Sacerdotes jóvenes ante los retos de la sociedad actual
El mundo actual no tiene nada que ver con el de hace apenas unas décadas. El panorama antropológico, cultural y social que atraviesa el país platea serios retos a la pastoral que deben afrontar los sacerdotes. Junto a estos desafíos, los sacerdotes jóvenes, además, deben configurar su vida conforme al ministerio recibido recientemente sin olvidar aspectos fundamentales esenciales de su vocación, como la oración y la vida comunitaria con el resto del presbiterio diocesano.
Estas cuestiones han sido abordadas durante el último fin de semana por los sacerdotes más jóvenes de la archidiócesis, algunos de los que han recibido la ordenación en los últimos quince años. El monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña fue el lugar escogido para mantener unos días de convivencia y formación la tarde del domingo y la mañana de este lunes. El abad del cenobio, el padre Roberto de la Iglesia, animó a los sacerdotes noveles, desde su propia experiencia, a no descuidar su vida de oración.
Por su parte, y de la mano del documento «El Dios fiel mantiene su alianza», el arzobispo, don Mario Iceta, analizó el actual panorama cultural y antropológico del país, desligado de cualquier vinculación humana y social, y los retos que plantea al ministerio de los sacerdotes jóvenes. «Estoy convencido de que el actual modelo provocará heridas profundas a nuestra generación, que sentirá la necesidad de encontrar en la Iglesia la verdad del evangelio. Nosotros seamos auténticos y no demos a los sedientos sucedáneos, sino demos el agua viva», trasladó a su joven presbiterio.
El encuentro también contó con momentos para la convivencia, compartir algunas experiencias pastorales y la celebración de la eucaristía. El del último fin de semana es uno de los habituales encuentros que los jóvenes sacerdotes mantienen cada año, acompañados por la vicaría del Clero.