La iglesia de Grijalba recupera su esplendor
Con un presupuesto de más de 400.000 euros, aportados entre la Junta de Castilla y León, la fundación Gutiérrez Manrique y la propia parroquia, la iglesia de Nuestra Señora de los Reyes de Grijalba –considerada una de las obras cumbre del gótico rural castellano– ha visto hoy concluidas las obras de rehabilitación de su exterior. Tras más de un año de intervención, las obras han consistido en la limpieza exterior del edificio, reparación de las cubiertas, intervenciones en la torre y portada principal y sustitución de su rosetón.
En el acto de inauguración han participado el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, el director general de Patrimonio, Gumersindo Bueno, el patrono de la fundación Gutiérrez Manrique, Rafel Barbero, y el delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, así como el alcalde, Enrique Ruiz, y el párroco de la localidad, Rafael Casado.
La Junta ha aportado al proyecto 219.884 euros dentro de una partida presupuestaria que permitía la reparación de este templo, así como la cubierta de la iglesia de Santa María la Real de Sasamón, inaugurada recientemente.
El inmueble presentaba algunas necesidades en las cubiertas pues era continua la aparición de goteras generadas en el propio sistema constructivo, había deslizamientos de las tejas. El rosetón del hastial presentaba desperfectos por el efecto del agua de lluvia. En las fábricas y portadas se producían condensaciones, especialmente acusadas en las ornamentaciones, produciendo la desintegración de las calizas blandas con que fueron labradas. Por ello, las actuaciones acometidas han ido destinadas a frenar el proceso de deterioro en que se encontraba el edificio, interviniendo en las cubiertas, así como en la torre y el hastial del crucero, prestando especial atención a los paramentos y al rosetón.
En el marco del convenio de colaboración suscrito, la Fundación Gutiérrez Manrique y la Consejería de Cultura y Turismo han asumido la financiación de la obra al 50%. El coste de la misma ha ascendido a 400.000 euros. La Consejería, además, se ha hecho cargo de la dirección de la obra y la Fundación de la consolidación exhaustiva de los elementos pétreos del rosetón y tratamiento de los morteros de sujeción y los vidrios. Por su parte, el Arzobispado asume también el compromiso de conservar y mantener los elementos restaurados y deberá facilitar el acceso de visitantes, tal como establece la normativa al tratarse de un Bien de Interés Cultural.
Gótico castellano
Construida en la segunda mitad del siglo XIII, la iglesia de Santa María de los Reyes es un templo de tres naves con cuatro tramos cada una, amplio transepto y tres ábsides poligonales. Remata en los pies con una estrecha torre almenada. Se le añadió una sacristía adosada al ábside del evangelio. Al exterior su volumetría es clara, con cubiertas a la misma altura en el crucero, la cabecera y las naves, más bajas y a distinta altura las de las capillas absidales y sacristía, resaltando la torre con cubierta a cuatro aguas. Muestra claras influencias de los talleres que trabajan en la Catedral de Burgos y, después de construir la iglesia de San Esteban en Burgos, extienden su trabajo por el cuadrante noroeste de la actual provincia, con Sasamón como hito significativo.
La forma que adquiere el edificio a principios del siglo XIV apenas se ve modificada hasta llegar a nuestros días. Sólo el añadido de la sacristía al norte de las cabeceras lo altera formalmente. A ello hay que añadir la desaparición del claustro, un anejo hoy desconocido que, sin embargo, aún se reparaba en 1782, según se desprende de los libros de fábrica. La torre surge como un añadido sobre los muros originales de la fachada de poniente. A principios del XIV se decidió levantar una torre aprovechando las estructuras anteriores.