Los centros concertados católicos de Burgos suman este curso 19.262 alumnos

Escuelas Católicas de Castilla y León lamenta el cierre de unidades en la escuela concertada y el aporte económico insuficiente para solventar los gastos de mantenimiento de sus colegios.
Javier Pérez de la Canal y Leandro Roldán, ayer en rueda de prensa.

Javier Pérez de la Canal y Leandro Roldán, ayer en rueda de prensa.

 

Los 30 centros educativos concertados burgaleses pertenecientes a la red de Escuelas Católicas Castilla y León han iniciado el curso 2017-2018 con 19.262 alumnos en sus aulas y 1.753 trabajadores entre docentes, personal de apoyo, administración y servicios. Una cifra que se mantiene estable con respecto al curso anterior y que vuelve a demostrar la confianza que han vuelto a dejar las familias burgalesas en este tipo de educación. De este modo, la educación concertada católica representa en Burgos el 35% del total, tal y como se indicó ayer en la presentación del curso por parte de Escuelas Católicas Castilla y León.

 

Javier Pérez de la Canal, presidente de Escuelas Católicas CyL en Burgos, manifestó su satisfacción por esa gran demanda de las familias. «Hemos tenido una gran respuesta de las familias. Una confianza que proviene de la apuesta por un proyecto educativo claro y moderno, fundamentado en una educación en valores, una atención del alumno individualizada y atención a la diversidad. También todos nuestros centros están inmersos en proyectos de innovación y volverán a buscar la excelencia educativa con un proyecto común que comparte los mismos valores en todos los colegios». Entre esos proyectos destacan la apuesta por las nuevas tecnologías –18 centros cuentan con la certificación TIC que otorga la Consejería de Educación– y el bilingüismo, con 40 secciones repartidas en 23 centros.

 

Reivindicaciones

 

El secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, Leandro Roldán Maza, explicó en rueda de prensa las reivindicaciones más urgentes que solicita la educación concertada católica de la región. La última resolución de conciertos de la Consejería de Educación, permitirá dar más estabilidad al sector en los próximos cursos, pero Escuelas Católicas Castilla y León lamenta la continua pérdida de unidades. En este curso 2017-2018, los centros concertados católicos tendrán 4.292 unidades, 16 menos que el anterior. «Lamentamos este ajuste a la baja de conciertos ya que creemos que lo más positivo para el avance y progreso de la calidad educativa y la libertad de elección de educación es el crecimiento de unidades para que las familias puedan seguir eligiendo la educación de sus hijos. Esta eliminación de unidades conlleva una posible pérdida de empleo», explicó.

 

Además, en Formación Profesional se produce un mínimo crecimiento, siete unidades, «pero insuficiente ya que seguimos creyendo necesario ampliar el mapa escolar de Castilla y León, reforzar este tipo de estudios y crear un mayor número de títulos de FP».

 

Escuelas Católicas Castilla y León avala también el compromiso de la administración autonómica por apostar por la educación en sus presupuestos para el año 2017, aunque denuncian las dificultades económicas que atraviesa la escuela concertada. El presupuesto dirigido a la concertada continúa sin incrementarse lo suficiente a pesar de que la Consejería ha dado un paso en la partida de Otros Gastos en centros con alumnos plurideficientes. Pero la partida general de este concepto (que se destina al pago del personal no docente, al equipamiento necesario para la labor educativa y al mantenimiento del centro: luz, calefacción, reparaciones ordinarias…), «continúa siendo insuficiente ya que los costes reales del funcionamiento de un centro educativo son deficitarios». Hay que recordar que los colegios concertados de Castilla y León sólo reciben el 50% de lo necesario para cubrir los gastos de mantenimiento y funcionamiento de la actividad educativa.

 

Desde Escuelas Católicas Castilla y León se insistirá en defender un presupuesto digno y justo. Los conciertos educativos son el único instrumento que las familias tienen para ejercer la libertad de elección de centro y para que la libertad sea real y auténtica, «demandamos una justa financiación de conciertos y pedimos que nuestros alumnos gocen de los mismos derechos y no se sientan discriminados», comentó Roldán.

 

Por último, Escuelas Católicas Castilla y León luchará este curso por completar el horario para orientadores de Primaria en centros de dos, tres y cuatro líneas. En la actualidad, las horas concertadas y la inversión económica destinadas a este servicio son insuficientes para cubrir la demanda de nuestros alumnos.

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