​Una vigilia de la Inmaculada con sabor misericordioso

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La parroquia de San Lesmes Abad acogió en la noche de ayer la tradicional vigilia de la Inmaculada. Una vigilia que presidió por primera vez el arzobispo, Fidel Herráez Vegas, y que contó con la participación de miembros de movimientos y asociaciones laicales presentes en la diócesis y numerosos fieles que no quisieron faltar a su habitual cita con la Virgen.

«Un Dios tan bueno que no nos merecemos»

En la víspera de la inauguración mundial del Año de la Misericordia y siguiendo las palabras del papa Francisco en la bula de convocación del jubileo «Misericordiae Vultus», la vigilia fue desgranando los misterios del rosario, dirigidos por una religiosa y miembros de la asociación Promoción Solidaria, el Movimiento Familiar Cristiano, Encuentro Matrimonial y el Camino Neocatecumenal.

 

Antes de la exposición del Santísimo, el arzobispo pronunció una breve homilía invitando a todos los presentes a «dar gracias a Dios y a nuestra Madre la Virgen». Y es que, para el prelado «una de las formas más bellas de dirigirnos a Dios es dándole gracias» porque, «a pesar de que nosotros quisimos independizarnos de él, él no nos abandonó y preparó el camino de su salvación en María». De ahí que insistiera en dar gracias a la Virgen pues, «¡ay de nosotros si María no hubiera dicho sí!»

 

«Tenemos un Dios tan bueno –aseguró– que no nos lo merecemos. Dios no nos dejó solos en la miseria, sino que nos salvó haciéndose hombre en María y de María». Un acto de fe que «solo se entiende cuando se saborea y somos plenamente sencillos» y que nos llevará a ser «plenamente felices y compartir nuestra felicidad con los demás».

Fiesta mariana

Después de la vigilia de anoche, don Fidel presidirá esta mañana en la catedral una solemne eucaristía en honor de la Inmaculada Virgen María.

 

España celebra con esta advocación de la Virgen su patronazgo y protección desde el año 1644. Tanto los reyes como la Iglesia de España destacaron durante siglos en su defensa de este dogma, que no fue declarado como tal por la Santa Sede hasta el 8 de diciembre de 1858. En atención a estos méritos, Pío IX ordenó que una columna dedicada a la Inmaculada fuera levantada en la plaza de España de Roma, donde, como viene siendo tradicional desde entonces, el papa Francisco se hará presente en la tarde de hoy para presidir un acto de oración.

Primeros encuentros de don Fidel con la vida religiosa de la diócesis

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En su primera homilía como arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas agradecía personalmente a los «mojes y monjas de los monasterios contemplativos» su empeño por «proclamar con la oblación de vuestra vida, el silencio y la oración, que sólo Dios es lo único necesario», a la vez que les pedía «sostener los trabajos pastorales» de la diócesis «con vuestra plegaria y con vuestra vida escondida con Cristo en Dios».

 

Quizás ese aprecio e inestimable colaboración que desea encontrar en los consagrados, es el que ha llevado al nuevo pastor de la archidiócesis a conocer de primera mano los primeros monasterios de vida contemplativa. Si hace unos días saludaba a las clarisas de San Martín de Don y las Salesas de Burgos, hoy, en su viaje por el sur de la provincia, ha querido saludar de igual modo a las religiosas Cistercienses de Villamayor de los Montes y a las Dominicas y Carmelitas de Lerma. Unos encuentros en los que don Fidel ha podido descubrir la silenciosa vida de las religiosas de clausura que, con su oración y trabajo, también sirven a la Iglesia diocesana.

Santa María de Aranda

La de hoy ha sido una jornada que don Fidel ha dedicado a conocer la zona sur de la provincia, celebrando la eucaristía en la parroquia de Santa María de Aranda de Duero, compartiendo con la gente de la Ribera y comiendo con algunos sacerdotes del arciprestazgo. Ha sido el broche de una intensa semana de trabajo que no se antoja la última pues, como ha manifestado el mismo arzobispo, «desea conocer sin tardar la realidad de la diócesis», tarea en la que está inmerso de lleno.

