Castrillo de Murcia revive su fiesta eucarística del Colacho

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El arzobispo, don Mario Iceta, fue el encargado de presidir ayer la eucaristía y procesión del Corpus Christi en Castrillo de Murcia, uno de los rincones de la provincia donde más arraigo popular tiene esta solemnidad. Desde el pasado miércoles, el sonido del atabal –una suerte de gran bombo–, llama al pueblo a la oración, mientras un personaje bufonesco, ataviado con llamativos colores y un zurriago y unas castañuelas, intenta impedirlo.

 

La fiesta del Colacho tiene como objetivo honrar a Jesús Sacramentado en la fiesta del Corpus Christi. Con esta finalidad se ha venido repitiendo desde que en 1621 se creara la cofradía del Santísimo Sacramento de ‘Minerva’, llamada así por ser hija de la fundada en Roma en la basílica del mismo nombre. Sin embargo, con toda probabilidad la fiesta se celebrara desde tiempo atrás, cuando los castrillenses tomaron esta figura popular –similar a la de los ‘tetines’ de la capital– para ensalzar la presencia sacramental de Cristo en la eucaristía en oposición a la reforma luterana. Cada tercer domingo de mes, los miembros de esta cofradía se reúnen en la iglesia para celebrar la misa y participar a una procesión eucarística por el interior del templo.

 

Escucha el podcast de ‘El Espejo’ de Cope Burgos sobre el Colacho

 

Juan Pablo Calvo es el responsable de interpretar este año la figura del Colacho. Para él, vestir la máscara amarilla supone «una ilusión hecha realidad», que le permitirá vivir la fiesta «con una intensidad profunda». «Es una satisfacción muy grande», explica. Además de burlar el sonido del atabal, recorrerá el pueblo persiguiendo a vecinos y visitantes en las numerosas «vueltas» que configuran el programa de fiestas.

 

Aunque, sin duda alguna, el punto álgido de la fiesta tendrá lugar el próximo domingo. Ese día, se desarrolla una gran procesión eucarística por el pueblo, adornado con mimo por los vecinos. El camino está lleno de colchones donde las mamás –no sin cierto temor– reclinan a los niños nacidos durante el último año, como el mejor de los frutos que puede ofrecer el pueblo a Dios. El Santísimo los bendecirá desde la custodia después de que el Colacho salte por encima de ellos huyendo de la bendición que tanto le irrita. Una responsabilidad para la que Juan Pablo se ha preparado durante los últimos meses: «Hay mucho respeto».

 

Calvo se ha preparado últimamente para ejercitar su salto. Entrena «saltando todo» lo que pilla, aunque los palés han sido su principal opción. «La presión de tener a los niños abajo existe, pero con respeto es más fácil hacerlo», comenta.

 

Su cuñado, Jorge Rodrigo, es el otro protagonista de la fiesta. Con una mazas golpea el atabal, que produce un sonido «potente, atávico, similar al del corazón». Aunque él no es castrillense, vive la tradición gracias a su esposa, que le metió el gusanillo por esta fiesta popular. «Para mí es un honor ser atabalero», explica recordando que ha tumbado a todos sus hijos en esta fiesta.

Mons. Iceta, ‘comisario pontificio’ de Belorado: «Mi tarea es ayudar»

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La Santa Sede ha nombrado «comisario pontificio ad nutum Sanctae Sedis» de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio a mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa. Así lo adelantó ayer el nuncio de Su Santidad en España, mons. Bernardito Auza, y así lo ha hecho público esta mañana el propio arzobispo en rueda de prensa. Se trata de un nombramiento que le otorga todos los derechos y deberes que el Derecho universal de la Iglesia y el Derecho propio del Instituto atribuyen al Superior Mayor y a su Consejo, incluida la representación legal en el ámbito civil.

