Jóvenes de Parteluz preparan el nuevo curso con un retiro espiritual

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monasterio la canal

Participantes en el retiro.

 

Algunos jóvenes y algunos padres de Parteluz han dedicado cuatro días de agosto a profundizar en su seguimiento del Señor como discípulos. Para ello se han retirado al entorno bello y austero del monasterio de La Canal, en Cantabria.

 

En ambiente de silencio, pero con momentos para compartir experiencias y para la alabanza, han profundizado en la espiritualidad de Jesús, sobre todo en su amor a los pobres y en la revelación del Padre-Abba; la Iglesia y su invitación a la nueva evangelización; y en cómo vivir la Eucaristía en el día a día de las realidades seculares.

 

Días intensos de gracia para preparar un curso que quiere ser de profundización en un discipulado comunitario y de iniciativas misioneras entre adolescentes, jóvenes y adultos en diversos ambientes de nuestra ciudad de Burgos.

«El Camino de Santiago es un tiempo para encontrarse con Cristo»

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Marie-Noëlle, en el escalón superior, con un grupo de jóvenes peregrinos.

 

Existen a lo largo del Camino de Santiago diversos albergues de acogida cristiana. Cada uno de ellos es diferente: los hay parroquiales, de comunidades religiosas, de monasterios de clausura… Pero todos tienen un mismo denominador común, y es que dependen de sacerdotes y tienen un mismo estilo a la hora de atender al peregrino en el que la presencia de la Iglesia está presente desde su acogida hasta su despedida.

 

Estos albergues de acogida cristiana no son sólo para católicos, pues se ofrece una atención espiritual sin imposiciones ni discriminaciones. En ellos hay momentos de oración, de celebración de sacramentos o de bendiciones y de amigables tertulias.

 

La diócesis de Burgos dispone de varios albergues de acogida cristiana en Belorado, Tosantos, San Juan de Ortega, el albergue Emaús de la parroquia de San José de Burgos, y también el de San Nicolás en Itero del Castillo.

 

Marie-Noëlle es consagrada del Instituto Secular Nuestra Señora de la Vida y trabaja como hospitalera desde los comienzos del albergue Emaús. «Llevo casi 10 años en este albergue prestando servicio. Tengo ayuda de feligreses de la parroquia, de otros hospitaleros que han pasado aquí como peregrinos porque conocen el espíritu de la casa y de seminaristas burgaleses y madrileños, pues es un buen momento para escuchar y atender al peregrino. Cada 15 días nos turnamos»,
afirma.

Atención y disponibilidad

Un hospitalero ha de tener dispuesto el albergue, organizar el alojamiento y atender los problemas de los peregrinos, a la vez que muestra su disponibilidad y amabilidad en todo momento. La capacidad de escucha, la alegría, la paz y las palabras de ánimo son primordiales para Marie-Noëlle a la hora de acoger a quienes llegan cansados del Camino.

 

«Acogemos a los peregrinos, les instalamos en las habitaciones, les damos explicaciones de la ciudad, la catedral, la cartuja, qué pueden visitar, dónde pueden ir al médico, a la farmacia… Les sellamos la credencial y les tomamos el DNI. A las 19:30 tenemos misa y bendición. Luego preparo la cena y el desayuno. Suelen ayudarme los peregrinos a preparar y a recoger. Y después tenemos un momento de oración. Les damos el evangelio cuando lo piden. Les decimos que tienen que alimentarse con la Palabra de Dios», repasa Marie-Noëlle.

 

Para esta hospitalera, el Camino de Santiago es un gran medio de evangelización, válido también para el día de hoy: «La gente te cuenta que en su país no va a la Iglesia, pero que en el Camino no se pierden ni una», señala.

