La Facultad de Teología pone en marcha un nuevo simposio sobre misiones

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El simposio de misionología alcanza ya su 27 edición.

La Facultad de Teología de Burgos pone en marcha los días 4 a 6 de marzo su tradicional simposio de misionología. «La conversión pastoral para unas Iglesias en misión» es el título que resume la filosofía de estas jornadas, que pretenden, en palabras de Roberto Calvo, uno de sus organizadores, acercar a los asistentes a la propuesta del papa Francisco «acerca de la conversión pastoral que ha de tener lugar para que sea posible la edificación de una Iglesia evangelizadora».

 

Cinco ponencias y dos mesas redondas ayudarán a los participantes a reflexionar sobre la «conversión misionera por la que deberían pasar todas las diócesis del mundo», con el objetivo de hacer que la Iglesia sea cada vez más misionera, siguiendo con ello las frecuentes invitaciones del papa Francisco. Entre los ponentes, destacan profesores de la Facultad de Teología como Roberto Calvo, Eloy Bueno y Mario Jabares; y misioneros y expertos en el campo de las misiones como el sacerdote canario Juan María Mena, Jaume Calvera, María Pilar Latasa, Luis Miguel Avilés o el burgalés Luis Ángel Plaza. Además, intervendrán también misioneros que trabajan en países de todos los continentes, y se valorará la expereincia de los dominicos de cara a afrontar la misión en Europa y Asia». Todos ellos «abordarán dicho tema de la conversión pastoral, y se dará fundamento al tema de porqué ha de darse esta conversión para la evangelización durante la misión. Todo ello estará orientado para crear un nuevo estilo pastoral que lleve a lograr la participación en misiones», concluye Calvo.

Compromiso misionero

La Facultad de Teología sigue así con su ideal de apoyo al campo de la misionología desde el estudio teológico, fiel a su misión e historia. Y es que, no lo olvidemos, Burgos fue la diócesis donde se inauguró el primer seminario español para las misiones extranjeras, el germen que permitió, allá por los años cuarenta, que los sacerdotes diocesanos de España pudieran salir a países de misión sin dejar de desvincularse con sus diócesis de origen.

 

Así, este simposio de misionología -que alcanza ya su vigésimo séptima edición- sirve de aperitivo para la próxima Semana Española de Misionología, que volverá a reunir en Burgos a decenas de expertos y amigos del mundo de las misiones.

¿Ha perdido sentido la Cuaresma?

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2015 03 01 mensaje arzobispo de Burgos pdf

 

El papa Francisco decía en su última audiencia de los miércoles: “La ruptura de la unión entre hermanos es un desastre. Sin embargo, ¡cuántos hermanos litigan por pequeñeces, por una herencia, y dejan de hablarse, de saludarse. ¡Esto es desastroso!” Y añadía: “Todos conocemos familias cuyos hermanos están divididos, que han reñido. Pidamos al Señor por estas familias –quizás en la nuestra hay algún caso- que ayude a unirse los hermanos, a reconstruir la familia”.

Cuando leía estas palabras, me hacía esta reflexión: ¡Qué razón tiene la Iglesia para seguir celebrando la Cuaresma y llamarnos a todos a la reconciliación, al perdón, a la fraternidad! Es tremendo que, quienes hemos estado en el mismo seno materno durante nueve meses y hemos comido tantas veces en la misma mesa, luego podamos enfrentarnos y dejar de hablarnos. La Cuaresma es un tiempo propicio para deponer las enemistades y malquerencias y fomentar, en cambio, la misericordia y el perdón.

Por otra parte, unos más y otros menos pero todos mucho, tenemos la experiencia del hijo pródigo. Aquel muchacho lo tenía todo. Su padre era rico, tenía muchos criados y sentía por él una especial predilección por ser el más pequeño. Un día se cansó de estar en su casa y marchó a gozar de la libertad y a vivir la vida. Al principio todo iba sobre ruedas: tenía el dinero de la herencia que le había dado su padre por adelantado, tenía los amigos que nunca faltan en esas circunstancias y se sentía feliz. Sin embargo, la realidad no tardó en demostrarle su error. Se acabó el dinero, se acabaron los amigos y comenzó a experimentar qué es pasar hambre y qué supone no tener una cama para dormir. ¡Menos mal que recapacitó y volvió a casa, donde su padre le abrazó y le trató como lo que nunca había dejado de ser para él: como a un hijo! La Cuaresma es una oportunidad de oro para hacer de hijo pródigo y volver a Dios. Vale la pena ser un poco sinceros y un poco humildes y acercarnos al sacramento de la Reconciliación y hacer las paces con Dios y comenzar una vida nueva.

Aquí está, en última instancia, la razón última por la que la Iglesia invita y urge a sus hijos a confesarse y comulgar por Pascua. Ella sabe muy bien la verdad que encierran las palabras de Santa Teresa: “Quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”. Palabras que, vueltas al revés, suenan tan realistas como las otras: “Quien a Dios no tiene, todo le falta, nada le basta”.

