la catequesis, siempre que sirvan para mantener la vinculación con la parroquia y el grupo.

 

 

ITINERARIO CATECUMENAL

«¡Busca, encuentra y ama a Jesús!»

 

Cada vez son más los niños que acuden a sus parroquias solicitando recibir la primera comunión sin estar aún bautizados. Este nuevo paradigma pastoral, desconocido hasta hace unos años, junto al deseo de contar con cada vez cristianos más formados y creíbles, necesita nuevos procesos de acompañamiento.

 

Con esta finalidad, ha nacido un nuevo proyecto de catequesis de orientación catecumenal, editado en el año 2020 y cuya presentación se llevará a cabo próximamente, que invita a la revisión de la catequesis tradicional. No se presenta como una simple catequesis doctrinal que forma en el camino hacia los sacramentos, sino que trata de crear discípulos de Jesús, que los niños descubran, acepten y sigan a la persona de Jesucristo.

 

Estos catecismos se adentran progresivamente en la Sagrada Escritura, y junto a los contenidos, se habla de etapas, ritos, testimonios y práctica cristiana. El objetivo es realizar una catequesis viva que inicie a los niños y adolescentes en la fe y en la vida cristiana. Estos nuevos materiales se dirigen a niños no bautizados cuyos padres, durante la educación primaria, piden los sacramentos del bautismo y la eucaristía junto a la necesaria catequesis correspondiente. También están destinado a niños que han recibido la gracia bautismal pero presentan un nivel muy bajo en la vivencia de la fe. Precisan por ello de un catecumenado postbautismal o catequesis de iniciación a la vida cristiana.

 

Tres avezados estudiosos, profesores de distintas materias religiosas, son los responsables de estas publicaciones que a partir del próximo curso tendrán a su disposición catequistas y párrocos.

 

José Antonio Abad Ibáñez ha dirigido hasta el pasado mes de septiembre el secretariado del Catecumenado en la archidiócesis de Burgos y es autor de varios libros de liturgia y de artículos sobre el catecumenado. Director del Diccionario del Agente de Pastoral Litúrgica.

 

Pedro de la Herrán es doctor en Filosofía y licenciado en Derecho Civil. Fue el iniciador del Departamento de Pedagogía Religiosa en la Universidad de Navarra. Es autor, además, de numerosos textos de enseñanza religiosa escolar y de catequesis.

 

Gloria Galán es graduada en Magisterio y madre de familia. Ha sido profesora de Religión y directora de un club juvenil. Lleva muchos años dedicada a la catequesis, actividad que sigue desarrollando con ilusión. Ha participado en la autoría de diversos libros de catequesis.

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