Los Dominicos: «Nos vamos, pero no decimos adiós»

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Los padres Arsenio, Enrique y Fortunato, a la entrada de la que ha sido hasta ahora su casa.

 

Cuando comenzó su actividad apostólica y diseminó a sus primeros discípulos –apenas un puñado– para estudiar en las más prestigiosas universidades europeas del siglo XIII con el fin de mejorar su predicación, algunos pensaban que santo Domingo de Guzmán estaba loco. Él, lleno del espíritu de Dios, respondió a las acusaciones: «Dejadme hacer, yo sé lo que hago; el trigo amontonado se pudre…» Y así, con comunidades de Dominicos muy pequeñas, empezó a extender su carisma por el Viejo Continente. Ese carácter es el que hasta el día de hoy ha mantenido la comunidad de Dominicos en Burgos, tan reducida que el lugar donde han convivido no puede llamarse ni siquiera convento: «Nosotros lo llamamos casa, porque no hemos superado nunca el número de siete hermanos», revela el padre Enrique Ruiz, el último superior de los Dominicos en la ciudad. Y decimos «el último» porque la ausencia de nuevas vocaciones ha llevado a la congregación a reestructurar su organización interna a nivel nacional y tomar la «difícil decisión» de abandonar su «presencia significativa» en la capital de la provincia.

Siglos de presencia en la ciudad

Tras ocho años de la fundación, en 1216 los Dominicos se afincaron en Burgos en el antiguo convento de San Pablo sobre el que hoy se asienta el moderno Museo de la Evolución Humana. Allí permanecieron hasta que en 1836 la desamortización de Mendizábal les obligó buscar otros lares para desarrollar su misión evangelizadora. Pero a finales de 1970, coincidiendo con el octavo centenario del nacimiento de su fundador y como «reconocimiento a su labor», el entonces arzobispo de Burgos, don Segundo García de Sierra y Méndez, propició su regreso al encomendarles una nueva parroquia dedicada al santo de Caleruega. Una inexistente calle Vitoria y una barriada militar era la zona donde desarrollaría su actividad la parroquia, que tuvo que esperar hasta 1975 para ver finalizado su templo.

 

Desde entonces, la parroquia ha contado con ocho párrocos Dominicos y alrededor de treinta y cinco frailes que han hecho de ella una «parroquia enriquecedora» –tal como revela su último párroco, el padre Arsenio Gutiérrez— al favorecer un «clima de familiaridad» propiciado por el carácter comunitario de los religiosos: «Aquí todos se sienten como en su casa», indica. En estos 44 años, la de Santo Domingo «siempre ha dejado la puerta abierta a toda actividad razonable» en «plena comunión con la diócesis y los compañeros sacerdotes del arciprestazgo». Actividades tan variadas que se han concretado en los grupos de la parroquia, el cuidado pastoral del colegio de la Sagrada Familia, visita a los presos de la cárcel o la atención a personas con discapacidad, en la creación del Centro diocesano de Orientación Familiar o diversas clases en la Facultad de Teología.

 

Y es que estos religiosos nunca han entendido la parroquia «como un despacho de sacramentos», tal como indica el padre Enrique. En este sentido, han procurado siempre aprovechar el carisma de santo Domingo para dinamizar la vida de la parroquia, buscando siempre «ser expertos en la predicación» y anunciar al mundo de forma adecuada el mensaje del evangelio. «Predicación y estudio» son las dos ruedas con las que avanza su congregación y que ha servido para que sea «una bendición para el mundo en general y para este barrio en particular», tal como indica el padre Fortunato Bodero, vicario parroquial.

«Nos vamos, pero no decimos adiós»

Ahora, los Dominicos «nos vamos, pero no decimos adiós», dejando abierta la puerta para volver –quién sabe– en un futuro. Una solemne misa la mañana del domingo 28 de junio servirá como despedida. Los tres frailes de la comunidad de Burgos, al echar la mirada atrás, no pueden sino «dar gracias por la acogida recibida» por parte de «todos los fieles de la parroquia, quienes han celebrado la fe con nosotros y toda la diócesis». Al hacer las maletas, una espina se les queda clavada en el corazón: la de «no haber logrado convertir a santo Domingo en el gran burgalés de fama universal». Una tarea que, aunque los dominicos se vayan, esperamos ver pronto cumplida.

Camino de luz en Miranda de Ebro y en Burgos

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Una auténtica gozada ver en la iglesia de Santa María a 400 chavales convocados por la visita del bastón de Santa Teresa en el denominado «camino de luz» y bajo la mirada de la Virgen de Altamira. Este signo-reliquia ha visitado 30 países en un recorrido por los cinco continentes que comenzaba en octubre con la llegada a Brasil. Está ahora recorriendo diferentes lugares de España y fue sido recibido en Miranda de Ebro por escolares de Sagrados corazones y Sagrada Familia.
El bastón nos recuerda que somos caminantes en la vida y que al igual que Santa Teresa hemos de caminar por las sendas de la alegría, el amor y la esperanza.

Igualmente al final de la mañana del día 15 fue recibido por escolares de Gamonal en la Real y Antigua.

Para poder ver más fotos de esta visita entra en el perfil de face book de la delegación de juventud    https://www.facebook.com/DELEJUBURGOS.ORG

Oración joven

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Oración joven de junio
Santa Teresa de Jesús, hija de la Iglesia.
Nos encontraremos de nuevo con Santa Teresa en Ávila en el mes de agosto.En el encuentro de jóvenes.
Hasta el 22 se prorroga el descuento d 20 euros. Tienes que apuntarte en www.delejuburgos.org ahí tienes un apartado en el que accedes a la inscripción on line y luego nos ponemos en contacto contigo para los pagos.

 

El claustro alto de la catedral luce ya en todo su esplendor

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Después de dos años y medio trabajando en la limpieza, consolidación de juntas y recuperación de policromías, por fin el claustro alto de la catedral puede ser admirado con el mismo esplendor que lució en el siglo XIII, cuando empezó a construirse esta joya de la arquitectura y «uno de los mejores claustros góticos de toda España», tal como lo define Juan Álvarez Quevedo, presidente del cabildo.

 

Ha sido una obra de rehabilitación realizada en cuatro fases, coincidentes con cada una de las pandas o flancos del claustro. Años de trabajo financiados de forma conjunta por el propio cabildo, la fundación Caja de Burgos y la fundación La Caixa y que ha supuesto un valor cercano a los dos millones de euros. Con la restauración de la última de las pandas, hoy se ha hecho presentación pública de la restauración completa del claustro. Al acto han asistido el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, el presidente de la fundación Caja de Burgos, José María Leal, y el director territorial de Caixabank en Castilla y León, José Manuel Bilbao. Todos ellos han destacado la importancia que tiene para la ciudad la recuperación del claustro y de la entera seo, a la que solo quedan pendientes de restaurar las capillas del Corpus Christi y Santa Catalina, ambas accesibles, además, desde el mismo claustro alto.

 

Entre los trabajos realizados, Álvarez Quevedo destaca «de modo significativo» los de limpieza y consolidación de las policromías en la portada de la capilla del Corpus Chrisi, la reparación y reconstrucción de grietas y faltas debidas a problemas de cimentación y los «aditamentos necesarios para una reintegración y correcta lectura del entorno tal como podía ser en su siglo original». Así, para el presidente del cabildo, «se ha concluido una de las obras más importantes de restauración en la catedral en los últimos veinte años», que permite a burgaleses y foráneos «redescubrir el valor religioso de la seo» y su «diálogo entre fe y cultura» expresado a través de la arquitectura.

2015 06 19 viernes: resumen de prensa

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Cultura

El coro infantil de Saint-Marc, conocido como el de ‘Los chicos del coro’, ofrecerá un concierto en la catedral de Burgos, con motivo del vigésimo aniversario de su colaboración en materia de restauración con la Seo:

Patrimonio

Burgos Conecta realiza un reportaje sobre el complejo de Ojo Guareña, donde se encuentra la ermita de San Bernabé: