Ecología Integral retira la «basuraleza» del bosque de Villafría

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Ecología Integral retira la «basuraleza» del bosque de Villafría

 

En la mañana del domingo, 1 de diciembre, un grupo de unas 20 personas, entre los que se encontraban miembros del Departamento para la Promoción de la Ecología Integral de la archidiócesis y del Programa de Personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Burgos han acudido al bosque de Villafría, el único bosque autóctono que tiene la ciudad de Burgos. Este espacio comprende algo más de 25 hectáreas y fue cedido en 1920 por la ciudad de Burgos al Ejército del Aire, con el objetivo de que instalara allí un aeródromo y acuartelamientos. En el 2001, el terreno volvió a propiedad municipal.

 

Los participantes han acudido a la cita atraídos por la iniciativa del servicio de medio ambiente y salud municipal para hacer una limpieza del monte, «retirar basuraleza», decía el cartel que lo anunciaba. La responsable de la actividad, Juana Manrique Manero, les ha dado la bienvenida y les ha propuesto dar un paseo por el bosque.

 

A medida que los participantes se internaban en el bosque, la responsable les ha ido explicando algunos datos históricos, geográficos, botánicos y por supuesto medio ambientales. Las especies más abundantes son la encina, quejigo y roble, también están presente fresnos y olmos.

 

Las dos primeras especies –encina y quejigo– tuvieron una gran importancia para cría ganadera porque sus frutos, las bellotas, constituían una importante fuente de alimentación para el ganado, pero además, sobre estas especies se llevaba a cabo un tipo de poda, a «horca y pendón» –aún hoy se puede apreciar en algunos árboles–, que permitía el crecimiento de hierba en sus suelos.

 

Otro árbol de interés ganadero es el fresno, cuyas finas hojas son muy apreciadas por los animales y, por esa razón, recibían un tipo de poda, llamada «uña de gato», que permitía que el árbol desarrollara ramas con más hojas nuevas.

 

Esta actividad ganadera en el bosque suponía unos ingresos económicos para la ciudad y por ello existía un fielato, cuyo edificio todavía sigue en pie, para el cobro a los ganaderos.

 

Pero este bosque de Villafría se encuentra amenazado tanto en su interior como en el perímetro exterior por innumerables objetos y productos que la acción humana lleva a cabo, consciente e inconscientemente. Los participantes en esta actividad han recogido muchos de estos objetos en bolsas y las han depositado en los contenedores que existen en el propio recinto.

Los profesores de Religión «preparan la cuna a Jesús»

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La Delegación para la Educación de la archidiócesis de Burgos ha organizado un retiro con motivo del tiempo de Adviento que acaba de comenzar. Titulado Preparando nuestra cuna para Jesús, este retiro ha estado animado por el sacerdote Eduardo Dorado Pardo, y en él han participado cerca de una veintena de profesores de Religión de la provincia.

 

En él, ha recordado que el Adviento «tiene una triple índole: recordar, celebrar y esperar la venida de Jesús». Los participantes en el retiro también pudieron analizar las actitudes básicas a tener en cuenta en las cuatro semanas que dura este tiempo litúrgico: que es «un tiempo de conversión, que tenemos la que tener la necesidad de ser salvados, que tenemos que tener sed del Dios que viene y vivir en la alegría».

 

En el retiro, Dorado también ha ofrecido una reflexión sobre los cuatro domingos que vienen: «Con el Evangelio de Lucas, en el I Domingo, vive atento y despierto. En el II Domingo vemos cómo la Palabra de Dios cala en la historia, con Juan el Bautista y con María en la Anunciación. En el III Domingo, el domingo gaudete, podemos contemplar la alegría, el regocijo de que Jesús está cerca. Y en el IV Domingo, el último, breve pero intenso, vemos a dos mujeres creyentes, Isabel y María. De ellas aprendemos cómo tenemos que ponernos en camino, porque María es la madre del Señor, la creyente, la evangelizadora y la portadora de esperanza».

