La Hermandad de la Resurrección de Cristo ilumina la Pascua en Aranda con diferentes Via Lucis

Se celebran cada viernes hasta Pentecostés y tendrán diversos formatos para adaptar alguno de ellos a los niños y estructurar otros en torno a la música y la canción.
Via Lucis cristo resucitado aranda de duero

Imagen de la procesión del pasado domingo de Pascua.

 

Con el fin de la Cuaresma y la Semana Santa no finalizan las actividades públicas de las cofradías arandinas. Fieles al espíritu con el que se constituyeron hace apenas seis años, la Hermandad de la Resurrección de Cristo, la más joven de la capital ribereña, ha organizado una serie de Vía Lucis cada viernes de Pascua para profundizar comunitariamente en la vivencia de este nuevo tiempo litúrgico.

 

A semejanza de los más extendidos Via Crucis, que recorren los distintos episodios de la pasión y muerte de Jesús, el Via Lucis es una práctica espiritual con la que se va repasando el camino que Jesús hizo desde su resurrección hasta el envío del Espíritu Santo en Pentecostés. Las estaciones en las que estructura la oración marcan distintos hitos en los que Cristo acompaña a sus discípulos,  desde el episodio de Emaús, la aparición a las mujeres o a los discípulos en el lago de Tiberíades. 

 

En Aranda se celebrarán cada uno de los siete viernes, desde la primera semana de Pascua hasta Pentecostés. Comenzarán a partir de las 20:15 horas en la parroquia de Santa María.

 

La intención es que cada uno de los Via Lucis tenga un formato distinto, variando las meditaciones, extrayendo distintos pasajes bíblicos y adaptando algunas de las sesiones a los más pequeños. Mientras que algunos viernes se recorrerá completo el camino de la Pascua, otros estarán centrados en un único episodio. Música y canción serán instrumentos importantes en algunas de las sesiones.

 

El comienzo de los Via Lucis coincide con el fin de semana en el que la Hermandad de la Resurrección de Cristo conmemora su fiesta como la cofradía más joven de la villa. Surgieron en 2017 de la voluntad de un grupo de jóvenes, mayoritariamente miembros de otras hermandades, para hacerse cargo de la única imagen que procesionaba durante la Semana Santa arandina sin contar con una cofradía que la arropara, la Jesús Resucitado. Una carencia llamativa teniendo en cuenta que esta talla participa en el rito más destacado y antiguo de los que se celebran estos días en la capital ribereña, la bajada del ángel durante la procesión del Encuentro entre la Virgen y su Hijo resucitado. 

 

La Hermandad celebró su sexto aniversario ayer, segundo de Pascua, en comunión con toda la comunidad parroquial de Santa María compartiendo la eucaristía y compartiendo un vino español con los miembros de esta hermandad.

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