 

Mañana volverá a viajar hasta la capital de la Ribera, donde mantendrá un retiro espiritual con los sacerdotes de los arciprestazgos de Aranda, Roa, Santo Domingo, Arlanza y La Sierra. Por la noche, presidirá la solemne vigilia diocesana en honor de la Inmaculada y, al día siguiente, hará lo propio con la solemne eucaristía que celebrará en al catedral a las doce del mediodía.

Recibir y ser cauces de la misericordia de Dios

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2015 12 06 mensaje arzobispo de Burgos pdf

 

Queridos hermanos:

 

Me alegra mucho que una de las primeras ocasiones que tengo de dirigirme a todos vosotros sea precisamente para animaros a preparar de forma inmediata el año de la misericordia. La misericordia de Dios “que llena la tierra” (Sal 32), y nos alcanza como hijos a todos y cada uno de los que formamos parte de nuestra querida Iglesia diocesana de Burgos: a los sacerdotes, a los consagrados, a los laicos, a mí mismo, el Pastor a quien el Señor me ha encargado estar plenamente entregado a vuestro servicio, y al de todos los hombres y mujeres que caminan a nuestro lado y que necesitan –sean o no conscientes de ello- comprender y llevar adelante su vida de cada día bajo la mirada misericordiosa del Señor.

 

Nuestro “Dios es rico en misericordia” (Ef 2, 4). Porque “Dios es amor” (1Jn 4,8) y su misericordia es expresión de ese amor incondicional por nosotros, que todo lo perdona, que todo lo renueva, que nos permite afrontar cada jornada de nuestra vida con la esperanza segura de que, por encima de nuestros fracasos, pobrezas, decepciones y pecados, Dios es fiel, nos ama, sigue confiando en nosotros y ante cualquier situación nos da nuevas fuerzas para seguir adelante buscando sus caminos y cumpliendo su voluntad.

 

Para experimentar la misericordia de Dios en nuestra vida es necesario dejarnos alcanzar por ella, seguros de que “los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su misericordia” (Sal 32). Ceder a la tentación del cansancio, el desánimo, la falta de esperanza, el orgullo, la huida, la búsqueda de fuentes de felicidad engañosas,… hace que nos cerremos a la misericordia y, por tanto, a la posibilidad de experimentar que la entrega generosa al amor de Dios y a nuestros hermanos puede verdaderamente hacernos felices y llenar completamente nuestro corazón.

 

Tenemos que salir de nosotros mismos para poder recibir la misericordia de Dios y poder ser después cauce de su misericordia para los demás. Tenemos que salir al encuentro del amor de Dios –que siempre nos precede– y consecuentemente al encuentro de nuestros hermanos, fieles al mensaje de Jesús que nos dice “sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6,36). El año de la misericordia, convocado por nuestro querido Papa Francisco, es una ocasión muy propicia para profundizar en el pozo insondable de la misericordia de Dios y sus exigencias para nuestra vida cristiana. Es un tiempo de gracia, tiempo de salvación, que nos ofrece la posibilidad de acercarnos con arrepentimiento y con confianza en Dios al sacramento de la Penitencia -¡el sacramento de la misericordia!- y de renovar el amor a los hermanos a través de las obras de misericordia espirituales y corporales, con las que servimos a los más necesitados material y espiritualmente.

 

Sin duda, este año jubilar nos ayudará a orar, reflexionar, dialogar unos con otros, y experimentar con más plenitud la misericordia de Dios, siendo a la vez más misericordiosos con nuestros hermanos. De manera que podamos unir nuestras voces con toda la Iglesia, para cantar cada día las misericordias del Señor.