 

Por lo tanto, para el sacerdote, en este Adviento las conclusiones para preparar bien la cuna a Jesús son «estar despiertos, desembotar el alma, vivir cada día con ojos nuevos, también confiando y haciendo que los demás confíen y, sobre todo, recordando que nada es imposible para Dios». Pero, lo más importante, a juicio de Dorado, es «vivir desde la alegría que da el Señor, siendo peregrinos de esperanza en nuestra historia concreta de cada día, en la que Dios nos llama a hacer el bien, a ser felices y hacer felices a los demás», concluye.

El arciprestazgo de Vega profundiza en el Primer Anuncio

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Alrededor de 40 personas del arciprestazgo de Burgos-Vega, se han dado cita en la parroquia de San Julián Obispo el pasado sábado, 30 de noviembre, para seguir profundizando y dando pasos con respecto al Primer Anuncio y la conversión pastoral de las parroquias.

 

El encuentro ha contado con la presencia de José Antonio Cano, miembro del área de Primer Anuncio de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y consiliario nacional de la Acción Católica General. El día anterior, además, compartió un rato de diálogo y formación con los sacerdotes del arciprestazgo que resultó bastante iluminador.

 

El encuentro ha comenzado con una cálida bienvenida y acogida para posteriormente seguir con la primera parte de la mañana, donde se ha clarificado a los participantes lo que es el Primer Anuncio y cómo tienen que hacerlo en sus ambientes y en sus parroquias a nivel personal y comunitario. También se han ofrecido ejemplos concretos en los que se destacaba que el Primer Anuncio se realiza de persona a persona, es decir, que se trata de un ‘tú a tú’.

 

Tras la pausa para el café, Cano también ha animado a los participantes a organizar experiencias comunitarias de Primer Anuncio, presentando los Encuentros de Primer Anuncio ‘Cuatro40’ y su posterior acompañamiento e inserción en las parroquias. Finalmente, el ponente ha animado a los asistentes a formar equipos de evangelización en cada una de las comunidades del arciprestazgo para que el Primer Anuncio sea no una cosa más dentro de la parroquia, sino «la cosa sobre la que pivote toda la pastoral», consiguiendo así que las comunidades sean más misioneras y evangelizadoras.

 

Los asistentes a este encuentro de formación han salido realmente ilusionados y motivados para comenzar esta tarea en sus parroquias correspondientes y así hacer realidad el mandato de Jesús de hacer discípulos a todos los pueblos.

Mons. Iceta continúa con su visita pastoral en Villagonzalo Pedernales y Arcos de la Llana

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Continúa la visita pastoral del arzobispo de Burgos al arciprestazgo de San Juan de Ortega con una parada en la unidad pastoral de Villagonzalo Pedernales y Arcos de la Llana. Una etapa que ha comenzado el pasado jueves, 28 de noviembre, con una visita de Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa a la residencia de ancianos Colisee de Villagonzalo Pedernales.

 

Después de saludar a los residentes, así como a los empleados del centro, el arzobispo, acompañado por su secretario particular, Carlos Azcona Albarrán, y por el párroco, José Álvarez Martínez, y el vicario territorial, Julio Andrés Alonso Mediavilla, ha presidido la misa en la residencia. Al terminar, se ha producido un momento de encuentro y conversación distendida con los usuarios de la residencia. Tras ello, ha aceptado la invitación a café de la directora de la residencia que, acompañada de su equipo, le ha mostrado las instalaciones. Mons. Iceta se ha interesado por el funcionamiento interno de la casa y por el estado de los residentes, que han agradecido al arzobispo la visita.

 

El domingo, 1 de diciembre, se ha producido la segunda parte de la visita pastoral a la unidad pastoral de Villagonzalo Pedernales y Arcos de la Llana. Esta segunda parte ha comenzado con un encuentro en la casa parroquial de Arcos, donde el arzobispo ha sido recibido por los sacerdotes que atienden esta unidad pastoral: José Álvarez, el párroco, y Román Ángel Pardo Manrique, el vicario parroquial. Después, en la iglesia parroquial, ha mantenido un rato de conversación con los niños de catequesis, con sus familias y con los catequistas. Tras ello, ha presidido la misa. En ella, ha propuesto a los niños y a los demás asistentes las cuatro palabras que hay que rezar internamente en el silencio de la comunión: «Gracias», «perdón», «ayúdame» y «Jesús, te quiero».

