La formación, una de las prioridades pastorales para el curso 2017-2018
Impulsar y cuidar los procesos formativos en la fe, que han de durar toda la vida, continuar con la reorganización de nuestras comunidades en función de la misión evangelizadora y caminar hacia una Iglesia más misionera son las tres prioridades pastorales para el curso 2017-2018, en el segundo año de vigencia del Plan Diocesano «Discípulos misioneros».
Por lo que se refiere a la formación, tres son los objetivos: dar a conocer las orientaciones de iniciación cristiana a partir de la revisión realizada el curso pasado, e insistir en la formación y acompañamiento de los catequistas; articular diocesanamente la oferta parroquial de grupos de formación y vida de jóvenes y adultos, a partir de la propuesta de Acción Católica General y animando también otros procesos que ayuden a integrar fe y vida; y diseñar y poner en marcha el Plan Vocacional diocesano.
El segundo de los ejes, la reorganización de nuestras comunidades en función de la misión evangelizadora, se concreta en las siguientes acciones: profundizar y seguir dando pasos en la reestructuración de arciprestazgos, unidades de atención pastoral y unidades parroquiales; avanzar en el discernimiento y en la concreción práctica de la celebración dominical en las pequeñas comunidades rurales y fomentar los equipos evangelizadores entre religiosos, laicos y sacerdotes.
Por último, para avanzar hacia una Iglesia más misionera, se propone impulsar experiencias de primer anuncio y generar foros donde compartir y alentar experiencias misioneras, estilos de vida alternativos e iniciativas evangelizadoras desde la caridad. Precisamente a esto se dedicará la II Jornada Diocesana de Formación, que se celebrará el próximo 29 de septiembre.