 

El nombramiento se produce como respuesta a una petición de ayuda que la federación clarisa de Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenece el monasterio beliforano, solicitó a la Santa Sede. Se ha hecho público el día en que expira la responsabilidad de sor Isabel como abadesa del monasterio de la Bretonera. Precisamente anoche, se remitió un burofax a la hasta ahora abadesa comunicándole la finalización de su mandato y el nombramiento del comisario pontificio, con efectos inmediatos. Un nombramiento que le otorga poder total, superior al de la abadesa y el consejo del monasterio, respecto a todas sus competencias y atribuciones.

 

«Mi tarea es ayudar; ayudar al monasterio y ayudar a la federación», ha declarado el arzobispo. Y aunque sea un «nombramiento unipersonal» ha asegurado que «actuará de modo colegial», buscando siempre «el diálogo abierto». Para ello, él mismo encabezará una comisión gestora que contará con la asistencia de la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, la madre Javier Soto, y su secretaria federal, Carmen Ruiz, que velarán por el cuidado de la comunidad. Junto a ellas, el vicario judicial de la archidiócesis, Donato Miguel Gómez, se encargará de las cuestiones en el ámbito canónico, mientras que el director de Asuntos Jurídicos del Arzobispado, Rodrigo Sáiz, coordinará los aspectos relativos al ámbito civil. También contarán con la colaboración de un despacho profesional para la administración de los monasterios y sus bienes y se encargará la realización de una auditoría y un inventario. Asimismo, y si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos profesionales de servicios jurídicos, en materia civil, fiscal o penal.

 

Sin tiempo y con delicadeza

 

El nombramiento se produce «ad nutum», «hasta que la voluntad de la Santa Sede sea otra», haciendo que el comisario actúe en nombre del Santo Padre, de quien depende en última instancia el cenobio beliforano. El arzobispo no se plantea ni tiempos ni plazos para lograr revertir la decisión de las religiosas de abandonar la Iglesia católica, como expresaron en un manifiesto y «sigue orando» para lograrlo.

 

«Queremos ser delicados con las personas y actuar con prudencia. No tenemos prisa, queremos ir paso a paso», ha declarado. «Las hermanas merecen el máximo respeto y consideración. Transcurrido un tiempo prudencial, de modo personal, se requerirá que cada una de ellas exprese su voluntad de continuar o no perteneciendo a la Iglesia», ha detallado. De no dar marcha atrás, su decisión las situaría, por decisión libre y personal, al margen de la comunión eclesial, con la consecuente declaración de excomunión ‘latae sententiae’. «Confiamos vivamente en que no sea necesario llegar a este extremo».

 

La comisión gestora también velará «de forma prioritaria» por el bienestar de las hermanas mayores. «Tenemos constancia del cuidado esmerado que les ofrecen, aunque nos aflige que no estén recibiendo la atención espiritual congruente con la fe católica que siempre han amado y profesado».

 

Además del diálogo con las religiosas, la comisión gestora plantea algunas medidas a adoptar. Entre ellas, la prohibición de acceso y permanencia en los monasterios y todos sus inmuebles a Pablo de Rojas y José Ceacero y cualquier otra persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol, a quienes el arzobispo ha expresado «perdonar», evitando responder a las descalificaciones vertidas contra él.

 

Por último, el comisario pontificio ha recordado que los monasterios, sus propiedades y bienes son bienes eclesiásticos y pertenecen a la comunidad como entidad jurídica, no a sus miembros en cuanto personas físicas. «Si se llegara a decretar la supresión de los monasterios, por no poder cumplir lo establecido en la Instrucción sobre la vida contemplativa (denominada Cor Orans), todos sus bienes quedarían en el ámbito de la Federación de las Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, conforme a sus estatutos».

Nombramiento del arzobispo de Burgos como comisario pontificio para los monasterios de Belorado, Orduña y Derio

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Hoy, día 29 de mayo de 2024, expira el nombramiento de Sor Isabel como abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado. Y este día era el acordado previamente con el Delegado episcopal para la vida consagrada para la elección de la nueva abadesa.

