Avalancha de voluntarios para recuperar el monasterio de Rioseco

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La fundación que gestiona la recuperación del monasterio de Santa María de Rioseco estima que este año recibirán cerca de 40.000 visitas. Los numerosos premios recibidos y su cada vez más constante presencia en medios de comunicación y programas de televisión han provocado que el viejo cenobio sea un lugar de cultura, reunión y participación ciudadana. Su XII semana del voluntariado, celebrada del 1 al 7 de agosto, ha roto todas las barreras, sumando más de 170 participantes, un número superior las ediciones previas a la pandemia.

 

Dirigidos por la arqueóloga Silvia Pascual, voluntarios de todas las edades y llegados de todos los rincones del país –no solo de la comarca y la provincia, sino de Bilbao, Gerona, Madrid o Valladolid– han recuperado, ya sin restricciones sanitarias, algunos de los elementos de este peculiar enclave. Divididos en grupos de trabajo en función de las necesidades o de las habilidades personales, los voluntarios han rehabilitado parte del antiguo refectorio, en el que han descubierto canalizaciones subterráneas y una pila donde los monjes recogían el agua. La zona más deteriorada del monasterio, la de la hospedería, también ha sido lugar de trabajo: los pequeños habitáculos de difícil acceso han sido desescombrados en reducidos grupos de trabajo, donde no han faltado manos de albañiles y carretilleros. Además, se han consolidado algunas pinturas del claustro y realizado otros trabajos de adecuación del entorno, como el camino que transita hacia la fuente de Toba, que ha sido deforestado para mejorar el acceso al monasterio. Junto a ello, en la zona cercana al horno se ha descubierto una nueva bóveda y toca ahora el turno de estudiar la finalidad de la estancia encontrada. Tampoco han faltado pequeños arreglos de forja, reparación de barandillas o suelos.

 

Fiesta de la hermandad

 

La Semana del Voluntariado ha sido un éxito un año más (y van doce). Juanmi Gutiérrez, párroco del valle de Manzanedo y alma máter de la recuperación del monasterio, destaca el buen clima que se genera entre los voluntarios. Su organización se ha mejorado con el paso de los años a través de grupos de acción, que se ven respaldados por el trabajo de otros voluntarios que se encargan de la intendencia y avituallamiento.

 

Todos ellos fueron homenajeados en la fiesta que puso el broche a los trabajos el pasado domingo, con la celebración de la eucaristía, visitas teatralizadas, conciertos, una paellada popular y talleres. «Fue un día para reconocer y agradecer el trabajo de los voluntarios», que han visto en la recuperación del patrimonio un motor de comunión y de dinamismo social en medio de la «España Vaciada».

 

Los eventos culturales continuarán durante todo el verano. Además de las visitas al monasterio acompañados de voluntarios, se han programado otros actos. Este viernes 12 de agosto, a las 19:00 horas, tendrá lugar un concierto con Sala Lírica, y el sábado día 13, a la misma hora, otro a cargo de Trío El Dorado.

Jóvenes burgaleses en la PEJ: Una experiencia de fe y de Iglesia

por redaccion,

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«Ha sido una experiencia increíble, he conocido a mucha gente y me ha ayudado a encontrarme con Dios y la Iglesia». «No somos raros, hay muchos jóvenes cristianos como nosotros, alegres y felices». Fueron algunos de los testimonios que más se repitieron ayer en el viaje que trajo de regreso a los burgaleses que han participado en Santiago de Compostela en la PEJ, la Peregrinación Europea de Jóvenes, celebrada días atrás en la capital gallega. 105 burgaleses han vivido en torno a la tumba del Apóstol una experiencia de fe organizada por la Conferencia Episcopal Española y secundada por todas las diócesis y numerosos movimientos juveniles del país. Un evento similar a una Jornada Mundial de la Juventud, en pequeño formato, y que ha reunido entorno a 15.000 jóvenes que han disfrutado de un rico programa de eventos, entre conciertos, talleres y encuentros, además de un cuidado calendario de catequesis, celebraciones litúrgicas y vigilias de oración por toda la ciudad, cuyas calles fueron invadidas de cantos y abrazos.

 

El monte del Gozo fue el escenario de la gran vigilia de oración la noche del sábado y de la misa de clausura, presididas por el cardenal Antonio Augusto dos Santos Marto, enviado especial del papa Francisco. «Habéis dado un bello ejemplo de fraternidad por las calles de Santiago», felicitó a los jóvenes a la par que les invitó a llevar de regreso a sus ambientes la experiencia de fe vivida en Santiago: «Si la música del evangelio deja de vibrar en nuestras entrañas, perderemos la alegría que brota de la compasión, la ternura que nace de la confianza, la capacidad de reconciliación que encuentra su fuente en el hecho de saberse siempre perdonado y enviado», dijo en su homilía.

 

El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, también participó en las jornadas, impartiendo varias catequesis a los grupos congregados en Santiago. Además de la catequesis que dirigió a la expedición castellano y leonesa en la parroquia de San Fernando, mantuvo varios encuentros con los burgaleses, interrogándoles por su experiencia en el Camino de Santiago y escuchando las propuestas que hacen a la Iglesia. Tampoco dudó en acercarse al grupo burgalés durante la noche de vigilia en el Monte del Gozo.