El Papa ha estado durante toda esta semana haciendo Ejercicios Espirituales fuera del Vaticano. Ha dejado todos sus compromisos y todas sus ocupaciones para dedicarse a escuchar con más asiduidad la Palabra de Dios, a dejarse interpelar con más sinceridad por ella y a dedicarse a una oración más intensa. El Papa procede así por coherencia. Él, en efecto, no deja de decirnos que hay que leer y meditar todos los días el Evangelio, que hay que rezar, que hay que vivir más metidos en Dios, que, en una palabra, hay que tratar de ser mejores discípulos de Jesucristo. En casi todas nuestras parroquias, los sacerdotes organizan charlas o ejercicios cuaresmales. Nos haría mucho bien seguir el ejemplo del Papa y asistir a ellas para escuchar la Palabra de Dios y avivar nuestra fe y nuestro amor.

Este encuentro con Dios nos llevará a querer más a los demás. Porque, cuando el encuentro con Dios es verdadero, siempre terminamos encontrándonos con quienes somos sus hijos, especialmente, con los enfermos, los pobres, los que lo están pasando mal por la causa que sea. Cuaresma nos lleva así a Cáritas, a Manos Unidas, al Banco de alimentos, a otras instituciones benéficas para ayudar a los hermanos.

La Cuaresma, por tanto, lejos de haber pasado de moda, es enormemente actual. ¡Ojalá escuchemos la voz del Señor y no endurezcamos nuestro corazón!

Las calles de Burgos, lugares de encuentro y evangelización

por administrador,

 

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Una treintena de jóvenes ha participado a lo largo de la pasada noche en la primera iniciativa de nueva evangelización que se realiza en Burgos según el espíritu de los «Centinelas de la Mañana«. Con edades comprendidas entre los 20 y 35 años, y haciendo de la capilla de Santa Tecla de la catedral su marco celebrativo, jóvenes de Burgos, respaldados por otros venidos de Valladolid y con el apoyo de la delegación de infancia y juventud, han salido a la calle para encontrarse con otros jóvenes, hablarles de Jesús e invitarles a hacer un rato de oración delante del Santísimo, expuesto en la catedral. [ver galería fotográfica completa]

 

La iniciativa, que se realizaba al mismo tiempo también en otros lugares del mundo como Verona, Ragusa, Brescia, Santiago de Compostela y Getafe, ha sido programada y ejecutada por jóvenes y para los jóvenes, «sin curas ni monjas», tal como aprendieron a hacerlo en el Curso Base que tuvo lugar el pasado mes de octubre. Imitando el estilo misionero de Jesús, los jóvenes, por parejas, han salido a las calles de ambiente de la ciudad en medio de la noche para anunciar a otros jóvenes «la alegría de creer», tal como detalla Juan José Sebastián, uno de los organizadores -«antorchas», como se llaman ellos- del evento.

Una Luz en la Noche

El objetivo prioritario de la iniciativa, según Sebastián, no es convertir a los jóvenes que se encuentren por la calle, sino «tocar el corazón, sobre todo, de quienes salen a anunciar para que sean cada vez más misioneros». Así, los jóvenes que van a evangelizar por las calles cuentan con el respaldo de otros que permanecen en la capilla «intercediendo por ellos en oración». Otros reciben a los jóvenes que acuden a la catedral y los acompañan a arrodillarse delante del Santísimo, mientras que un tercer grupo ambienta el lugar con tranquilos cantos y lecturas de pasajes bíblicos.

 

Estos tres ministerios -quienes salen, los que interceden y el coro- son, además, un factor sorpresa. Nadie que acude a «Una Luz en la Noche» sabe el ministerio que va a desempeñar. Y es que, después de pasar la tarde con momentos de oración, formación cristiana, momentos de compartir y cenar juntos y ambientar la capilla, los «antorchas», acompañados por un sacerdote, disciernen qué ministerio puede realizar cada uno de los asistentes. Para los jóvenes es «como si fuera una invitación personal de Jesús a desempeñar el ministerio que él quiere esta noche» y así, los jóvenes «responden con generosidad a esa llamada concreta».

Activando la diócesis

«Una luz en la Noche» es una de las propuestas nacidas en Verona, Italia, de la mano de los Centinelas de la Mañana, jóvenes que desean vivir con radicalidad el mandato misionero de Jesús recibido con el bautismo. El objetivo de la misma, es que los jóvenes tomen cada vez más consciencia de su importante tarea misionera y tomen la iniciativa de «activar la diócesis a la nueva evangelización», tal como reza uno de sus lemas. Así, con este deseo de convertirse en cada vez más misioneros, los centinelas burgaleses están pensando ya en cuándo volver a repetir esta singular propuesta evangelizadora.