Burgos celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente con un gesto público y una vigilia de oración

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La Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente en Burgos ha organizado los actos para celebrar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que se celebra este 7 de octubre. La entidad –integrada por la Vicaría de Pastoral, las delegaciones de Familia y Vida, Pastoral del Trabajo, Pastoral Penitenciaria, Pastoral para las Migraciones y la Movilidad Humana, Pastoral Gitana, Laicado, el Secretariado para la Prevención y la Protección contra la Trata de Personas, y los departamentos de Promoción de la Ecología Integral y Formación Sociopolítica, así como por Acción Católica General, Cáritas Diocesana, Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Encuentro y Solidaridad, Promoción Solidaria, Justicia y Paz, Comunidades de Vida Cristiana (CVX) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)– ha organizado un gesto público y una vigilia de oración.

 

El gesto público ha tenido lugar en el Arco de Santa María de la capital, con una representación del cuadro El cuarto estado de Giuseppe Pelliza, con el que se pretendía reafirmar el compromiso de los participantes por la dignidad y el cuidado de todas las personas trabajadoras en todo el mundo. Posteriormente, los participantes han acudido a la parroquia de Santa Águeda, donde se ha realizado una vigilia de oración con testimonios de trabajadores migrantes y en situación de precariedad.

 

Esta celebración es un momento para reflexionar sobre el camino realizado juntos, y sobre los desafíos que aún hay por delante en la búsqueda de la justicia social y de un trabajo decente, donde «el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida» (Evangelii Gaudium,192).

Promoción de la Ecología Integral participa en una vigilia ecuménica por el Tiempo de la Creación

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El Departamento para la Promoción de la Ecología Integral de la archidiócesis de Burgos ha participado en una vigilia ecuménica de oración por el cuidado de la Creación. Ha sido este pasado martes, 1 de octubre, en el templo de la Iglesia Evangélica Comunidades Unidas Anabautistas de Burgos. El tema de la oración ha sido Esperanzar y actuar con la Creación, tema de este año para el Tiempo de la Creación, y como símbolo se ha utilizado el ‘Las primicias de la esperanza, inspirados en Rom 8:19-25.

 

A la vigilia acudieron cerca de un centenar de cristianos de diferentes confesiones. Se ha utilizado la guía de celebración elaborada por los miembros del Comité Ecuménico del Tiempo de la Creación. Ha animado la vigilia un coro con cantos elegidos para la ocasión y, como gesto, se han proyectado varios vídeos, entre ellos el que alienta el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles que promueve el Movimiento Laudato Si’.

 

Tiempo de la Creación

El Tiempo de la Creación tiene lugar cada año del 1 de septiembre al 4 de octubre. Durante dicho tiempo, los 2.200 millones de personas cristianas de todo el mundo son invitadas a orar y a cuidar de la Creación. El Tiempo de la Creación es una forma de unir a la familia cristiana mundial en torno a un propósito común, a la vez que ofrece la oportunidad de celebrar oraciones conjuntas y participar en una variedad de acciones para el cuidado de la Creación.

 

Su origen está en la Iglesia ortodoxa, tras la decisión del patriarca ecuménico de Constantinopla Dimitrios I de proclamar el 1 de septiembre de 1989 Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación. En 2001, esta celebración fue acogida por otras importantes Iglesias cristianas europeas y, en 2015, el papa Francisco también decretó su celebración en la Iglesia católica.

 

Más recientemente, muchas Iglesias cristianas han comenzado a celebrar el Tiempo de la Creación, entre el 1 de septiembre (Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación) y el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís. Y es que el santo italiano es el autor del Cántico de las criaturas y está considerado el patrón de aquellos que promueven la ecología integral.

«Desde el corazón de la Fundación Manjón y Palencia»

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Escucha aquí el mensaje de Mons. Iceta

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

A lo largo de la historia, nuestra archidiócesis de Burgos y la Iglesia en general han tenido siempre un interés muy especial por la educación: desde la implicación directa en una misión centrada en una formación integral de los alumnos, pasando por la inconmensurable labor de las familias y de los profesores, hasta la búsqueda de la excelencia en el trabajo.

 

Todos los cristianos, «en cuanto han sido regenerados por el agua y el Espíritu Santo y se llaman y son hijos de Dios, tienen derecho a la educación cristiana», afirma la declaración Gravissimum educationis, de san Pablo VI. Esta educación busca que los bautizados tomen conciencia del don de la fe y aprendan a adorar a Dios Padre en espíritu y en verdad, «adaptándose a vivir según el hombre nuevo en justicia y en santidad» y, así, «lleguen al hombre perfecto, en la edad de la plenitud de Cristo y contribuyan al crecimiento del Cuerpo Místico», tal y como relata la declaración.

 

Los más jóvenes son la esperanza viva de una Iglesia alegre (cf. Rm 12, 12) que nace del encuentro con Cristo, porque se saben amados hasta el extremo por Él. «Sólo si Dios me acoge y estoy seguro de ello», recordaba el Papa Francisco en su discurso a la Curia romana en diciembre de 2013, «sabré definitivamente que es bueno que yo exista» y que «es bueno existir como persona humana, incluso en tiempos difíciles».