 

Marie-Noëlle afirma que percibe de los peregrinos «migajas espirituales», pero considera que no le toca analizar qué le pasa a cada uno de ellos. «Los hay que viven una cosa tan fuerte, muy emocionados, que no lo pueden compartir. No nos toca calibrar ni controlar, solo podemos sembrar sin esperar nada a cambio, porque no tenemos una perspectiva de su trayectoria».

 

Según ella, los peregrinos valoran mucho la presencia de un sacerdote en el Camino: «Están abiertos a la hora de hablarles de Dios. Esto hay que potenciarlo. Es la fantasía de la caridad del papa Francisco, el amor al prójimo es manifestación del amor a Dios. Y en eso tenemos que ser creativos», subraya.

 

El albergue Emaús recibe al año 1.800 peregrinos de todas las edades que conviven sin problemas. «Ves mayores con jóvenes, no hay problema de ideología, ni de religión. El Camino es interreligioso, esto es importante. Todo cabe en el Camino», recalca.

 

Marie-Noëlle considera que el peregrino es una escuela de formación humana y que hay que estar preparados humanamente para acogerlos porque «la afectividad aflora en el Camino». Aconseja además a los que quieran hacer el Camino que marchen solos para tener tiempo y encontrarse consigo mismo: «El Camino de Santiago es un camino de interioridad. Es un encuentro personal con Dios. Si te encuentras con Dios en el Camino, aunque lo termines, en tu vida seguirás caminando junto a Él», enfatiza.

 

Y es que la clave del Camino es ir fiándote de Dios en cada una de tus etapas, para acabar descubriendo que Él te ama y que alumbra en tu vida.

Fallece el sacerdote don José Ruiz López

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Don José, destacado, el día de su ordenación sacerdotal.

Don José, destacado, el día de su ordenación sacerdotal.

 

En la tarde de ayer, el sacerdote José Ruiz López fallecía a los 92 años de edad, tras una vida entregada al servicio del evangelio en la diócesis de Burgos. Nacido en Polientes el 19 de marzo de 1924, fue rector del Seminario de Burgos durante once años (1959-1970) y profesor de Teología Moral en el mismo.

 

Estudió en el Seminario de Burgos y se doctoró en Derecho Canónico en Salamanca, haciendo un curso de actualización en Roma. Fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1947, siendo Barruelo de Santullán, en la cuenca minera palentina, su primer destino pastoral.

 

En 1963 fue nombrado canónico de la Santa Iglesia Catedral, donde atendió espiritualmente a muchas almas. Ejerció el cargo de defensor del vínculo durante muchos años. El Santo Padre le nombró Prelado Doméstico de Su Santidad el año 2011. Fundó y atendió un grupo de señoras, «Cristo en casa», hasta el año pasado. Predicó ejercicios espirituales en numerosas diócesis de España.

 

Ha destacado por su amor  a la Virgen, a la eucaristía y al sacramento de la penitencia. Murió el día 17 de agosto a las 22:00 rezando el rosario junto a sus sobrinas y diciendo «gracias, gracias, gracias» a las «que le habían cuidado como una madre a su hijo».

 

La diócesis de Burgos agradece a Dios por la vida y ministerio de don José Ruiz, consciente del innumerable bien que ha hecho en tantas personas que se han cruzado en su camino. El mismo arzobispo, don Fidel Herráez, presidirá mañana su funeral, que tendrá lugar a las 11:00 de la mañana en la catedral.

Burgos pide a Santa María La Mayor «lo mejor para nuestra ciudad y sus gentes»

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15 de agosto. Media España se paraliza para honrar a la Virgen María en el misterio de su Asunción en cuerpo y alma a los Cielos. La diócesis de Burgos no es ajena a estas celebraciones. De sus 1.003 parroquias, más de 300 están dedicadas a la Virgen de la Asunción. También el primer templo de la diócesis, que se ha quedado hoy pequeño para acoger a los cientos de fieles que han acudido a la catedral para rendir homenaje a la patrona de la ciudad y de la diócesis, Santa María La Mayor. Una tradición que se remonta hasta el siglo XIII, cuando el rey Alfonso X El Sabio puso como título blasonado a la catedral «la iglesia dedicada a Santa María, la Mayor de Castilla».

