La archidiócesis cuenta desde esta mañana con dos nuevos diáconos: Cristian Tomás Alonzo y Aarón de Jesús Marchelli Campos. Formados en el Seminario Misionero Diocesano Redemptoris Mater, Santa María la Mayor, de Burgos, han realizado su período de misión en Dinamarca e Italia y en Chile, respectivamente.
Durante la ordenación, en el momento en que el arzobispo les ha entregado el evangeliario, ha vuelto a resonar una vez más la oración: «Recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado». Y precisamente ha sido esta oración la que ha hilado la homilía de D. Mario Iceta, quien les ha invitado a ser humildes, serviciales y a estar siempre disponibles para realizar en sus vidas la voluntad de Dios.
La ceremonia ha tenido lugar en la Parroquia de San Martín de Porres, de la ciudad de Burgos, que durante este curso está celebrando su cincuentenario. Hasta allí se han desplazado numerosos fieles, muchos de ellos pertenecientes al Camino Neocatecumenal, y una treintena de presbíteros que han querido arropar, de esta forma, a los nuevos diáconos.
El arzobispo ha recibido esta mañana la visita de Mónica Pérez Villegas, que desde el pasado 16 de septiembre es la nueva decana del Colegio de Abogados de Burgos. Es la primera mujer que ocupa dicho cargo.
Estuvo acompañada de Guillermo Plaza Escribano, quien ha ocupado hasta la fecha dicho cargo, y de Juan Cruz Monje Santillana, actual diputado tercero de la misma entidad.
Acompañando al arzobispo también asistió Rodrigo Saiz García, asesor jurídico del arzobispado y también miembro del colegio de abogados de Burgos.
Durante la entrevista se expusieron las inquietudes, actividades y trabajos de los abogados. D. Mario supo reconocer los méritos de los abogados, que prestan un gran servicio a la sociedad, principalmente a través del turno de oficio, y en cuestiones difíciles como rupturas familiares o de otra índole.
Se mencionó también la actividad del tribunal eclesiástico, y los campos de actuación jurídicos en los que participa la archidiócesis. Se acordó profundizar en líneas comunes de colaboración, por lo que se refiere a procesos de nulidad, separación y divorcio. En este campo es importante la labor que ya viene realizando el centro de orientación familiar de la archidiócesis.
El pasado lunes, en la sede de la Fundación Atapuerca, tuvo lugar una reunión de su Patronato, bajo la presidencia de honor de Su Majestad, la Reina doña Sofía. Hasta Ibeas de Juarros se desplazaron los miembros ordinarios del Patronato, así como algunos invitados, entre quienes se encontraba el arzobispo de Burgos, don Mario Iceta.
Después de la reunión, en la que se trataron temas propios de la entidad y se mostraron a la Reina algunos de los recientes e importantes hallazgos que allí han tenido lugar, tuvo lugar la tradicional entrega de obsequios. Don Mario entregó a la Reina una medalla conmemorativa del VIII Centenario de la Catedral de Burgos.
Voluntared Escuela Diocesana organiza campamentos urbanos y forma a los jóvenes para la gestión y educación a través del tiempo libre. Durante el mes de octubre pasado ha consumado su nueva propuesta educativa para escolares: Aulas de la Naturaleza. Más de cien chavales del Colegio Círculo de Burgos han cambiado las aulas de la ciudad por los rincones de la naturaleza para experimentar al aire libre la teoría de los libros y los pasillos.
Esta oportunidad ha permitido que cincuenta niños y niñas de tercero de primaria hayan profundizado en los valores humanos y cristianos gracias a los superhéroes Super Motivity, La Mujer Palabra o Supergreen. También los de quinto de primaria, durante cinco días viajaron en el tiempo explorando los rincones de la historia. Todos han aprendido que son superhéroes y exploradores de nuevas experiencias.
El albergue Virgen de Pedrajas, gestionado por Voluntared Escuela Diocesana, ha sido testigo de todo lo acontecido durante estas dos semanas de aulas de la naturaleza. Un enclave geológicamente privilegiado y lleno de historia. Un espacio y un tiempo para seguir aprendiendo de una forma diferente y atractiva, para estrechar lazos con la naturaleza, para crecer en los valores humanos y cristianos y para convivir, divertirse y conocerse a fondo. Una apuesta ilusionada de Voluntared que espera, impaciente, ser repetida.
Se cumplen 124 años de la presencia de la eucaristía en el Seminario San José. Un nutrido grupo de amigos acuden a la celebración y elogian la decoración de pasillos y monumento.
Ayer domingo, el Seminario San José se vistió de gala para celebrar los 124 años de presencia del Santísimo en el sagrario de este edificio. La tradicional Fiesta del Reservado fue ocasión para constatar el cariño hacia este lugar tan importante de la Archidiócesis de Burgos. Mucho público entre seminaristas (también los del Seminario Redemptoris Mater), familias, sacerdotes, amigos y bienhechores.
Desde el mes de septiembre, los seminaristas y formadores habían trabajado en la confección de la alfombra que cubre el pasillo y la decoración del monumento. Es esta ocasión eligieron el Pentecostés de El Greco y diferentes momentos de la vida de Moisés. San Juan Pablo II o Santa Teresa de Calcuta aparecían dibujados en el serrín.
La fiesta comenzó a las 12.30h con la misa presidida por el nuevo rector, D. Francisco Javier Pérez Illera. Junto a las familias, los seminaristas dieron gracias por tantos años de dones y proyectos en forma de vocaciones sacerdotales. Tras los turnos de vela de seminaristas y visitantes, llegó el solemne rezo de Vísperas y predicación de D. Mario Iceta, arzobispo de Burgos. En su intervención presentó la eucaristía como centro de la vida cristiana y realización de la vida eclesial. Con palabras de Juan Crisóstomo sobre la unidad del Cuerpo de Cristo y numerosas citas de los papas Benedicto XVI y Francisco, pasó a hablar del momento sinodal en el que se encuentra la Iglesia Universal, así como de la Jornada Mundial de los pobres: ‘La Iglesia es sínodo, caminar juntos y este camino parte y concluye en la eucaristía, fuente de la caridad’.
En la procesión con el Santísimo un grupo muy nutrido de sacerdotes portó candelas logrando un efecto singular en el gran pasillo central. Tras la bendición solemne, el arzobispo dio las gracias a todas las instituciones y personas vinculadas al Seminario. El canto de la Salve cerró el acto litúrgico y los asistentes pudieron compartir un vino español.
En el curso corriente, el Seminario de San José cuenta con 5 seminaristas en el Seminario Menor (de 1º de ESO a 1º de BACH). Destacar que desde el mes de septiembre todos cursan sus estudios en el colegio diocesano de San Pedro y San Felices. Por su parte, en el Seminario Mayor viven 19 jóvenes: 10 de la Archidiócesis de Burgos, 4 de la diócesis de Osma-Soria, uno de la diócesis de Calahorra-La Calzada y Logroño, dos de la diócesis de Gitega (Burundi) y dos diáconos procedentes de la diócesis de Monterrey (México). Un fin de semana al mes conviven con los seminaristas entre 6 y 10 chicos que están pensando la posibilidad de entrar en el seminario.