 

Los niños son la esperanza fiel en medio de los dramas de la humanidad, son una puerta abierta a ese Dios que enciende una llama incombustible de amor en el corazón de quienes deciden descansar en su mirada. Y la educación es, sin lugar a dudas, la puerta principal para crear una cohesión social indeleble con cada uno de ellos.

 

En este sentido, quiero destacar la labor de la Fundación Manjón-Palencia, entidad que aúna cinco colegios diocesanos más el colegio del Círculo Católico de Obreros de Burgos, y que arranca un nuevo curso junto a 5.000 alumnos que deciden formarse en sus centros.

 

En el año 2021 determinamos crear una fundación canónica que asumiera la responsabilidad sobre estos colegios para una mejor consecución de los fines para los que fueron creados. Así, esta fundación se puso bajo el patrocinio de Don Andrés Manjón y del Beato Valentín Palencia, que dedicaron su vida al mundo de la educación y fueron pioneros en este campo.

 

El objetivo primordial de estos centros diocesanos, conformados también por casi medio millar de profesionales entre docentes y personal colaborador, es que los niños –más allá de su situación social, personal o familiar– reciban una educación integral en todas sus dimensiones, en excelencia y calidad. La esencia de estas escuelas católicas está formada por el colegio de María Madre – Politecnos, el colegio Apóstol San Pablo, el colegio San Pedro y San Felices, el colegio Santa María la Nueva y San José Artesano, el colegio Saldaña y el anteriormente citado Colegio del Círculo Católico.

 

El núcleo fundamental de la educación no es una cuestión tanto de metodología, sino sobre todo la puesta en juego de libertades: la del educando y la del educador, en un contexto de relación interpersonal, en el seno de una comunidad educativa. En este encuentro de libertades, en el acompañamiento que el educador y toda la comunidad educativa ofrecen al educando es donde éste va alcanzando su madurez. Es ésta la misión fundamental de la tarea educativa: hacer surgir y modelar lo mejor de cada uno de nosotros, introducir al educando en el asombro de la realidad, en el contexto de una relación interpersonal, de un acompañamiento, de una amistad creativa, de un amor respetuoso que hace percibir el infinito que constituye cada persona y la plenitud a la que está llamada.

 

Es esencial que caminemos junto a nuestros alumnos para que alcancen la tan ansiada excelencia educativa, que seamos parte de sus pasos y sus procesos, y que nos dejemos tocar por sus fragilidades y anhelos para –con ellos– transformar la sociedad desde la perspectiva del humanismo cristiano.

 

Ponemos a todos los miembros que conforman la gran familia de la Fundación Manjón y Palencia en el corazón de la Virgen María, la primera educadora de Jesús. Que santa María, quien contribuyó –junto a san José– al crecimiento, la educación y el desarrollo del Hijo de Dios, ayude a nuestros niños y jóvenes a crecer «en sabiduría, en estatura y en gracia» (Lc 2, 52) para que esperen en el Señor caminando con alegría, siempre y sin jamás desfallecer (cf. Is 40, 31).

 

Con gran afecto, pido a Dios que os bendiga.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos

El Consejo Pastoral Diocesano se pone en «modo acompañamiento» con la vista puesta en el Jubileo 2025

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Este sábado, el Seminario de San José ha acogido el primer Consejo Pastoral Diocesano del curso. Presidido por el arzobispo, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha contado con dos caras nuevas entre sus miembros, la del nuevo arcipreste de San Juan de Ortega, Heriberto García, y la de la representante de la Delegación para la Vida Consagrada, Claire Marie Stubbemann.

 

Tras la oración, que en esta ocasión han preparado los representantes del arciprestazgo de Burgos-Gamonal, el arzobispo ha dado la bienvenida a los participantes y el vicario de Pastoral, José Luis Lastra, ha introducido los temas que se iban a tratar en el orden del día. Tras ello, los miembros han votado la aprobación del acta anterior.

 

Los primeros asuntos que se han abordado han sido temas de seguimiento como las sugerencias a las Orientaciones pastorales para el mundo rural, en las que el vicario Territorial, Julio Alonso, ha informado de la preparación de un plan para poner en práctica esas orientaciones, y trabajarlo en los equipos de sacerdotes y en el Consejo Pastoral Arciprestal, de forma que las conclusiones de esos trabajos «se puedan incluir en las programaciones pastorales».

 

El vicario de Pastoral también ha abordado las prioridades pastorales para este curso, que ya se mostraron en la Jornada Diocesana de Formación. En ese sentido, se ha hecho un resumen de las propuestas sobre acompañamiento realizadas en los talleres de la Jornada, destacando el espíritu positivo, la asistencia completa a los talleres (excepto el de acompañamiento vocacional), y la dificultad para concretar nuevas propuestas.

