El Seminario celebra su tradicional fiesta del Reservado

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Como viene siendo habitual, el Seminario de San José se ha vuelto a vestir de gala en este segundo domingo de noviembre, cuando los seminaristas, formadores y la entera comunidad educativa –encabezada por los padres de los seminaristas–, acompañados de un representativo grupo de sacerdotes y pueblo fiel han vuelto a celebrar la fiesta del Reservado. Una fiesta eucarística que recuerda el momento en que el Santísimo Sacramento fue «reservado» por primera vez en el sagrario de la capilla del centro de estudios hace ahora 117 años y que en esta ocasión ha girado en torno a la «maravilla de la creación» teniendo como trasfondo la encíclica del papa Francisco «Laudato Si».

Eucaristía y creación

Los actos han comenzado a las 11:30 de esta mañana con una solemne eucaristía concelebrada y presidida por el administrador apostólico de la diócesis, Francisco Gil Hellín. Tras la misa, el Santísimo ha permanecido expuesto en vela permanente hasta entrada la tarde, cuando ha tenido lugar el rezo de las vísperas y la predicación del sacerdote franciscano Carlos Palacios Barrio. Después del canto litúrgico, ha dado comienzo la procesión en la que el Santísimo ha recorrido los pasillos del Seminario portado en manos de Gil Hellín hasta un monumento preparado con detalle por los propios seminaristas, que llevaban trabajando en él desde hace semanas.

 

Los amplios andenes del Seminario –así se llaman popularmente a sus anchos pasillos– se han engalanado para la ocasión. Grandes faroles esféricos colgados del techo y una gran alfombra de serrín tintado evocaban los planetas y la entera creación. Un universo que ha sido creado por Dios, tal como advertía a los presentes un gran Pantocrator, una imagen de Cristo sentado en su trono, con la mano derecha en actitud de bendecir y sosteniendo en la mano izquierda el libro de los evangelios. Al fondo de la alfombra, un monumento en forma de gran tronco que se elevaba al cielo ha servido de expositor del Santísimo Sacramento, ante quien se han postrado en adoración los numerosos fieles que allí se han congregado, que han recibido la bendición antes de concluir la procesión, que ha finalizado en la capilla.

 

La del «Reservado» es una fiesta de gran tradición, típica de los Seminarios y casas de formación que los Sacerdotes Operarios Diocesanos erigieron en su día. En el Seminario de Burgos se lleva celebrando 117 años. Fue en 1897 cuando el cardenal Fray Gregorio María Aguirre –entonces arzobispo de Burgos– y el beato Manuel Domingo y Sol fundaron el seminario de San José, poniéndose la primera piedra el 22 de abril de aquel año. En noviembre de 1898, una vez concluidas las obras, el centro formativo comenzó su actividad académica con normalidad y matrícula completa, inaugurando el curso con la celebración de la misa y la posterior reserva del Santísimo Sacramento en el sagrario de su capilla. Desde entonces, y año tras año, el segundo domingo de noviembre, el seminario se viste de gala para celebrar aquella primera reserva eucarística.

Los curas de don Francisco

por administrador,

 

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El pasado jueves, varios sacerdotes y diáconos a los que ordenó don Francisco, celebraron con él una eucaristía de acción de gracias en el Seminario.

 

Desde sus comienzos como pastor de la diócesis, don Francisco ha ordenado a 22 sacerdotes y se ha implicado mucho en la misión del Seminario de San José, abordando tareas que suponen el discernimiento y formación de los futuros sacerdotes. Fernando Arce Santamaría, rector de la institución, cuenta que don Francisco «no quiere que haya nadie en el Seminario que no quiera ser sacerdote, pero que tampoco haya nadie fuera del Seminario que quiera ser sacerdote». Por eso, ha fomentado la vocación sacerdotal, dando incluso la posibilidad de discernimiento a todos sabiendo las dificultades y exigencias que esto conlleva y que, como ha sucedido en algunos casos, podía acabar mal el proyecto.

 

«Aunque no es novedad –continúa Arce–, es muy importante para nosotros el que haya cuidado lo que ya teníamos en Burgos: el Seminario menor, con clases e internado, y el Seminario mayor».