 

Itinerario de fe

 

La PEJ fue el punto culminante de un recorrido espiritual en torno al Camino de Santiago, que permitió a los jóvenes burgaleses llegar a Compostela por el itinerario portugués rememorando la ruta que, según la tradición, siguió el cuerpo del apóstol entrando por Padrón. 87 jóvenes y adolescentes se sumaron a la propuesta de la delegación diocesana de Infancia y Juventud, que organizó un camino espiritual juntamente con las diócesis de Castilla y León y Santander, que congregaron un total de 562 jóvenes. Partiendo el 28 de agosto de Vigo, hicieron escala en Arcade, Poio, Ribadumia y Vilanova de Aorusa. De ahí atracaron en barco en Pontecesures y finalmente llegaron a Santiago el 2 de agosto después de haber recorrido a pie más de 116 kilómetros.

 

Desde hace años, la delegación de Infancia y Juventud ha visto en el Camino de Santiago una oportunidad de crecimiento personal y comunitario para los jóvenes de la archidiócesis. Tras la PEJ, preparan otro itinerario de fe para adolescentes del 8 al 10 de septiembre tras los pasos de Santo Domingo de Guzmán en un curso pastoral que mirará a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023.

Con los templos de nuestros pueblos y con los jóvenes en el corazón

por redaccion,

Queridos hermanos y hermanas:

 

Nuestra Iglesia burgalesa cumplirá pronto 950 años de historia, además de sus antecedentes en Oca, Valpuesta o Sasamón. Durante estos casi mil años, nuestros antepasados han construido bellísimos templos, testigos de una profunda vivencia de fe, esperanza y amor y memoria viva de nuestra historia.

 

Cuando los pueblos estaban más habitados que en la actualidad, buscaban los recursos necesarios para mantener ese espléndido patrimonio custodiado en sus parroquias, iglesias y ermitas. Con la progresiva disminución de la población en las zonas rurales, mantener el patrimonio para legarlo a las futuras generaciones se ha convertido en una tarea difícil y en muchos casos angustiosa.

 

Quisiera agradecer a tantas personas, asociaciones, instituciones privadas y organismos públicos su ayuda para mantener nuestros templos. Hay ayuntamientos que se implican con generosidad en esta tarea, y el convenio con la Diputación de Burgos que coloquialmentedenominamos “convenido de las goteras” ayuda muy significativamente en la conservación de los templos.

 

Pero todo sigue siendo insuficiente frente a los más de mil templos parroquiales y unas trescientas ermitas, que precisan de mantenimiento y conservación. Es por ello que, como cada año, este domingo siete de agosto realizaremos la colecta para el mantenimiento de los templos, particularmente en las zonas donde existen menos recursos. Os pido humildemente vuestra colaboración para seguir sosteniendo este patrimonio que constituye un eje fundamental de nuestra historia y nuestra vida.

 

Así mismo, desde el miércoles me encuentro en Santiago de Compostela acompañando a los jóvenes que participan en la Peregrinación europea de jóvenes que se celebra con ocasión del Año Santo Compostelano. «¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! «Que Jesús sea “lapiedra angular” (Ef 2, 20) de vuestras vidas y de la nueva civilización que, en solidaridad generosa y compartida,tenéis que construir». Qué difícil es sacar de mi corazón estas palabras que el Papa san Juan Pablo II pronunció alos jóvenes chilenos en su viaje apostólico que realizó en 1987. Su fuerza, su entusiasmo, su vitalidad; sus ojos cargados de esperanza, mientras los animaba a construir su vida en Cristo, dejándose comprometer por Su amor.

 

Santiago, la ciudad del apóstol, ha sido testigo primordialde este encuentro que ha inundado sus calles de esperanza, alegría y plenitud en medio del Año Santo Compostelano. No era fácil, en medio de una situación como la que estamos viviendo en Europa, aunar a tantos jóvenes en torno a una experiencia que, realmente, cambia la vida. La pandemia provocada por la COVID-19 o las crisis de todo tipo no han sido capaces de parar el torrente de gracia que esta semana ha inundado de gozo el corazón de tantos y tantos jóvenes que han elegido al Amor por encima de cualquier otra expectativa.

 

En medio de un contexto eclesial y mundial como el que estamos viviendo, es verdaderamente conmovedor ver cómo jóvenes de Europa siguen fiándose del Señor y de su Palabra para decir, una vez más, que «sí», que la vida empieza de nuevo en Cristo y que desean levantarse para ser testigos enraizados en la fe y en el amor.

 

Joven, levántate y sé testigo. El apóstol Santiago te espera. Este lema ha ido recorriendo los pasos peregrinos de los presentes; tanto, que la mayor parte de los jóvenes llegaron a Santiago de Compostela haciendo el camino a través de varias rutas. Aquí, hemos podido disfrutar de un ambiente admirable, gozoso y sano, de una Iglesia viva que se ha vestido de fiesta merced a unos discípulos amados que se han dejado tocar por la voz de Cristo mientras les decía a cada uno: «Contigo hablo, levántate» (Mc 5, 41).

 

«Los jóvenes sois la esperanza de una sociedad mejor y de una Iglesia más viva», ha dicho, en más de una ocasión, el Santo Padre. Y en ese mismo lenguaje se dirigía a un grupo de jóvenes que se reunió en la plaza de San Pedro el último lunes de Pascua: «Jesús nos repite una y otra vez: «¡Sígueme!». No importa si somos grandes o pequeños, fuertes o débiles, si tenemos más victorias o más derrotas. Jesús sigue repitiendo a Pedro y a cada uno de nosotros: ¡Sígueme!».

 

Un mandato que he visto estos días en esta Peregrinación Europea de Jóvenes, que ha cubierto Santiago de Compostela con una luz nueva, magnífica y radiante, que solo puede nacer en los ojos de la Virgen María. Una alegría inmarcesible que, sin duda alguna, «llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús» (Evangelii gaudium, n. 1).

 

Con gran afecto, pido a Dios que os bendiga.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos