La Junta rehabilita el crucero de la iglesia de Santa María la Real de Sasamón
El viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández Sobrino, presentó ayer junto al delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo y al alcalde de Sasamón, Luis Fernando Sadornil, las obras de restauración de las cubiertas y bóvedas del crucero de la iglesia de Santa María la Real. También estuvieron presentes el arquitecto encargado de la obra, Jorge Silva, y el párroco de la localidad, Rafael Casado.
El claustro ya fue objeto de una extensiva restauración por parte de la Consejería de Cultura y en la zona del crucero se han llevado a cabo numerosas reparaciones, presentándose como un cuerpo casi independiente en el conjunto monumental y de grandes dimensiones. Buena parte de sus problemas se han derivado, históricamente, de sus defectuosas uniones constructivas con el volumen de la torre.
La intervención
El objetivo de la intervención ha sido devolver al crucero del edificio la estanqueidad de sus cubiertas y la integridad material de sus elementos constructivos, así como la seguridad estructural de sus armaduras de madera, sin sustituir éstas. Las obras acometidas han consistido en el desmontaje de los tejados del crucero; sustitución de las partes del entablado de soporte que se hallaban en mal estado, y reparaciones y refuerzos locales de la armadura de madera del crucero; reposición de la cubierta, incluyendo la implantación de impermeabilización, línea de vida y demás elementos accesorios; protección de vanos del bajo cubierta; limpieza de fábricas interiores del bajo cubierta; rejuntado del interior del bajo cubierta y reparaciones locales en el trasdós de las bóvedas del crucero, así como la reintegración de impostas arruinadas en la base de la torre y en la fachada del ábside sur.
El viceconsejero resaltó ayer que esta intervención, que ha supuesto una inversión de casi 260.000 euros, ejemplifica las líneas de actuación de la Consejería de Cultura y Turismo, promoviendo un modelo de gestión sostenible del patrimonio cultural que plantea la consideración de los bienes del patrimonio cultural como recurso para el desarrollo territorial y social, y la actuación en la gestión y restauración como acciones al servicio de las personas.
La Iglesia de Sasamón, sin embargo, sigue teniendo necesidades, pues toda la zona de la nave, donde se ubica el centro de interpretación es de uralita y teja, de difícil reparación. Además, varios tejados de dependencias pequeñas, como la sacristía, están muy deteriorados. Con todo, el párroco espera poder acometer progresivas reformas que devuelvan esplendor al templo, uno de los más grandes de la archidiócesis.