La archidiócesis de Burgos se acerca a conocer la sinodalidad en Europa

Chequeo a las propuestas sinodales de los países europeos, antes de iniciar la fase continental del Sínodo de Obispos durante los meses de febrero y marzo.
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La gélida tarde no ha sido impedimento para que un nutrido grupo de fieles se juntaran el Seminario San José para debatir sobre la sinodalidad en la Iglesia. El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta ha abierto la sesión dando gracias a los que se han desplazado desde Aranda de Duero y diferentes zonas geográficas para dialogar sobre temas como lo esencial de la vida cristiana, la atención a la diversidad, la vuelta al evangelio o la participación de la mujer en las decisiones y gobierno de la Iglesia.

 

Olalla Rodríguez, representante nacional e invitada de honor, ha recordado los pasos dados hasta ahora en la preparación del Sínodo de Obispos sobre la sinodalidad en la Iglesia. El largo camino que se inició a finales del año 2021 con la constitución de pequeños grupos de trabajo concluyó su etapa diocesana poco antes del verano de 2022. Ha recordado el entusiasmo en tantas personas que se sintieron escuchadas. Ha valorado el trabajo diocesano como «un volver a encontrarnos, un soñar de nuevo juntos y una constatación de que en la Iglesia nos necesitamos todos».

 

Tras la intervención de Olalla Rodríguez, el vicario de Pastoral, José Luis Lastra, presentó el documento continental que se ha elaborado con la aportación de países europeos. A partir de febrero, durante siete semanas, se debatirá el documento de cada continente. Por eso el diálogo de esta tarde servía para mantener viva la acción del Espíritu y seguir aprendiendo lo que significa el discernimiento comunitario. En la Iglesia el dialogar significa permitir que el Espíritu hable a través de cualquier rendija.

 

Las intervenciones de Rodríguez y Lastra han dado paso a un diálogo donde ha quedado patente que el deseo de participación en la Iglesia requiere paciencia y más pedagogía. Los asistentes han podido constatar qué ecos ha tenido en nuestra archidiócesis lo expresado en países del norte y del sur de Europa. Han podido conocer experiencias nuevas e iluminadoras como el diálogo ecuménico. Igualmente, las tensiones, los obstáculos estructurales o el presentismo siguen interrogando. El futuro cercano muestra que el entusiasmo del laicado está irrumpiendo con mucha fuerza en la Iglesia, que el protagonismo de la mujer crece cualitativamente y que la formación no solo es un deseo, sino una urgencia para estar a la altura del mundo tanto en compromiso como en espiritualidad.

 

Tras la prórroga anunciada por el Papa, la fase preparatoria del Sínodo sigue durante todo este año, antes de entrar en la recta final que tendrá lugar en 2024. Los dos coordinadores de Burgos, Lucía Ferreras, delegada de Apostolado Seglar, y José Luis Lastra, vicario de Pastoral, serán los representantes de la archidiócesis en los diferentes encuentros.

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