 

Esto acontece tras la declaración el 13 de mayo de 2024 de Sor Isabel (que manifiesta hacerlo en nombre de toda la comunidad) de abandonar la Iglesia católica, firmando un documento de abandono formal, un denominado “manifiesto católico” y situándose bajo la jurisdicción del Sr. Pablo de Rojas, con una solicitud firmada por la propia abadesa el 8 de mayo y aceptada por el Sr. Pablo de Rojas el 10 de mayo de 2024.

 

Ante esta situación, la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenecen estos Monasterios, solicita la ayuda de la Santa Sede, quien a su vez nombra a D. Mario Iceta Gavicagogeascoa Comisario Pontificio ad nutum Sanctae Sedis, otorgándole todos los derechos y deberes que el Derecho universal de la Iglesia y el Derecho propio del Instituto atribuyen al Superior Mayor y a su Consejo, incluida la representación legal en el ámbito civil.

 

Para el desempeño de este encargo de la Santa Sede, el Comisario Pontificio nombra una Comisión gestora compuesta por el propio Comisario, la  Presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu y su Secretaria Federal (que velarán por el cuidado de la comunidad), el Vicario Judicial de la Archidiócesis de Burgos (que se encargará de las cuestiones en el ámbito canónico) y el Director de Asuntos Jurídicos del Arzobispado de Burgos (que coordinará los aspectos concernientes al ámbito civil). Contarán con la colaboración del Delegado episcopal para la vida consagrada y de los capellanes del Monasterio.

 

Para este cometido, se pedirá la colaboración de un despacho profesional para la administración de los Monasterios y sus bienes y se encargará la realización de una auditoría y un inventario.

 

Asimismo, si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos profesionales de servicios jurídicos, en materia civil, fiscal o penal.

 

A última hora de la tarde de ayer, se remitió un burofax a Sor Isabel comunicándole la finalización de su mandato y el nombramiento del Comisario Pontificio, con efectos inmediatos.

 

Asimismo, se prohibirá expresamente el acceso y permanencia en los Monasterios y todos sus inmuebles de los Sres. Pablo de Rojas y José Ceacero y cualquier otra persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol.

 

Las hermanas merecen el máximo respeto y consideración. Transcurrido un tiempo prudencial, de modo personal, se requerirá que cada una de ellas exprese su voluntad de continuar o no perteneciendo a la Iglesia católica.

 

La renuncia expresa y pública de abandono de la Iglesia católica las situaría, por decisión libre y personal, al margen de la comunión eclesial. Ello conlleva el inicio del procedimiento canónico correspondiente. La consecuencia prevista por el Derecho canónico, en caso de no deponer su decisión, concluiría con la declaración de excomunión latae sententiae, que lleva consigo la expulsión de la vida consagrada. Confiamos vivamente en que no sea necesario llegar a este extremo.

 

Es nuestra preocupación, asimismo, velar por el bienestar de las hermanas mayores. Tenemos constancia del cuidado esmerado que les ofrecen, aunque nos aflige que no estén recibiendo la atención espiritual congruente con la fe católica que siempre han amado y profesado, y será una cuestión prioritaria que habrá que abordar.

 

Debemos recordar que los Monasterios, sus propiedades y bienes son bienes eclesiásticos y pertenecen a la comunidad como entidad jurídica, no a sus miembros en cuanto personas físicas. Hay que hacer notar que, si se llegara a decretar la supresión de los Monasterios, por no poder cumplir lo establecido en la Instrucción sobre la vida contemplativa (denominada Cor Orans), todos sus bienes quedarían en el ámbito de la Federación de las Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, conforme a sus estatutos.

 

Seguimos orando, y nos consta que lo están haciendo muchas personas y comunidades, para que las hermanas reconsideren su decisión y encuentren el camino de retorno a casa. La Iglesia las espera con entrañas de misericordia.

