Con el lema «El misterio del amor», Burgos celebra un año más la semana de cine espiritual, una iniciativa que busca promover el diálogo entre fe y cultura desde las últimas propuestas cinematográficas. «Queremos que el cine acerque a la experiencia cristiana», comenta monseñor Peio Sánchez, director de la semana de cine espiritual y que trabaja en el departamento de cine del arzobispado de Barcelona. «Lo que empezó como una interesante iniciativa pastoral restringida a esta ciudad se ha extendido ya a otras sesenta ciudades de toda la geografía española. Gracias a ello, decenas de miles de chicos pueden ver un cine constructivo que, de otra forma, les habría pasado desapercibido».
El análisis fílmico, filosófico y teológico del cine es una ocasión privilegiada para la formación de espectadores críticos capaces de descubrir el sentido, y por eso esta propuesta va dirigida principalmente a los jóvenes, que a través de sus centros educativos profundizarán en las competencias digital, comunicativa y espiritual. Los materiales formativos destinados a ellos y sus profesores sirven de base para la profundización a través del cine en temas de contenido existencial con referencia trascendente y perspectiva cristiana.
Proyecciones para pensar
El cine de consumo habitual abusa de temas de impacto comercial y olvida lo que verdaderamente afecta a las personas y, en medio de la creciente privatización de lo audiovisual, potencia la ausencia de reflexión, lo que obstaculiza la formación de espectadores críticos capaces de profundizar. La importancia de una formación crítica y activa en torno a los medios va siendo uno de los criterios prioritarios de educadores y responsables sociales como destaca la formación en la competencia comunicativa y digital. Sin embargo, son pocas las iniciativas que recuperan el cine de valores y que actúan directamente en el mundo educativo reuniendo la formación en el medio cinematográfico y la promoción de valores sociales, éticos y estéticos. Puesto que son los jóvenes de entre 14 y 18 años los mayores consumidores del audiovisual y los que más participan de la oferta cinematográfica, parecía interesante en este sentido ofrecer una propuesta de calidad para estos destinatarios a partir de sus centros educativos y de los propios planes didácticos y pastorales.
Y con este fin nace la semana del cine espiritual, una iniciativa que este año cumple su undécima edición, y surge con voluntad de comunión y colaboración con distintas instancias del mundo cinematográfico y educativo. En la diócesis de Burgos, es la delegación de infancia y juventud quien se encarga de su organización.
Cine para todos
Otros de los objetivos de esta iniciativa es fomentar una conciencia crítica en los alumnos que asisten a las proyecciones a la hora de diferenciar las propuestas en el cine actual, y además, los organizadores también buscan que los chicos y chicas aprendan a ver una película desde la perspectiva del creador de la misma, tratando de dilucir las ideas e intenciones que dicho creador quiere transmitir al espectador. Por ello, además de las proyecciones para todos los públicos cuyas fechas se detallan en las fotografías que acompañan esta noticia, la organización prepara otras para diversos escolares.
Esta vez el programa en Burgos será los días 21, 22, 27 y 28 de enero para los alumnos de secundaria y bachillerato. El 23 de enero, para los niños de 4º,5º y 6º de primaria y el 30 de enero, para 1º,2º y 3º de primaria.
En Miranda de Ebro se celebrará los días 22 y 29 de enero para secundaria y bachillerato y 5 de febrero para primaria, mientras que en Aranda de Duero será los días 23 y 30 de enero para secundaria y bachillerato y 6 de febrero para primaria.