Dieciséis grandes fotografías de personas sin hogar se exhiben en distintos monumentos de la ciudad como una llamada a cambiar mentalidad a los viandantes de la ciudad.
Los efectos económicos de la pandemia, que están afectando con fuerza a las familias vulnerables, obligarán a la entidad a destinar más recursos a atender necesidades básicas.
Ayer se trasladó al Centro de San José, donde conversó con varios participantes de la entidad, así como con los niños que acudían a refuerzo escolar en el centro de apoyo al menor.
Tras evaluar el impacto de la pandemia, el programa de Infancia y Adolescencia denuncia su situación de vulnerabilidad con motivo del Día de los Derechos de la Infancia.
Este recurso, financiado por el Ayuntamiento y gestionado por Cáritas Diocesana, permitirá que se cumplan las medidas impuestas por el toque de queda.