 

Se han comunicado estas medidas al Nuncio Apostólico, al Presidente y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, al Presidente de la Comisión Episcopal Vida Consagrada y a los obispos de Vitoria y Bilbao.

La CEE reconoce el trabajo de la archidiócesis de Burgos en la iniciativa ‘Expedición 4.0 al Medievo’

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Esta mañana el edificio Sedes Sapientae de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha acogido la entrega de los galardones Iglesia Sostenible. Los cuales consisten en un reconocimiento de la Iglesia a la Conservación y Difusión del Patrimonio Religioso por las comunidades cristianas. La archidiócesis de Burgos ha sido galardonada en la categoría de proyecto interdiocesano.

 

La archidiócesis de Burgos, junto con otras siete diócesis españolas, ha presentado el proyecto Expedición 4.0 al Medievo al programa nacional de Experiencias Turismo que convocó estos meses pasados el Ministerio de Turismo, Industria y Comercio. «Está financiado con los fondos Next Generation, provenientes de la Unión Europea», nos informa el delegado adjunto de Patrimonio de la archidiócesis de Burgos Cecilio Adrián Haro.

 

Este proyecto cultural, en el que inicialmente se solicitó un millón de euros, se propone conectar territorios muy diversos, permitiendo crear rutas para recorrer ocho comunidades autónomas –con diversidad cultural, distintas tradiciones, paisajes muy diferentes– poniendo en relación a ciudades y poblaciones con zonas de menor población, enclavadas en el ámbito rural. En el que a última instancia se le ha concedido la cuantía de 699,997.90 Euros que deberán repartirse estas ocho diócesis españolas.

 

«El proyecto Expedición 4.0 al Medievo es ilusionante. Ha sido un esfuerzo titánico. No es fácil sacar adelante un proyecto donde están implicadas ocho comunidades autónomas a la vez. Sin duda, ha sido posible gracias a un amplio equipo que engloba varias disciplinas donde han participado abogados, historiadores, directores, archiveros y directores de museos, en definitiva, responsables del patrimonio religioso», afirma Haro.

 

En el caso del Arlanza-Oeste, este proyecto está capitaneado por el sacerdote diocesano Cecilio Adrián Haro, quién además de ser párroco de varias localidades es delegado adjunto de Patrimonio de la archidiócesis burgalesa. Formado académicamente en la Universidad de Burgos en el Grado de Historia y Patrimonio y en el Máster de Patrimonio y Comunicación de la misma universidad. Es también licenciado en Bienes Culturales de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma. Haro ha sido capaz de crear un equipo interdisciplinario de colaboradores para desarrollar este proyecto en el valle del Arlanza. Para ello, la empresa encargada de pilotar la parte tecnológica en estos cuatro templos es JG DELVAL S.L. que deberá crear una ruta turística multisensorial, inmersiva, sostenible, eficiente energéticamente, amena y accesible a todas las personas que visiten la colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias; iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Villahoz; iglesia de San Miguel de Mahamud; y la colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Santa María del Campo. Sin duda, supondrá una mejora de la accesibilidad tecnológica para fomentar la interactividad de las personas y acceso igualitario a los recursos inclusivo y perspectiva de género en la comarca del Arlanza.

 

Desde la propia dirección del proyecto, aseguran que «la aplicación de la tecnología nos va a permitir realizar un viaje en el tiempo y retrotraernos hasta la era medieval para conectar con el espíritu y el alma de aquella época, con sus luces y sus sombras, sus mitos y sus leyendas, su historia y sus realidades. Las tradiciones, las devociones, la religiosidad popular, la gastronomía, la música y las fiestas son parte del patrimonio inmaterial que hunde muchas de sus raíces en el medievo. Los conflictos y la convivencia de tres culturas y tres religiones en esa época se han reflejado en los usos y costumbres, la gastronomía, la espiritualidad, el arte, la arquitectura e incluso en el urbanismo».