 

Acompañamiento en la iniciación cristiana: «Son casos más comunes de lo que parece»

El director del Secretariado para el Catecumenado, José María Martínez, ha presentado el borrador de unas orientaciones para el acompañamiento en la iniciación cristiana a los adultos, jóvenes y niños en edad catequética que soliciten el bautismo. «Son casos más comunes de lo que parece. Es una situación nueva, porque antes no era común que llegara un niño sin bautizar, y menos un adulto», ha señalado, lo que a su juicio supone que «ha llegado el momento de que los sacerdotes nos tomemos en serio el catecumenado como realidad pastoral presente y futura».

 

En ese sentido, el arzobispo ha recordado que el lugar de la iniciación cristiana «debe ser la parroquia. Las parroquias pueden formar a sus catequistas en la Facultad de Teología, que hay un curso para ello y salen con título. Ojalá todas las parroquias formaran a sus catequistas, y tuvieran a alguno especialmente para acompañar a los catecúmenos adultos».

 

Antes de la pausa para el café, también se han abordado temas de seguimiento, como el próximo Encuentro Pastoral Diocesano, que tendrá lugar en Lerma el próximo sábado, 9 de noviembre; el Congreso Nacional de Vocaciones, que se celebrará en la Casa de Campo de Madrid, entre el 7 y el 9 de febrero y en el que podrán participar hasta 28 personas de la archidiócesis; la Campaña Diocesana sobre la Economía del Bien Común, que comenzará el próximo 17 de octubre con una conferencia del profesor Enrique Lluch; y la actualización de lo que acontece en el Sínodo, con la intención de que las comunidades recen por él y ofrezcan una misa.

 

Jubileo 2025

Tras el descanso, el vicario general de la archidiócesis y presidente de la Comisión Preparatoria del Jubileo 2025 en Burgos, Carlos Izquierdo, ha presentado los trabajos que se están llevando a cabo para organizar las actividades que la archidiócesis va a llevar a cabo durante el próximo año. En ese sentido, Izquierdo, que primero ha desgranado las claves de la Bula del papa Francisco en la que convoca el Jubileo, ha destacado que se inaugurará el próximo 24 de diciembre en Roma y, posteriormente, se hará una celebración diocesana en todo el mundo el 29 de diciembre. En Burgos, será en la Catedral a las 17:00h.

 

Desde el Departamento de Peregrinaciones se han organizado cuatro peregrinaciones a Roma, para participar en el Jubileo: del 30 de enero al 2 de febrero, del 1 al 4 de mayo, del 21 al 24 de agosto y del 3 al 10 de noviembre. El vicario general también ha explicado que el Jubileo lleva implícita una transformación del corazón y, por ello, se va a pedir una aportación económica durante los diversos actos y actividades del Jubileo destinada a las mujeres víctimas de trata.

 

La celebración del Jubileo también va a ofrecer una viaje diocesano a Córdoba, con motivo del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, del que Osio de Córdoba fue relator, así como una celebración penitencial, una celebración en torno a la solemnidad de Pentecostés y materiales catequéticos sobre el sentido de las indulgencias.

 

Además, este Jubileo universal coincide en el tiempo con la celebración de los 950 años del traslado de la Sede Episcopal de Oca a Burgos. Eso va a suponer también la celebración de tres exposiciones, la reforma del edificio de la Facultad de Teología y un concierto en la plaza del Rey San Fernando.

El curso arranca «con movimiento» en los colegios de la Fundación Manjón-Palencia

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‘Muévete’ es el lema elegido por los responsables de la Fundación Manjón-Palencia para las acciones pastorales de este nuevo curso que comienza. Y moverse es lo que ha hecho la pequeña representación de alumnos –cerca de 200 de los 4.656 alumnos que suman– en la mañana de este viernes en la plaza de Santa María. Con la presencia del arzobispo, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, los alumnos de los colegios Visitación de Ntra. Sra. – Saldaña, San Pablo, San Pedro y San Felices, María Madre – Politecnos y San José Artesano – Santa María la Nueva, así como los del Colegio Círculo Católico, también adherido a la Fundación, han cantado y bailado al ritmo de la canción de este curso, interpretada para la ocasión por una profesora de uno de los centros.

 

En sus palabras, el arzobispo ha asegurado que «hay que moverse. Comienza un nuevo curso y es una gran oportunidad para crecer». Mons. Iceta también ha hecho referencia al lema del Jubileo Universal 2025, Peregrinos de esperanza, que es lo que ha inspirado el leitmotiv elegido por la Fundación Manjón-Palencia para este curso, y ha preguntado a los alumnos si sabían lo que es un peregrino, y les ha explicado que es «una persona que va al encuentro de Jesús».

 

También ha señalado como la Virgen María es «Madre de Esperanza», y ante la imagen de la Virgen que ha presidido el acto, en la cima de las escaleras que dan acceso a la Catedral, ha invitado a los alumnos a poner el curso en manos de María rezando junto a él un avemaría.

 

Tras ello, un grupo de alumnos de los colegios diocesanos han leído una serie de reflexiones en torno al lema y, para concluir, el coordinador de Pastoral de la Fundación, el sacerdote Félix Diez Diez, ha tomado la palabra para agradecer la presencia de todos los alumnos. El acto ha concluido con la canción María, mírame, que ha sonado mientras los participantes en el acto se juntaban en torno a la imagen de la Virgen para hacerse una foto de grupo.