 

El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha presidido la solemne eucaristía en la que los fieles han podido ganar la indulgencia plenaria y en la que el Ayuntamiento ha renovado ante la Patrona el voto de la ciudad. Para el pastor de la diócesis, la de hoy es «una fiesta entrañable, la fiesta de la exaltación definitiva de nuestra Madre; su participación en la Pascua y su inserción en la resurrección de Cristo».

 

Tomando como referencia los textos de la liturgia, el arzobispo ha repasado las grandezas de María, señalando cómo la gloria de la que ella participa es la que espera a todos los cristianos. «Todos deseamos vivir para siempre, es un deseo que Dios ha puesto en nuestro corazón. No es un privilegio privado ni exclusivo de María, sino que el destino de nuestra Madre será el mismo para nosotros», ha señalado.

Voto de la ciudad

Como es tradición desde el año 1494, el Ayuntamiento de la ciudad ha renovado el voto a su patrona. La encargada de hacerlo en esta ocasión ha sido la alcaldesa en funciones, Ana Isabel Bernabé, quien pedido a la Virgen «lo mejor para nuestra ciudad y sus gentes». Sin olvidar que «no es justo cargar a nuestra patrona con la responsabilidad de que todas las cosas vayan bien», ha declarado que quienes tienen «el honor de gobernar esta ciudad debemos acompañar nuestros ruegos de decisiones que beneficien a Burgos de la mano del entendimiento, la tolerancia y el respeto» para hacer de nuestra tierra «un lugar mejor para vivir».

 

Por eso, ha suplicado a la Patrona ayuda para «hacer y emprender las políticas y acciones más correctas» para proteger a los más vulnerables, especialmente los niños y ancianos y personas dependientes y sus cuidadores; para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres y facilitar salidas para que el esfuerzo de los jóvenes no sea baldío y atajar el problema del desempleo. También ha rogado para que los burgaleses y los españoles «nos mantengamos unidos» como «garantía del progreso y de la prosperidad», a la vez que ha implorado el amparo de la Virgen para que Burgos sea una «ciudad humana, solidaria y acogedora».

Cientos de fieles acompañan a Santa María La Mayor por las calles de la ciudad

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A pesar del intenso calor y de que Burgos parece estar vacío estos días, cientos de fieles han salido hoy a la calle para acompañar a Santa María La Mayor en una procesión que ha recorrido las calles cercanas a la catedral. Desde hace unos años, la víspera de la solemnidad de la Asunción de la Virgen al Cielo, la imagen de la patrona de la ciudad y de la diócesis procesiona entre los cantos de las Avemarías de los fieles, que rezan el Rosario. Es el punto álgido de una novena que comenzaba el pasado domingo y que concluirá mañana lunes con una solemne eucaristía presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez, a las 12:00 en la catedral.

 

Bajo el lema «Míranos con tus ojos misericordiosos», los sacerdotes del arciprestazgo de Amaya han sido los encargados este año de presidir las celebraciones que se han sucedido desde hace una semana acompañados de numerosos fieles que se han desplazado hasta la catedral desde sus pueblos.

 

Coincidiendo con el misterio de la Asunción de la Virgen al Cielo, el primer templo de la diócesis conmemora el título que el rey Alfonso X, el Sabio puso como blasón de la catedral en el año 1260: «Es esta la iglesia dedicada a Santa María, la mayor de Castilla». La imagen venerada que recibe este título arranca del siglo XV y, desde 1596, ocupa el espacio central del retablo mayor, justo debajo de la escultura de la Asunción de la Virgen, de Juan de Anchieta (1578). La imagen se venera también de modo especial por los burgaleses durante las fiestas mayores de la ciudad con una tradicional ofrenda de flores.