 

Al terminar la celebración en Arcos, el arzobispo se ha dirigido a Villagonzalo Pedernales, donde ha presidido otra celebración eucarística, dialogando también con los niños en la homilía sobre la paz que sólo Dios nos puede dar y el sentido del Adviento. Al final se ha hecho fotos con los asistentes en los dos lugares.

La discapacidad «no disminuye nuestra plena humanidad»

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Este domingo, el Secretariado de Pastoral para las Personas con Discapacidad de la archidiócesis de Burgos ha organizado una misa con motivo del Día Internacional de la Discapacidad que se celebra este martes, 3 de diciembre. La Iglesia en España se ha sumado a este día con el lema Todos juntos regalamos esperanza.

 

La celebración eucarística, que ha tenido lugar en la capilla de Santa Tecla de la catedral de Burgos, ha estado presidida por Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, y ha contado con la presencia de numerosas personas con discapacidad, algunas de las cuales han colaborado activamente, leyendo lecturas y la Oración de los Fieles. También ha participado una representación del Ayuntamiento de Burgos y de algunas de las asociaciones que trabajan con personas con discapacidad en Burgos. La misa contaba con una intérprete en Lengua de Signos Española (LSE) de ARANSBUR.

 

En el comienzo del nuevo año litúrgico, Mons. Iceta ha reflexionado sobre las tres venidas de Cristo, recordando que «Dios nos visita cada día», tal como señaló San Bernardo. Ha invitado a los fieles a evitar que las preocupaciones de la vida emboten el corazón y los alejen de la presencia divina, destacando la necesidad de serenidad en un mundo marcado por la ansiedad y la falta de sentido. «Cuando ponemos nuestra vida en las manos del Señor, se calman todos los miedos; esa es la verdadera esperanza», ha afirmado.

 

El arzobispo ha subrayado también la importancia de la transformación interior como medio para alcanzar la justicia y la paz. «El hombre por sí solo no es capaz de traer ni la paz ni la justicia de modo definitivo», ha apuntado, destacando que esta renovación sólo puede lograrse a través de la gracia de Dios.

 

Mons. Iceta empleó la metáfora de una cirugía cardíaca para ilustrar la acción transformadora de la gracia de Dios en el ser humano: «Si los corazones del mundo no se dejaran llevar de la codicia, la avaricia o el odio, sino que fueran transformados por la gracia de Dios, capaces de amar y perdonar, el mundo cambiaría radicalmente».

 

Según el arzobispo, esta intervención divina comienza en lo más profundo de cada persona, sanando sus heridas interiores y permitiendo que florezcan la paz, la justicia y la esperanza en sus vidas y en la sociedad. Esta reflexión enlaza con el mensaje del profeta Jeremías, que en la primera lectura decía ‘Yo cumpliré mi promesa, yo haré justicia y derecho en la tierra’.

 

Dirigiéndose a las personas con discapacidad, Mons. Iceta recordó que las limitaciones, sean físicas o interiores, no disminuyen la plena humanidad ni el amor que Dios tiene por cada uno. Invitó a todos, sin importar sus circunstancias, a servir a los demás: «Nadie tiene tanta limitación que sea incapaz de donarse».

 

Finalmente, el prelado agradeció al Cuerpo de Artilleros de Burgos –que el año pasado le nombró ‘artillero de honor’– y pidió la intercesión de Santa Bárbara por quienes, como ellos, trabajan por la paz y la protección de los más vulnerables. Con este mensaje, Mons. Iceta animó a los fieles a vivir el Adviento como un tiempo de encuentro con Cristo, alimentado por la oración y las buenas obras.