Convocatoria de prensa: Presentación de la situación migratoria en Burgos y los actos de la jornada mundial del migrante

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Con el lema «Libres para elegir si migrar o quedarse», la Iglesia celebra este domingo la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Con tal motivo, la oficina de Información de la archidiócesis de Burgos convoca a los medios de comunicación a participar en una rueda de prensa en la que se darán a conocer los actos organizados con tal motivo. También se presentarán algunos datos sobre el momento migratorio actual en la provincia y se contará con el testimonio de una persona migrante.

 

En el acto participarán:

 

  • Hilda Vizarro Taipe, delegada diocesana de Pastoral para las Migraciones
  • José Luis Lastra Palacios, consiliario de la delegación diocesana de Pastoral para las Migraciones
  • Baye Diop, inmigrante de Senegal

 

El acto tendrá lugar mañana miércoles 20 de septiembre a las 10:15 horas en la sede de Cáritas Burgos, en el número 8 de la calle San Francisco (entrada trasera). Duración aproximada: 20 minutos.

Nuestra Señora de la Merced: el alma de la Pastoral Penitenciaria

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Queridos hermanos y hermanas:

 

«Que la cárcel sea laboratorio de esperanza, no solo lugar de pena». Estas palabras del Papa Francisco, pronunciadas en su última visita al personal de la prisión romana Regina Coeli, nos recuerdan la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de las instituciones penitenciarias, que celebramos la próxima semana.

 

Esta advocación mariana, que insta a trabajar en comunión para transformar los centros penitenciarios en lugares de redención y pone el foco de manera especial en los internos, sus familias y los trabajadores, evoca la misericordia de Dios.

 

«Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados». Estas palabras del Salmo 76 fueron repetidas por san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de Nuestra Señora de la Merced (los Mercedarios), poco antes de morir. Tenía 77 años y, en la primera mitad del siglo XIII, dejaba a sus espaldas un legado de gracia, compasión y perdón que da sentido a un apostolado que sigue transformando vidas rotas en hogares de luz y salvación.

 

La vida de Pedro Nolasco, llamado para salvar vidas y a preservar la fe, marca el alfa y la omega de una orden religiosa que guarda un detalle sumamente especial: los mercedarios se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza, obediencia y castidad de las demás congregaciones, que es el de liberar a otros debilitados en la fe, aunque su vida corra peligro.

 

El fundador, que llegó incluso a comprar esclavos para rescatarlos, jamás dudó en entregar su propia vida si fuera necesario, cumpliendo así ese cuarto voto que distingue a esta Congregación religiosa. Y así se lo hizo saber a todos y cada uno de los hermanos que decidían entrar a formar parte de la Orden. Y así lo hicieron, en aquellas épocas difíciles, ocupando el lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la vida y la fe, en caso de que el dinero no alcanzase a pagar por su liberación.

 

Un gesto que hoy, en los tiempos en los que vivimos, interpelan nuestro ser cristiano y que, tal vez, sobrepasan nuestra razón. En los comienzos de este año 2023, la primera celebración del sacramento de la Confirmación que realicé fue precisamente en la cárcel. Todavía hoy recuerdo con especial cariño aquel encuentro, así como el rostro de quienes participaron en aquella celebración donde el Espíritu Santo inundó de luz y calor aquél lugar necesitado de esta presencia que conforta y llena de esperanza.

 

La Pastoral Penitenciaria, que acompaña a las personas privadas de libertad y sus familias a través de diferentes talleres, encuentros y actividades formativas, sella un compromiso de acompañar a quienes atraviesan esos momentos difíciles que marcan la vida.

 

Y ahora me refiero a vosotros, voluntarios que os entregáis a este servicio, porque sois un regalo que siempre está presente para los demás, que acompaña y sana las pobrezas personales y espirituales. Pedro Nolasco reconoció siempre a la Virgen María como la auténtica fundadora de la Orden Mercedaria. Le pedimos a la Virgen de la Merced, patrona de las instituciones penitenciarias, que nos enseñe a amar a su manera y a no claudicar ante las dificultades; para que siempre estemos dispuestos a visitar al Señor sin que sea necesario preguntarle cuándo le vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verle; porque Él ya ha dejado escrito en nuestros corazones el mandamiento de nuestras vidas: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 39-40).

 

Con gran afecto, pido a Dios que os bendiga.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos

«La cruz, compañera de la humanidad»

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El 14 de septiembre del año 335 se consagraba en Jerusalén la iglesia del Santo Sepulcro, después de que santa Elena hubiera descubierto la cruz de Jesús. Ese mismo día, pero del año 628, el emperador Heraclio la recuperó de manos de los persas. Desde tiempo inmemorial, en esa jornada la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y Burgos lo hace de forma especial, paseando por sus calles la imagen de su Cristo más venerado y que ha llevado el nombre de la ciudad a numerosos rincones del planeta.