 

Entre las novedades que don Francisco ha aportado al ámbito de las vocaciones sacerdotales, destaca la erección del Seminario Diocesano Internacional y Misionero Redemptoris Mater Santa María la Mayor, la modificación del proyecto educativo del Seminario de San José –por el que se abre la posibilidad en el Seminario menor de los seminaristas en régimen de familia junto a los seminaristas en régimen interno–, la creación de documentos que ha dirigido al Seminario como norma de actuación (la carta «Nuestro Seminario ante la nueva evangelización» y el «Reglamento comunitario del Seminario mayor San José»), además de la instauración del diaconado permanente, encomendando a los formadores del Seminario el discernimiento y la formación de los futuros diáconos permanentes.

 

La formación de los seminaristas es integral y se desarrolla en cinco ámbitos: humana, intelectual, espiritual, comunitaria y pastoral. Según Arce, «don Francisco ha hecho hincapié en la formación humana como base sobre la que Dios da la gracia del sacerdocio. La formación humana consiste en desarrollar una personalidad llena de virtudes, con fortaleza de ánimo, sincera, trabajadora (sobre todo en el estudio durante el tiempo de Seminario), disponible a lo que le manden y fiel. Junto a ella, nos pedía estar enamorados de Jesucristo como fundamento de nuestro sacerdocio y único motivo de nuestra vida. Y que tuviéramos un amor grande a la Iglesia, con una gran apertura de espíritu para acoger y querer todo lo que ella quiera».

 

La formación de los sacerdotes no termina una vez han sido estos ordenados, sino que continúa, es permanente. Consiste en una formación integral, que al igual que en el Seminario comprende los cinco ámbitos formativos.

 

Don Francisco ha mostrado preocupación por la formación de sus sacerdotes, siendo algunos de ellos enviados a Roma a formarse, y en estos casos no solo se buscaba la formación intelectual, especializada en algún ámbito de la teología, sino que se fuesen desarrollando como buenos sacerdotes.

 

«Ha buscado la comunión con sus sacerdotes y se ha hecho cercano a ellos –señala Arce–. Desde el Seminario he visto como le gustaba estar con los seminaristas y hablar con ellos transmitiéndoles sus inquietudes e ilusiones y cómo esto ha continuado con aquellos a los que iba ordenando sacerdotes».

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Diego se ordenó en 2011, «fue el día más importante de mi vida, en el que empecé a ser mediador entre Dios y los hombres».

 

Durante estos años de formación, la influencia de don Francisco es innegable: «De un obispo se aprenden muchas cosas pero, en su caso, he intentado integrar, en mi vida sacerdotal, su cercanía para con cada persona. Cuando todavía estaba en el Seminario, recuerdo con agrado cómo se acercaba a dialogar personalmente con cada uno». Una cercanía que, según Diego, se concreta en el interés que siempre mostró don Francisco por cada uno de sus pasos hacia el sacerdocio, «así como de las otras disciplinas intelectuales que he cultivado durante todo este tiempo». «También le agradezco tremendamente su felicitación por el día de mi cumpleaños… porque el hecho de que se acuerden de uno, eso ya es importante. Y como Pastor de esta Iglesia Diocesana, le agradezco tremendamente la visita pastoral que hizo a la parroquia para animarnos en la tarea del anuncio del Evangelio». Además, Diego comenta que uno de los pilares fundamentales de su episcopado era las vocaciones sacerdotales, «por eso, intento suscitarlas también en esa porción del Pueblo de Dios que se me ha encomendado».

antonio bocanegraAntonio Bocanegra

Antonio se ordenó en 2009 y recuerda la fecha como el mejor día de su vida. Fue una jornada emocionante y llena de alegría para él y su familia. La suya fue una vocación tardía, y recuerda el ánimo y la confianza que don Francisco le dio para afrontarla, además de todo lo que ello implica: la vida en el seminario, los estudios teológicos («ya que me costaron bastante»), y sobre todo, siente especial agradecimiento por que le consideró digno para el ministerio sacerdotal.

 

De don  Francisco cuenta que le ha enseñado a valorar la importancia de la liturgia, sobre todo en la Santa Misa, y le ha hecho caer en la cuenta de que la Eucaristía es obra de Dios, «no es obra mía, no puedo hacer lo que me venga en gana, tengo que seguir las rubricas que manda la Santa Madre Iglesia», añade.

 

También destaca que ha aprendido a ver en don Francisco un Padre y un pastor que se preocupa por sus seminaristas y sacerdotes, «que les felicita los cumpleaños y les va a visitar cuando están enfermos en el hospital». Sobre este tipo de detalles él tiene mucho que agradecerle, ya que fue operado cuando era seminarista y el arzobispo no dudó en acudir a visitarle, un gesto que no olvidará.