 

Os invito a todos a participar el próximo sábado en la apertura diocesana de este Año Jubilar. Saldremos en procesión, a las cinco de la tarde, desde el monasterio de las Madres Salesas y nos encaminaremos hasta la catedral, donde procederemos a la apertura de la Puerta Santa. Una vez en el interior del templo, celebraremos la Eucaristía, sacramento de la misericordia plena de nuestro Señor. Os espero con los brazos abiertos para que todos juntos, como Iglesia que camina en Burgos, dispongamos nuestro corazón para recibir y ser cauce de la misericordia de Dios.

 

Con mi abrazo fraterno y cordial,

 

+ Fidel Herráez Vegas

La diócesis se prepara para celebrar el Jubileo de la Misericordia

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salesas burgos

El monasterio de las Madres Salesas de Burgos será lugar jubilar durante este año santo.

 

El papa Francisco considera la misericordia como la más grande de las virtudes, aplicándola al mismo Dios como expresión incluso de su omnipotencia. Juan Pablo II la consideraba «el más grande entre los atributos y perfecciones de Dios»,  el «segundo nombre» de Dios después del de  Yahvé. Es decir, se trata de una modulación del amor: es la prueba de cómo Dios ama realmente en lo concreto, en las circunstancias reales, difíciles y complejas, de la psicología y de la historia humanas.

 

Esa peculiaridad de la misericordia respecto al amor la hace aparecer como una «potencia especial del amor» o «el aspecto más profundo del amor». La fuerza de la misericordia han llevado a que el 2016 sea un año dedicado a profundizar y experimentar el amor al prójimo que conlleva. De ahí que toda la Iglesia celebre a lo largo del próximo año un jubileo centrado en esta dimensión esencial en el cristianismo promoviendo el amor al prójimo en todos sus niveles y llevando a la práctica de forma impulsada y renovada las obras de misericordia.

Eventos en la diócesis

Y desde la diócesis de Burgos, empiezan los actos para adentrarse en este año de Misericordia, que arrancará el 12 de diciembre a las 17:00 horas con una procesión que partirá del convento de las Madres Salesas y que concluirá con la entrada por la puerta santa de la catedral (por la fachada principal), donde a continuación tendrá lugar un eucaristía de apertura del año santo presidida por el arzobispo, Fidel Herráez Vegas.

 

Los siguientes eventos programados con motivo de este año jubilar serán los siguientes: El 10 de febrero, a las 18:30 horas y siendo Miércoles de Ceniza, el arzobispo presidirá en la catedral una celebración penitencial antes de la eucaristía de imposición de la ceniza.

 

Otro acto al que se le quiere dar énfasis durante este jubileo es el de las llamadas «24 horas para el Señor». Desde las 18:00 horas del viernes 4 hasta las 18:00 horas del sábado 5 de marzo, las parroquias de San José Obrero, la Real y Antigua y la Anunciació de Burgos, la de San Nicolás de Miranda y la de Santa María de Aranda acogerán esta jornada completa de adoración al Santísimo y confesiones.

 

Por otra parte, el 6 de marzo, las parroquias burgalesas realizarán la lectura de un comunicado a manos de los distintos grupos y movimientos pertenecientes a cada una de estas parroquias, que trabajarán a lo largo del curso en un análisis que intente descubrir el modo en que la Iglesia burgalesa está viviendo las obras de misericordia.

 

En abril, continuarán los eventos con el Domingo de la Divina Misericordia que tendrá lugar el día 3. El monasterio de las Madres Salesas acogerá una eucaristía a las 18:00 horas tras la cual, ante la puesta santa de la catedral, se leerá un comunicado diocesano.

 

Finalmente, la clausura diocesana del Año de la Misericordia tendrá lugar el 12 de noviembre a las 17:00 horas en la catedral con una solemne eucaristía presidida por el arzobispo en acción de gracias por el jubileo.

Templos jubilares

Todos los viernes de 17:00 a 19:00 horas, el monasterio de las Salesas acogerá los «Viernes de la Misericordia», un servicio de escucha y acogida, con adoración al Santísimo y posibilidad de confesión. A las 19:00 horas comenzará el rezo de Vísperas con las religiosas. El primer viernes de cada mes, a las 19:00 horas, habrá eucaristía y oración dirigidas por el Apostolado de la Oración.