 

Tras un solemne centenario celebrado desde el pasado viernes en la Catedral, la réplica de la venerada imagen ha sido portada a hombros de los costaleros de las Siete Palabras por la plaza del Rey San Fernando, el arco de Santa María, paseo del Espolón, paseo de la Audiencia y la calle Asunción de Nuestra Señora para regresar a la Seo. Momentos antes, el arzobispo ha presidido la eucaristía en el interior del templo, recordando cómo «la cruz de Cristo puede dar sentido a las cruces de nuestro día a día».

 

Para don Mario Iceta, «la cruz es compañera de la humanidad». «Tarde o temprano siempre aparece» en modos y formas diversas: en el decaimiento de la salud, en la pérdida del vigor corporal, en las ausencias de la cabeza, cuando fallecen nuestros seres queridos, las empresas se van «al garete» o «no sabemos cómo pagar la hipoteca». Sea como fuere, «la Cruz de Jesús ilumina nuestras vidas», pues él ha venido «no para condenar a un mundo ya condenado con sus cruces y sus muertes, sino para salvarlo».

 

La procesión de la venerada imagen por las calles de la ciudad ha sido, en palabras del prelado, un modo «de ayudar a Cristo a llevar su cruz», un hecho que «proporciona alegría fuerte y pura» y que sólo pueden hacer «los redimidos por el Señor». «El sufrimiento de la humanidad recibe fuerza de vida cuando se une a los sufrimientos de nuestra Cabeza, que es Cristo».

 

Legendaria imagen

 

La devoción del Santo Cristo de Burgos está extendida en todo el mundo. De hecho, las hermandades en honor de este Cristo se multiplican por el país y fuera de él. Algunos de los cofrades de Cabra y Jimena (Jaén), Sevilla, Granada, Barcelona, Murcia, Chucena (Huelva) y Alfarnatejo (Málaga), se han unido a la celebración de esta tarde, así como representantes de la corporación municipal y otras instituciones civiles y de la Guardia Civil.

 

Una leyenda afirma que en la Edad Media, un acaudalado comerciante burgalés encontró un arcón en alta mar que contenía la imagen, un Cristo articulado de gran realismo. Lo rescató del agua y lo condujo al monasterio que entonces tenían los agustinos en la ciudad, mientras las campanas doblaron por sí solas a la entrada del Cristo en el templo. Desde entonces, su fama milagrosa se extendió y el pueblo burgalés lo incardinó en el centro de su devoción. Con la exclaustración del convento agustino con las reformas de los gobiernos liberales, el Cristo pasó a la Catedral de Burgos, en donde se conserva y se venera hasta hoy. Se ha usado como medio catequético en los antiguos autos sacramentales, un acto que aún hoy forma parte de la Semana Santa de la ciudad.

Miranda se postra a los pies de su patrona, Nuestra Señora de Altamira

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El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, presidió ayer la celebración de la eucaristía de la patrona de Miranda de Ebro, la Virgen de Altamira, a la que acudieron los sacerdotes del arciprestazgo, miembros de la corporación municipal, autoridades civiles y militares y un gran número de mirandeses.

 

En el día en que la Iglesia celebra también la fiesta del Dulce Nombre de María, el arzobispo quiso destacar la importancia de «la Madre de Dios y madre nuestra, que la Iglesia celebra en sus diversas advocaciones a lo largo de todo el mundo». «Su figura maternal está presente en cada uno de los cristianos, como estuvo presente en los principales momentos de la vida de su Hijo y, también, acompañando a los apóstoles», señaló en su homilía.

 

Tras la comunión, y como es habitual, los ganadores del primer premio en las cuatro categorías del Concurso Poético a la Virgen de Altamira (adultos, juvenil, infantil y benjamín), pusieron el broche final a la celebración declamando sus composiciones.

 

La víspera de la fiesta, se celebró también la popular ofrenda floral a la Virgen, en la que se homenajeó al recientemente fallecido Benito Pobes, insigne mirandés, que fue presidente de la cofradía de la Virgen de Altamira, entre otras muchas aportaciones a la vida educativa (como profesor), cultural y religiosa de la ciudad. Por su parte, la lluvia obligó a suspender la procesión de los Faroles.

Fallece el sacerdote diocesano Baldomero Santaolalla

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baldomero santaolalla

 

Esta mañana ha fallecido, a los 86 años de edad, el sacerdote diocesano Baldomero Santaolalla Echevarría. Nacido el 22 de septiembre de 1936 en Briviesca, recibió la ordenación sacerdotal al servicio de la archidiócesis de Burgos el 19 de septiembre de 1959, después de sus estudios en el Seminario de Burgos y la obtención de la licenciatura en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca.

 

Dio sus primeros pasos como presbítero como ecónomo de Buniel y Frandovinez (1964). En 1969 fue trasladado a la ciudad para ejercer como coadjutor en la parroquia de Nuestra Señora la Real y Antigua de Gamonal, hasta que fue nombrado ecónomo de la parroquia de San Fernando Rey en 1978, de la que fue párroco hasta el año 2011.

 

La archidiócesis de Burgos y el presbiterio diocesano, con el arzobispo, don Mario Iceta, lloran su pérdida y piden a Dios por el eterno descanso de su alma. El funeral se celebrará mañana jueves 14 de septiembre, a las 12:30 horas, en la iglesia de Santa María de Briviesca, su localidad natal.