La creativa alabanza arandina que une a Cáritas, cofradías y jóvenes de la JMJ
La mañana del domingo 11 de junio amanecía en la calle La Miel de Aranda con varias decenas de personas afanándose por componer un gran tapiz en los últimos metros del recorrido que horas después atravesaría la carroza con el Santísimo durante la celebración del Corpus Christi. Durante cuatro horas, de seis a diez de la mañana varias decenas de personas, miembros de varias parroquias arandinas compusieron una vistosa alfombra elaborada con serrín coloreado formando símbolos y alegorías cristianas y de diversos colectivos eclesiales de la villa arandina.
Se trata de una tradición que desde 2012 renuevan miembros de distintas parroquias de Aranda, emulando una costumbre que antiguamente llevaban a cabo mujeres del entorno de la céntrica parroquia de Santa María, cubriendo de pétalos de flores las calles por las que posteriormente transcurría la procesión del Corpus.
La tradición se ha renovado en la última década, con nueva técnica y simbología más precisa, preparando ahora el tapiz con dos meses de antelación. Primero se elabora el diseño y las plantillas para materializarlo sobre el suelo de la calle la Miel, último recorrido de la procesión antes de llegar a la Plaza de la Santa María donde se encuentra el templo más emblemático de la villa.
Como todos los años el tapiz contenía la enseña de Cáritas recordando la celebración del Día de la Caridad. Junto a ella destacaba el emblema de la JMJ de Lisboa, a la que acudirá un grupo de jóvenes de Aranda que también plasmó en el tapiz su propio distintivo que contiene la silueta de la Virgen de las Viñas. El escudo de la coordinadora arandina de Cofradías y Hermandades de Semana Santa ocupaba un lugar destacado en el tapiz que se iniciaba con los símbolos clásicos de la Eucaristía.
Es el segundo año tras la pandemia que la tradición se renueva en la calle, pero ni siquiera durante los dos años más duros de la covid se perdió puesto que durante la fiesta del Corpus en 2020 y 2021 se elaboraron piezas artísticas más pequeñas con la misma técnica a los pies del altar de la iglesia de Santa María.