Unidades pastorales: hacer de la necesidad una virtud

La reflexión en torno a la reestructuración territorial de las parroquias ha centrado el Encuentro Diocesano de Pastoral, celebrado por primera vez en Miranda de Ebro.
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La sociología ha cambiado considerablemente. Los pueblos se vacían –especialmente en invierno– y las comunidades cristianas son cada vez más pequeñas. Ante esta realidad, «la Iglesia no puede permanecer de modo estática, no puede ser una foto fija. Está hecha para evangelizar y si la sociología es distinta ha de saber acompañar de nuevos modos y nuevas formas». Con esta afirmación, don Mario Iceta ha enmarcado el Encuentro Diocesano de Pastoral, celebrado hoy en Miranda de Ebro. De este modo, la reestructuración territorial de las parroquias en torno a unidades pastorales ha centrado la reflexión de la mañana. «Las unidades pastorales nos enseñan a vivir en comunión y vivir unos con otros, a ser Iglesia evangelizadora y en misión, en un ambiente sinodal», ha subrayado el arzobispo.

 

Para el pastor de la archidiócesis, estas nuevas configuraciones territoriales deberán implementarse «allí donde sean necesarias». Para ello deberán romperse los esquemas de «estar acostumbrado a mi misa y mi sitio» y abogar por «el nosotros». «El evangelio nos pide romper barreras y límites», ha insistido. De este modo, las unidades pastorales se convertirán en «una herramienta para la evangelización» que se irán imponiendo poco a poco por los cambios sociales. De ahí la advertencia del prelado: «Es necesario hacer de esta necesidad una virtud. No queda más remedio que trabajar juntos», ha asegurado.

 

El vicario territorial, Julio Andrés Alonso, ha sido el encargado de exponer los objetivos que pretenden conseguir estas unidades pastorales. También se han presentado experiencias concretas donde estas estructuras comienzan a andar, como entre las parroquias del entorno de Villarcayo, en la provincia, y de San Gil y San Lorenzo, en la capital. También se ha escuchado el testimonio de otras iniciativas de la diócesis de Bilbao, en los pueblos cercanos a Gernika y en el entorno a la basílica de Begoña.

 

«Gracias por tanto»

 

Tras la reflexión, ha llegado el turno de visitar distintos emplazamientos de la ciudad y celebrar la eucaristía en la iglesia de Santa María. Teniendo como trasfondo el Día de la Iglesia Diocesana, el arzobispo ha querido dar las gracias «por la Iglesia hermosa» y por los «numerosos santos» que la conforman. «Ojalá nuestra actitud fundamental sea siempre el agradecimiento y no la queja. Mira los dones que te ha dado el Señor y haz del agradecimiento tu forma de vida», ha pedido a los asistentes. «No pienses tanto qué puede hacer por ti la Iglesia, sino qué puedes hacer tú por ella. Confiad en Dios; esto es suyo y él lo llevará adelante».

 

La jornada también ha contado con una comida de hermandad y una celebración final en el parque Antonio Machado, que ha contado con las intervenciones del grupo de danzas de la asociación ecuatoriana Virgen del Cisne, las cantantes mirandesas Marina y Celia, una actuación de miembros del programa de infancia y juventud de Cáritas Miranda y las animaciones de Ricardo García, Richi.

 

Ha sido la primera vez que el Encuentro Diocesano de Pastoral se celebraba fuera de la capital, como una de las propuestas de la Asamblea Diocesana, que quiere convertir estos eventos en encuentros de carácter sinodal.

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