Cáritas presenta su balance anual de 2022: «Tú tienes mucho que ver»

El año 2022 estuvo marcado por la vuelta a la normalidad tras la pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación, tres parámetros que han hecho que Cáritas aumente sus ayudas económicas un 22%.
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«Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza». Con este lema, Cáritas Diocesana de Burgos ha presentado su Memoria de actividades del año 2022 [descargar aquí]. Un lema con el que se invita a todas las personas a tomar parte en la vida social, compartida por creyentes y no creyentes, para abrir la mente y reenfocar la mirada. La presentación coincide además, con la reciente celebración del Corpus Christi y del Día de la Caridad. 

 

La desvinculación social, como lleva años denunciando Cáritas, provoca que las personas excluidas sean cada vez más invisibles. Sin una mirada atenta al mundo de alrededor, sin una sensibilidad que permita detectar a aquellas personas que lo pasan mal, estas personas pueden terminar desapareciendo de la mirada del mundo. «En una sociedad que avanza a dos velocidades, con grupos cada vez más cerrados, que se interrelacionan menos y que se dan la espalda, la responsabilidad de no aislarse es de todos», ha insistido el arzobispo don Mario Iceta en su intervención. 

 

En un año –el 2022– marcado por la invasión de Ucrania, por la inflación y todos los problemas derivados, se atendieron a 6.956 familias, que sumaron 10.512 personas beneficiadas y casi 90.000 intervenciones. Comparado con 2021, el incremento es de un 18%, pero hay que tener en cuenta que el año de referencia sería más bien 2019, antes de la pandemia: en este caso, el incremento es de un 5%. Tal y como dice la campaña, la realidad es más compleja de lo que se ve y así lo ha indicado María Gutiérrez, coordinadora de Acción Social de Cáritas Burgos, en el momento de exponer los datos.

 

Una mirada a las personas

 

En cuanto a las personas a las que ha atendido Cáritas en el último año eran, en su mayoría, –62%– extranjeras, mientras que el 38% eran españolas. De las familias que han necesitado acudir a esta entidad, el 33% han sido atendidas por primera vez. En este sentido se podría hablar de una «renovación de las bolsas de pobreza», «hay personas que abandonan la exclusión después de pasar por Cáritas, pero siguen llegando nuevas, expulsadas por el sistema». Otro dato destacable es que en el 50% de las familias atendidas hay menores. Un dato «preocupante que habla de la transmisión intergeneracional de la pobreza», ha explicado María Gutiérrez. Sobre los datos de territorialidad, el 60% de la actividad se desarrolla en Burgos capital, en Miranda el 17%, el 12% en Aranda y el restante 11% en el mundo rural.

 

Para poder realizar mejor su labor, Cáritas dispone de diferentes programas en los que se atiende a cada persona en función de sus necesidades. La Acogida es «la puerta de entrada a Cáritas» y se desarrolla en las parroquias. En este programa se han atendido un 17% más de familias que en 2021 y se ha incrementado un 23% la partida que tenía destinada a ayudas económicas. 

 

En Infancia han acudido a sus cinco centros en Burgos y provincia 922 niños y niñas, y se han mantenido las actividades de apoyo escolar en cinco parroquias. El programa de Mayores, iniciado hace dos años, se consolida, y ya apoya a 136 personas en cinco municipios, con lo que contribuye también a la vida comunitaria de las zonas más despobladas de la provincia. El programa de Mujer, que tal vez sea uno de los más desconocidos, ha atendido, tanto en las viviendas tuteladas como en régimen ambulatorio, a 188 mujeres y sus hijos. En Personas sin Hogar y Vivienda se han atendido a 1.131 personas, y desde su equipo técnico se advierte de que «la capacidad está desbordada, en parte porque deben atender a personas que, por su tipología, deberían acceder a otros recursos». 

 

Una mirada a los recursos

 

Jorge Simón, director de Cáritas Diocesana, ha sido el encargado de presentar los datos económicos. En el año 2022 Cáritas invirtió más de cuatro millones de euros, un 12% más que en 2021, lo que supone «un incremento notable, teniendo en cuenta la situación económica actual». Determinados parámetros que afectan mucho a las personas que acuden a Cáritas han mejorado, como es el caso del Empleo. Sin embargo, «el incremento de los precios ha sido un factor determinante», ha incidido Simón. El programa en el que más recursos se han empleado ha sido el de Acogida parroquial, con un 19,65% del total.

 

En cuatro años, Cáritas ha tenido que incrementar las ayudas más de un 40% para que las familias puedan hacer frente a sus gastos ordinarios de vivienda, alimentación, vestido o educación. También los adelantos a la Administración (que son las ayudas concedidas por el Ayuntamiento y la Diputación que no pueden abonarse de inmediato y Cáritas adelanta) también han crecido un 44% sobre el dato de 2019. Las ayudas económicas que ha dispensado Cáritas este año suman casi 585.000 euros y suponen un aumento del 22% con respecto a 2021 pero, sobre todo, un 41% con respecto a 2019.

 

Aprender a mirar

 

Las personas que colaboran con Cáritas pueden considerarse un ejemplo de apertura y de entrega, que siempre comienza por ver a los demás. Este año se han incorporado 47 nuevas personas voluntarias. «A todos ellos hay que agradecer que sepan ver a los más necesitados, que no hayan pasado de largo y hayan mirado a quienes están a un lado del camino con la misma mirada de Jesucristo». 

 

La Iglesia muestra su opción preferente por los pobres con gestos concretos, que levantan y devuelven la dignidad. Como se manifestó en la Asamblea diocesana, «es necesario seguir en este camino», y la Iglesia debe ser ejemplar en la defensa de los derechos de todos, en la acogida a los que llegan de fuera para que Burgos se convierta en una verdadera comunidad de acogida «donde se reconozca la dignidad de todos en todo momento», ha indicado el arzobispo. 

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