 

Durante su experiencia como sacerdote, Antonio relata que ha aprendido que es muy importante la formación en el seminario y en la facultad de Teología, pero también la «Tiología», o sea, «estar con la gente y conocer a la grey que me toca pastorear en los pueblos, donde Dios, por medio del obispo me ha enviado». También le ha servido mucho un consejo que le dio don Felipe, sacerdote de San Leonardo de Yagüe, el día que tomó posesión como párroco de Hontoría del Pinar, y quien le dijo recomendó «paso corto, vista larga y mucha cachaza». Es decir, «no avasallar ni pretender cambiar rápidamente las cosas de una parroquia, ser prudente y adelantarse a los acontecimientos, y tener paciencia y aguante ante los mismos».

carlos azconaCarlos Azcona

Carlos vivió el día de su ordenación, hace ya tres años, con mucha emoción y un profundo agradecimiento al Señor: «Fue un día de gracia, en el que Jesucristo me tomó entre sus manos e hizo una nueva criatura del barro que le fue presentado». Y de ese día guarda un especial agradecimiento a don Francisco, «el arzobispo que me acogió en el Seminario, el que me acompañó durante mi formación y el que me ordenó. Ha estado muy presente en la historia de mi vocación».

 

Desde entonces, siente la necesidad de estar en sintonía con el Señor, de vivir en comunión con Él, para poder acercar a las personas a Dios y a Dios a las personas. Después de los años de formación en el seminario, el aprendizaje continúa. «Debido a la intensidad del trabajo sacerdotal, podemos perder fácilmente el norte si no somos nosotros los primeros en mantener un trato constante con el Señor, a través de la oración y los sacramentos. He aprendido también la importancia de que el sacerdote se haga presente en la vida de las personas, en los buenos y en los malos momentos, para acompañar e iluminar con la luz de Cristo todas las situaciones de la vida».

 

Esta intensidad a la hora de trabajar la ha aprendido de don Francisco, a la vez que a poner toda la confianza en el Señor, haciendo de la familia el centro de la acción evangelizadora. También cuenta que él le ha enseñado «a saber dudar de mí mismo y a no quedarme encerrado en mi propia comodidad, sino a tener iniciativa y a volcarme especialmente con los jóvenes».

La familia es la solución, no el problema

por administrador,

 

2015 11 08 mensaje administrador apostólico de Burgos pdf

 

El pasado domingo 25 de octubre concluyó el Sínodo de los Obispos con una misa concelebrada por el Papa en la basílica de san Pedro. El día anterior, se votó un documento de 94 extensos números dedicados, sobre todo, a subrayar el valor de la familia, sin centrarse –de modo exclusivo o preferente- en los problemas que tiene. Ciertamente, los aborda pero para prevenirlos y remediarlos.

Es verdad que el tono general de la prensa ha sido primar, cuando no exclusivizar, el tema de “la comunión de los divorciados casados nuevamente”. Pero lo cierto es que el Sínodo ha contemplado decenas de temas. Habla, por ejemplo, de los padres, los hijos, los abuelos, los jóvenes, los emigrantes y refugiados, las familias numerosas, la educación afectiva y sexual, de los divorciados, de los homosexuales, de la espiritualidad familiar, los problemas de los matrimonios recientes y un largo etcétera. El tono es positivo y nada polémico y recurre abundantemente a la Biblia para descubrir la pedagogía divina con que se revela el sentido del matrimonio y de la familia.

Hay un tema que a mí me parece de excepcional importancia: la preparación al matrimonio y la atención a los matrimonios recién casados. Es verdad que repite fundamentalmente lo que ya dijo san Juan Pablo II en la Familiaris consortio, pero es muy importante que lo vuelva a repetir y lo haga con tanto énfasis, haciendo comprender que sin una preparación adecuada es muy difícil, por no decir imposible, que el matrimonio llegue a buen puerto, como está demostrando la actual “plaga del divorcio”.

La propuesta del Sínodo es que la preparación al matrimonio no es cosa de unas charlas que se imparten en unos cursillos en los meses anteriores a la boda. Esto sólo no basta. La preparación ha de ser un largo itinerario que comprende tres grandes etapas: la preparación remota, la preparación próxima y la preparación inmediata. A ellas debe seguir una atención particularizada durante el postmatrimonio, sobre todo, durante los primeros años.

