La Facultad de Teología, en colaboración con la Vicaría del Clero, ofrece durante este curso 2016-17 varios cursos de licenciatura para la formación de los sacerdotes diocesanos.
El primer semestre constará de dos cursos. El primero de ellos, impartido por Eloy Bueno de ls Fuente, tratará el tema «La Pascua del Resucitado», y comenzará este lunes 26 de septiembre, en horario de 9.00 a 11.00 horas. El segundo curso, con el tema «Espiritualidad laical», correrá a cargo del profesor Rafael Pérez Oreiro y comenzará el 3 de octubre.
El segundo semestre también contará con dos cursos, siendo «La Pascua de Jesús según san Marcos» el primero de ellos, y que será impartido por Francisco Pérez Herrero. El segundo, con Antonio Martínez Serrano como profesor, tratará la teología y espiritualidad de las religiones no cristianas. Ambos cursos comenzarán el 9 de enero.
Para matricularse, los interesados deben acudir a la secretaría de la Facultad de Teología, en horario de lunes a viernes de 11 a 13.30 horas y de 18.30 a 19.30 horas. También pueden escribir a [email protected] o llamar al 947 26 70 00.
Decenas de catequistas, animadores de grupos y agentes de pastoral se han dado cita esta tarde en el Seminario de San José para conocer los detalles del plan de pastoral que la diócesis pone en marcha hasta el próximo año 2020 con el objetivo de ser «una Iglesia más misionera en constante conversión».
Ha sido el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, quien ha indicado que la jornada de hoy tenía como finalidad «ir metiéndonos poco a poco en la dinámica del plan» e «ir llevando a la práctica con constancia y con realismo sus principales líneas», en una «tarea prudencial», «adaptando los objetivos generales a las realidades concretas de todos los rincones de nuestra Iglesia diocesana de Burgos».
Para el pastor de la diócesis, el nuevo plan de pastoral -que lleva como lema «Discípulos misioneros»- «no se hace por conveniencia o por quedar bien, sino que es necesario y conveniente para que demos juntos sentido a este momento que nos toca vivir desde la Buena Noticia de Jesucristo». Así, el plan de pastoral vendría a ser como una «hermosa melodía» que «todos juntos debemos interpretar, cada uno con su partitura y con su instrumento», pero «siendo conscientes de que debemos tocar todos juntos la misma canción», convirtiéndonos en «mediadores para que otros se encuentren con Dios».
El nuevo plan diocesano de pastoral estará operativo los próximos cuatro años. En él se marcan las grandes líneas por las que debe caminar la Iglesia burgalesa, descubiertas a través de las diversas aportaciones realizadas desde distintos ámbitos de la pastoral diocesana y que reflejan un momento eclesial marcado por la impronta del papa Francisco. El objetivo general del plan pretende conseguir que la diócesis sea cada vez más misionera y se convierta constantemente para anunciar más y mejor a Jesucristo en las comunidades cristianas y en toda la sociedad. Así, el documento programático viene a ser un «tronco común» con unas líneas maestras generales que cada delegación, movimiento, arciprestazgo y parroquia deberán adaptar a su situación concreta: «El plan cuenta con pocos objetivos, nucleares, claros y factibles e incluso con unas prioridades -ha dicho el arzobispo-; ahora deberá hacerse realidad en todos los rincones de la diócesis».
Jornada formativa
Para conocer mejor los objetivos del plan, la jornada de hoy ha contado con una ponencia a cargo del profesor de la Facultad de Teología, Roberto Calvo, quien ha argumentado la necesaria conversión pastoral y misionera que necesita la Iglesia. Junto a la ponencia, siete talleres han ayudado a los presentes a conocer algunas de las prioridades del nuevo plan de pastoral. La puesta en marcha del nuevo curso pastoral y del plan diocesano tendrán su continuación de manera conjunta el próximo 12 de noviembre, coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana y la clausura del Año de la Misericordia.
La Policía Local detiene a un hombre acusado de amenazar de muerte a su ex pareja y a una trabajadora de Cáritas que se negó a facilitar el paradero de ésta:
«Hace casi diez meses, cuando Dios me regaló el venir Burgos con vosotros, mi madre no pudo estar en esta bellísima catedral, debido a su mal estado de salud. En esta tarde está presente aquí entre nosotros de una manera especial, distinta a la material, ya que desde la fe que Dios nos ha regalado podemos en verdad afirmar que vive en Dios». Han sido las palabras con las que el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha comenzado la homilía en la misa funeral por su madre, Amparo, fallecida el domingo pasado en Arévalo.
Hasta la catedral se han desplazado numerosos sacerdotes y fieles, así como representantes civiles, que han querido acompañar al pastor de la diócesis en estos momentos de dolor. Entre ellos, el subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, el presidente de la Diputación provincial, César Rico, el senador Jaime Mateu o la alcaldesa de Aranda, Raquel González. A todos los presentes el arzobispo ha agradecido su presencia «de corazón» y ha saludado a cada uno personalmente al finalizar la celebración, «impresionado» por su cercanía.
Acción de gracias por la vida de Amparo
Visiblemente emocionado, el arzobispo ha querido «agradecer a Dios» por la vida de su madre, que «ha sido la mediación necesaria para que mi hermano y yo fuéramos creados por Dios». Don Fidel, ha calificado a su madre como una «mujer recia, castellana» que «ha recorrido los caminos que tenía delante con fe y fortaleza», si bien ha tenido que cuidar de la familia desde que enviudara hace 62 años tras doce años casada y en los últimos meses su salud se debilitara hasta apagarse el pasado domingo.
A pesar de su muerte, ahora, «mi madre sigue viviendo en la vida que Dios, su Creador, le ha regalado». Y así, «no nos desanimamos aunque nuestro ser exterior se vaya deshaciendo, porque sabemos por la fe que lo que no se ve es eterno». «Y cuánto más una madre –ha dicho– que seguro merecen un premio especial de parte de Dios».