Lectores y acólitos para madurar la vocación

Don Mario Iceta ha presidido la eucaristía de colación de ministerios laicales de lectorado y acolitado, con la que ocho seminaristas han dado un paso más en su camino al sacerdocio.
<
>

 

Aunque es un ministerio que desde hace poco tiempo pueden asumir todos los bautizados (hombres y mujeres), lo cierto es que para los seminaristas tiene una connotación especial. Recibir el lectorado y el acolitado supone para ellos un paso más en su camino al sacerdocio y una familiaridad más íntima con los que serán, en el futuro, dos de los ejes sobre los que gire su ministerio, la Palabra de Dios y la eucaristía.

 

Así lo sostiene Ismael Sáez, para quien el lectorado le impulsará a leer con más seriedad la Palabra de Dios y poderla comunicar a los demás. «No es un simple paso más, es una forma de ir creciendo hacia esa meta que, si Dios quiere, será el sacerdocio», explica. «Es un servicio, una misión que la Iglesia me confía para proclamar la Palabra de Dios y vivirla y testimoniarla en primer lugar».

 

Para Alejandro Sánchez, otro seminarista que también ha sido instituido lector, «la Palabra de Dios sirve para contrastar nuestra vida. Al configurar nuestra vida con Cristo, la Palabra de Dios nos ayuda a descubrir e imitar en nuestro día a día las actitudes que tuvo Jesús», indica.

 

Ambos, junto a Jesús Daniel Riera, Egide Ndayikengurukiye y Népomuscène Ndihokubwayo, han recibido la encomienda eclesial de leer y proclamar la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas y de enseñarla al pueblo fiel en ámbitos de catequesis y formación. Por su parte, Guillermo Pérez, Isac Godinho y Rodrigo Camarero han sido instituidos acólitos, con la tarea de servir al altar, distribuir la sagrada comunión como ministro extraordinario, exponer públicamente el Santísimo Sacramento a la adoración de los fieles sin impartir la bendición e instruir a los fieles que ayudan en las acciones litúrgicas.

 

Ha sido el arzobispo quien ha presidido la eucaristía de colación de estos ministerios en la capilla del Seminario. Don Mario Iceta ha asegurado que «el Cielo es nuestra patria verdadera». En el marco de la fiesta de la Ascensión del Señor, ha recordado que «así como Cristo fue enviado por el Padre, así somos enviados nosotros a proseguir con su misión de hacerle presente en nuestro mundo sin desentendernos de su progreso». «Y hoy os envía a vosotros a ser sus misioneros», ha exhortado a los seminaristas.

 

«La Palabra de Dios es la luz segura que ilumina nuestros pasos en estos tiempos difíciles», ha recordado a los nuevos lectores, mientras ha dicho a los acólitos que su tarea es «servir al altar, celebrar su presencia en el pan y el vino». En la semana previa a Pentecostés también ha solicitado que pidan cada día uno de los siete dones del Espíritu Santo, para que el «día de Pentecostés pueda reventar las puertas de la Iglesia y sea más cercana a nosotros la presencia del Reino de Dios».

Comentarios

Los comentarios están cerrados para esta noticia.