El arzobispo continúa su visita pastoral a las parroquias de Gamonal en San Fernando Rey
Continuando con su visita pastoral al arciprestazgo de Burgos-Gamonal, el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta, ha visitado durante esta semana la parroquia de San Fernando Rey. Es la segunda que conoce de este arciprestazgo, tras la visita a la unidad pastoral constituida por las parroquias de Villímar, Villayerno y San Juan Pablo II.
El día comenzaba con lluvia, que parecía indicar que la visita pastoral traería riego de esperanza, afecto y confianza. Y empezaba con un encuentro con los dos sacerdotes de la parroquia, que le comentaban la situación social, pastoral, sacramental y económica de la comunidad. Precisamente, debido a la lluvia, el camino a la residencia de mayores Bellavista se ha tenido que hacer en coche, lo que no ha permitido contemplar con detenimiento las nuevas 360 viviendas que están construyendo enfrente.
Ya en el centro de mayores, la acogida de los ancianos, los responsables y los trabajadores ha sido muy afectuosa. De hecho, algunos de los residentes le han explicado al arzobispo sus preocupaciones, mientras él los escuchaba atentamente y los arropaba con la manta. El personal de la residencia también nos ha enseñado las diferentes instalaciones, incluidos los talleres en los que trabajan con las personas que padecen deterioro cognitivo y físico. Con unas fotos con todos los que se lo pidieron concluyó el primer día de esta visita pastoral de Mons. Iceta a la parroquia de San Fernando Rey.
Segunda jornada de la visita pastoral: encuentro con grupos, consejos y equipos parroquiales
El viernes, los más pequeños, los niños de la catequesis, los adolescentes, los catequistas y sus padres estaban expectantes ante la llegada de Mons. Iceta para tener un encuentro con ellos. En el templo parroquial, a las 19:15h, el encuentro ha comenzado cantado «Somos familia, somos Iglesia, somos reflejo de Dios y de fiesta/Somos familia, somos Iglesia, buena noticia de Dios a esta tierra». Tras rezar todos juntos la oración de la visita pastoral, han mantenido un diálogo de preguntas y preocupaciones, para terminar recibiendo la bendición del arzobispo y cantado a la Virgen.
Tras ese encuentro con los más jóvenes de la comunidad, ha llegado el momento de los adultos. El párroco ha presentado al arzobispo a los miembros del Consejo Pastoral y del Económico, para que luego ellos le presentasen la realidad social, parroquial, pastoral, las actividades que realizan… y los retos y programaciones que tienen por delante. Durante el encuentro, se han ido desgranando los pasos dados en el estado de conservación del templo, las casas y los salones, con las obras realizadas y las pendientes. La responsable de la contabilidad también le ha mostrado el estado de la economía parroquial.
El siguiente paso ha sido presentar al arzobispo todas las acciones que la parroquia realiza para suscitar y renovar el encuentro con Jesús. La responsable de la pastoral con jóvenes le ha contado a Mons. Iceta todas las actividades para hacer más misionera nuestra comunidad: salida comunitaria, cena del hambre, domingo de la comunidad, acampada… En definitiva, maneras de hacer presente en el mundo el Reino de Dios.
Termine poniendo la oscuridad de la desvinculación sentida después de la pandemia y la desesperanza por la merma del número de niños/as en los procesos catequéticos.
En el diálogo, el arzobispo ha animado a la parroquia a seguir viviendo la comunión de bienes y la autofinanciación. También les ha hecho una llamada esperanzada para seguir caminando por las cañadas oscuras de desvinculación, la disminución, la polarización, la posverdad, la incertidumbre social y eclesial… «porque Tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan» (Sal 22).
Tercera jornada de la visita pastoral: misa y confirmaciones
El domingo, 5 de noviembre, ha sido el día de la misa estacional, de la confirmación de 20 adolescentes y del encuentro personal en torno a un vino español.
La misa ha comenzado a las 12:30h, siendo una acción de gracias por los dones y frutos del Espíritu que hacen vivir a la comunidad como discípulos y misioneros; una oración de petición por los 20 adolescentes; una súplica por la paz, por la Iglesia diocesana y por nuestra comunidad. Ha sido una celebración con un clima de mucha participación y silencio.
Tras concluir la celebración eucarística, y participar en un photocall lleno de alegría y encuentros, los participantes pasaron al salón parroquial para compartir un vino español, en el que Mons. Iceta tomó el lugar del que sirve.