El primero de los encuentros de reflexión y oración que coordina la vicaría de Pastoral para vivir la Cuaresma se desarrolla en el monasterio de San Pedro de Cardeña y, con el lema «Señor, ¿qué quieres de mí?», estará animado por la delegada de Apostolado Seglar, Lucía Ferreras. Para poder participar es necesario inscribirse antes del 10 de marzo en el correo electrónico [email protected].
El sacerdote José Baldomero Fernández de Pinedo animará el retiro de Cuaresma titulado «Curados y cuidados en manos del Samaritano». Para poder participar es necesario inscribirse antes del 10 de marzo en el correo electrónico [email protected].
Ante el día de San José, la capilla del Seminario diocesano acoge una cita de oración joven mensual, con aforo limitado y cumpliendo todas las medidas sanitarias exigidas. El acto también podrá seguirse en el canal de YouTube «Llamados Burgos», de la delegación diocesana de Pastoral Vocacional.
El carmelita Pedro Tomás Navajas dirige en el monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar un encuentro titulado «Dejaos guiar por el Espíritu. Interioridad, creatividad y comunión». Forma parte de la oferta diocesana de encuentros de oración y reflexión para vivir la Cuaresma.Para poder participar es necesario inscribirse antes del 16 de marzo en el correo electrónico [email protected].
Los delegados de Familia y Vida, Laura Pérez y Jorge Lara animarán el encuentro «Hermanos en la fe, esperanza y caridad», dentro de las propuestas de oración y reflexión que coordina la vicaría de Pastoral para ayudar a todo el Pueblo de Dios a vivir la Cuaresma. El encuentro está limitado a 25 participantes y para poder asistir es necesario inscribirse antes del 23 de marzo en el correo electrónico [email protected].
El equipo del CIPE anima en el salón del Carmen de Burgos el encuentro de oración y reflexión «Poned los ojos en él. Escuchadlo». El evento está limitado a 50 personas y para poder participar es necesario inscribirse en el correo electrónico [email protected] antes del 23 de marzo.
La teóloga Claire Mª Stubbemann dirige el retiro titulado «Sus heridas nos han curado (Is 53,5)» en el monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña. El encuentro, limitado a 20 participantes, está coordinado por la vicaría de Pastoral dentro de sus propuestas de oración y reflexión para ayudar al Pueblo de Dios a vivir la Cuaresma. Para poder participar es necesario inscribirse en el correo electrónico [email protected] antes del 23 de marzo.
La delegación de Infancia y Juventud organiza este año la «tarde alternativa», un espacio de encuentro dirigido a adolescentes de 12 a 17 años que participan en la vida de las parroquias, colegios y asociaciones. En esta ocasión, el encuentro girará en torno al VIII Centenario de la Catedral.
El programa cuenta con diversas dinámicas, yincana, oración, explicación del arte, historia teatralizada de la Catedral y paso por la Puerta Santa del Perdón. La actividad tiene un coste económico de 2 euros y para participar es necesario inscribirse en este enlace antes del lunes 19 de abril.
Nació en Burgos en 1911. Con 23 años fue aceptado como monje trapense en el monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia). La vida sencilla que vivía en el monasterio se convertía también en motivo de una alegría profunda que contagiaba tanto a sus hermanos de comunidad como a sus familiares. Su espiritualidad era muy sencilla, centrada en la eucaristía, la grandeza y la bondad de Dios. Con docilidad, el hermano Rafael supo aceptar los misteriosos designios de Dios. En el momento más feliz de su vida su salud se alteró. Murió el 26 de abril de 1938 de un coma diabético. Sus comentarios y escritos son ricos de espiritualidad, y a la vez sencillos y llenos de sentido del humor. Una actitud dócil y abnegada frente a la enfermedad son algunos elementos que reflejaron el alma enamorada de Dios de este santo, que fue canonizado el 11 de octubre de 2009 en la plaza de San Pedro en Roma, por Benedicto XVI.
Desconocemos la fecha y el lugar del nacimiento y muerte de san Indalecio. Parece un caso más dentro de la leyenda de los llamados “varones apostólicos”.