El reto de contar con agentes de Pastoral Obrera en las parroquias.
La Pastoral Obrera de Burgos tuvo ayer su encuentro anual diocesano. Un acto que ha estado orientado a dar respuesta a las propuestas que se recogieron en el documento final de la asamblea y que son competencia concreta de esta pastoral del trabajo.
Con el lema «Pastoral Obrera: acercando el mundo del trabajo a las parroquias», en torno a treinta personas venidas de Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro se dieron cita en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán para debatir y profundizar sobre la necesidad de contar con agentes de pastoral obrera en las parroquias, como nexo de unión entre las realidades sangrantes que se dan en el mundo del trabajo y las parroquias, para acompañar y acoger a todas las personas que lo necesiten en torno a este ámbito. El encuentro ha contado con la participación del Vicario Pastoral José Luis Lastra y el delegado de Cáritas, Mario Vivanco. «Las propuestas que salieron de la Asamblea Diocesana no queremos que se queden solo en buenas intenciones, es momento de meterse en el barro» señalaba en su bienvenida Amaya Muñoz, delegada de Pastoral Obrera.
En primer lugar, Susana Castrillejo fue la encargada de situar a los asistentes en torno a la Pastoral Obrera en la Asamblea Diocesana, un «proceso que todavía está vivo y del que tenemos que empezar a recoger los frutos que nos va a ir dando».
Tras este primer momento José Andrés Pérez, presidente de la HOAC en Burgos y miembro del equipo de la Delegación de Pastoral Obrera, ha realizó su ponencia explicando lo que es un agente de Pastoral Obrera y qué se pide a las parroquias en este sentido. Una forma de aterrizar estas propuestas en la realidad, que ha sido completada con las experiencias de los asistentes en el diálogo posterior. Este momento también ha servido para animar a todas las personas presentes a realizar esta labor en sus comunidades parroquiales.
El encuentro ha finalizado, a pesar del frío, con un gesto público que pretendía emular cómo la Pastoral Obrera y sus agentes en las parroquias tienen que ser el nexo de unión entre algunas de las situaciones más complicadas que se viven en el mundo del trabajo en la actualidad (los jóvenes, las personas migrantes, las mujeres, los contratos temporales, no llegar a final de mes, la dificultad de conciliar…) y las comunidades parroquiales.