 

La diócesis ofrece también la oportunidad de celebrar la indulgencia durnte todos los días en la capilla del Santo Cristo de la catedral y en las parroquias de Santa María La Real y Antigua de Gamonal, Santa María de Aranda de Duero, San Nicolás de Bari de Miranda y Santa Cruz de Medina de Pomar, así como en los santuarios de Santa Casilda en la Bureba y San Pedro Regalado de la Aguilera. Asimismo, se podrá lucrar la indulgencia en el monasterio de las Salesas los viernes; en las capillas de los hospitales el 1 de mayo (fiesta de la Pascua del Enfermo) y en el centro penitenciario el 24 de septiembre.

Una apretada agenda permite al nuevo arzobispo conocer la diócesis

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Desde que el pasado sábado tomara posesión como pastor de la archidiócesis, don Fidel Herráez ha mantenido esta semana una más que intensa agenda de trabajo, tomando contacto con la realidad de la Iglesia burgalesa. Varios encuentros y cientos de kilómetros en los que, según revelaba ayer a la prensa local, se está «encontrando con gente muy buena en Burgos, donde he venido a quereros y serviros».

 

Ya el pasado domingo don Fidel se puso en camino hasta Miranda de Ebro, donde celebró la eucaristía en la parroquia de San Nicolás de Bari, charló con los vecinos y comió con los sacerdotes de aquel arciprestazgo, el segundo de mayor población de la diócesis. También aprovechó su viaje por el norte de la provincia para visitar varios monasterios de clausura.

 

El lunes mantuvo sus primeras reuniones con los órganos de la curia diocesana. Concretamente con el Colegio de Consultores, la institución diocesana, necesaria y permanente, que asesora al obispo en los asuntos de gobierno señalados por el Código de Derecho Canónico y en aquellos otros en que, por su gravedad y urgencia, el obispo solicite su dictamen. En la reunión, los diez sacerdotes de este colegio presentaron a don Fidel a grandes líneas el estado actual de la diócesis.

 

El martes, después de saludar a las Madres Salesas de la calle Barrantes, mantenía su primer encuentro con los miembros de diferentes movimientos y asociaciones laicales presentes en la diócesis. Lo hizo durante la reunión que en el primer trimestre mantiene cada año la delegación diocesana del apostolado seglar. El acto, que tuvo lugar en la Facultad de Teología, comenzó con la celebración de una eucaristía. Tras la misa, el aula magna del centro de estudios fue el lugar escogido para un intercambio de preguntas con el prelado, que se interesó en conocer la rica variedad de movimientos presentes en la diócesis, que superan los cuarenta.

 

La mañana de ayer viernes, la dedicó a conocer la sede de Cáritas diocesana y a mantener sus primeros contactos con representantes de otras instituciones civiles. En concreto, se reunió con el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, expresándole –tal como hizo en su primera homilía– su deseo de colaborar con el bien común.

Retiros con sacerdotes y primeras confirmaciones

Entre la intensa agenda de trabajo del nuevo arzobispo, destacaban según el mismo ha indicado, los encuentros que ha mantenido con varios sacerdotes de la diócesis. Lo ha hecho ya con los que trabajan en la zona centro y norte de la provincia y el próximo lunes lo hará con los sacerdotes del sur: Aranda, Roa, Santo Domingo y La Sierra. En el marco del retiro espiritual que los sacerdotes realizan cada mes, don Fidel les ha revelado las inquietudes que tiene como pastor de la diócesis y la necesidad de contar con la colaboración del presbiterio. Además de celebrar la eucaristía y comer juntos, los encuentros contaron también con presentaciones y debate abierto de preguntas con el prelado.

 

Por último, ayer viernes la parroquia de San Pedro y San Felices acogió las primeras confirmaciones presididas por el prelado. Don Fidel confirmó a cuatro decenas de adolescentes procedentes de las parroquias de San Martín de Cortes, Nuestra Señora del Pilar, San Cosme y San Damián y la anfitriona, San Pedro y San Felices.