 

«Vamos a dejar que los edificios, testigos de la historia, sean los que nos relaten cómo se ha configurado el espacio en torno a ellos, cómo han sufrido los embates de la historia y las inclemencias del tiempo, cómo se han reutilizado y reconstruido hasta llegar a nuestros días. Con este proyecto queremos dotar a estos edificios de un valor experiencial añadido, para conocer la forma de vida y la historia de las personas, hombres y mujeres, que vivieron en la época en que se construyeron o reutilizaron los edificios», continúa Haro.

 

Sin ningún tipo de duda, la archidiócesis burgalesa está apostando por la apertura a la sociedad de su patrimonio histórico artístico religioso. Lo que hace que sea una de las señas de identidad de este proyecto que, con una perspectiva innovadora e integradora, tiene como objetivo la creación de redes interdiocesanas y la integración en redes culturales y turísticas, colaborando con las administraciones locales, autonómicas y estatales.

 

La archidiócesis de Burgos se ha planteado la revitalización del Arlanza-Oeste. En la que se pretende crear una red de experiencias en las que el patrimonio cultural religioso sea el protagonista. Además, de realizar ofertas culturales y turísticas con otras entidades locales, destinadas a distintos tipos de público, respetando la función pastoral y cultural de los bienes culturales de naturaleza religiosa. Y así, vincular estas ofertas con rutas ya creadas y crear rutas nuevas que den coherencia al proyecto. En definitiva, favoreciendo la sostenibilidad social, económica y medioambiental en la gestión del proyecto y ofreciendo oportunidades para el desarrollo local, la cohesión social y territorial.

 

Uno de los primeros frutos más inmediatos de este proyecto son las nuevas iluminaciones de los retablos mayores de la colegiata de Santa María del Campo y de la iglesia de San Miguel de Mahamud, que ha realizado la empresa SONLECA, S.L. para estas iglesias que poseen la máxima protección como BIC. Además, se ha procedido a la limpieza y mantenimiento del claustro gótico de Santa María del Campo con una red anti-palomas para que el turista pueda disfrutar al máximo de dicho espacio. Y se ha procedido a la apertura al turismo a la torre renacentista de Diego de Siloé, previa reserva. Por último, en la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción de Villahoz se va a realizar una pequeña restauración de mejora en las puertas del templo.

Caminando y orando a la Virgen por los pueblos del arciprestazgo de Amaya

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Un nutrido grupo de laicos del arciprestazgo de Amaya ha organizado, durante los sábados del mes de mayo, dedicado a la Virgen María, una serie de rosarios en pueblos de la provincia. El grupo ha rezado la oración mariana mientras caminaba desde la ermita del pueblo en cuestión.

 

Es una forma de responder a la propuesta 45 del Documento Final de la Asamblea Diocesana, que dice: «Dar a conocer y seguir apoyando las realidades de oración en grupo y fomentar nuevas propuestas, con diversas opciones, para avivar nuestra fe». Y en su número 160, la actitud: «Sensibilizarnos todos los creyentes en una apertura a la movilidad y a la diocesaneidad, superando los personalismos individualistas y los parroquialismos sin presente ni futuro».

 

Esto es lo que se  ha vivido en el mes de mayo, por tercer año consecutivo, entre los pueblos de Hontanas, Castellanos de Castro, Castrillo de Murcia, Yudego y Villandiego. Cada sábado del mes de María, laicos de los cinco pueblos se reúnen para orar con el rosario a la Virgen, partiendo de cada una de sus ermitas. Hay tiempo para el encuentro, los saludos, para compartir la vida y la fe. Abiertos a desplazarse a otros pueblos vecinos, dispuestos a acoger a los que les visitan y sobre todo, a testimoniar una vida enraizada en la fe. Y este año por iniciativa de los laicos de los distintos pueblos, asumiendo ellos la organización. Una acción que da vida a las comunidades rurales.