La preparación remota coincide, en buena medida, con la formación humana y cristiana de los hijos desde la niñez, para que alcancen la madurez afectiva. Esta formación corresponde a los padres, en primer lugar, y luego a la Iglesia y a la Escuela. “Esta formación procurará hacer apreciar la virtud de la castidad, entendida como integración de los afectos, que favorece el don de sí” (n. 31). Un importante obstáculo, que el Sínodo denuncia, es que, con frecuencia, la sexualidad se presenta “desvinculada de un proyecto de amor auténtico” (n. 58).

En cuanto a la preparación próxima e inmediata, el Sínodo pide que “se mejore la catequesis prematrimonial –a veces pobre de contenidos-, que es parte de la pastoral ordinaria” (n. 57). Un punto concreto es que “en los cursos de preparación al matrimonio colaboren también parejas casadas que puedan acompañar a los novios antes de la boda y también en los primeros años de vida matrimonial” (n. 58). Después de la boda no se debe interrumpir el acompañamiento pastoral a cargo de “parejas experimentadas” y posiblemente “con el concurso de asociaciones, movimientos eclesiales y nuevas comunidades” (n. 60). Parte importante de esta ayuda es “alentar a los esposos a una disposición fundamental de acoger el gran don de los hijos” (n.60).

Sería un error pensar que la Iglesia pone las cosas “cada vez más difíciles”, y que “cada vez exige más”. Lo que de verdad pretende la Iglesia es descubrir a los que desean contraer matrimonio que “esto es muy serio” y que en ello “se juega la felicidad de toda la vida”. Si para obtener un título o incluso un módulo se requiere un largo aprendizaje, ¿qué no pedirá el proyecto de compartir durante toda la vida con una única persona todo lo que da de sí una existencia?

El proyecto «La Historia Interminable» acercará a los niños a las grandes figuras de la Biblia

por administrador,

 

La Milicia de Santa María ha dado a conocer un proyecto de evangelización para toda la familia, que con el título de «La Historia Interminable», está centrado en las Sagradas Escrituras. Consistirá en convertir las historias encerradas en la Biblia en una «experiencia viva» para niños y niñas (de 3º a 6º de primaria) y que conozcan así la figura de los patriarcas elegidos por Dios en los comienzos de Israel. Estos niños se agruparán en pequeños grupos coordinados por adolescentes (13-17 años) y todas las dinámicas serían llevadas por jóvenes y padres. Desde la organización también se destaca que los padres tendrán su espacio específico a través de la cultura, de la formación, de la convivencia y de la oración. Se trata por tanto de un proyecto «para los niños que involucra a toda la familia».

 

historia interminable

La primera edición de este año se centrará en la figura de Abraham.

 

Este año se centrará en recrear la historia de los patriarcas de Israel y la primera edición será el 15 de noviembre en Belorado, que profundizará sobre la figura de Abraham. Habrá juegos basados en su historia, canciones, eucaristía, recreaciones de pasajes bíblicos, etc. Y para los padres, un coloquio sobre la nueva encíclica del papa, «Laudato sí». La jornada comenzará a las 10:30 horas junto al convento de las clarisas y cada chaval o familia llevará su comida. Además, cada niño contribuirá con 2 euros; si asiste toda la familia se podría contribuir con 5 euros.

 

Habrá otras dos ediciones este curso, cuya fecha está todavía por determinar, sobre Moisés y David. Además, los chicos que lo deseen podrán continuar este verano en el campamento de la Milicia de Santa María del 4 al 13 de julio, recreando en esos días pasajes de los Hechos de los Apóstoles.

 

Para inscribirse a cada una de las salidas hay que hacerlo mediante un mail a la dirección de correo [email protected]. En caso de necesitar más información, están disponibles los teléfonos 663 679 841 y 622 898 553.

2015 11 06 viernes: resumen de prensa

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Actualidad

La Orden de Predicadores fundada por santo Domingo de  Guzmán iniciará el próximo sábado las celebraciones con motivo de su octavo centenario:

 

El Banco de Alimentos de Burgos vuelve a organizar, para el 27 y 28 de Noviembre, «La gran recogida de Alimentos» en Aranda, y en la que participará Cáritas diocesana:

Cultura

El Teatro Principal de la capital burgalesa acogerá el 10 de noviembre la presentación de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago: