50 años custodiando el sepulcro de San Lesmes

La Hermandad Adelmus cumple medio siglo de vida. A las puertas de la celebración de la festividad de San Lesmes, conocemos los fines que persigue esta cofradía.
Imagen del sepulcro del santo.

Imagen del sepulcro del santo.

 

Llegaron a ser hasta 150 miembros pero hoy solo forman parte de la Hermandad 96 personas. Adelmus se prepara para celebrar el 50 aniversario de su constitución formal y lo hará precisamente rindiendo honor al patrón con la misa solemne con la que se conmemora la festividad de San Lesmes, el domingo 28 de enero. A este acto principal, que cada año acompañan por un triduo, sucederán otras actividades, como una exposición de documentos históricos, la publicación de diversos artículos de los pregoneros de la festividad de San Lesmes y otras acciones divulgativas sobre la figura del abad francés y sobre la propia Hermandad, que tiene por objeto «la custodia del sepulcro de San Lesmes y la actualización del espíritu hospitalario del Santo en una actuativa preocupación por los pobres, enfermos y, especialmente, peregrinos del Camino de Santiago».

 

El presidente de la Hermandad, Santiago Mediavilla, precisa que aunque sea en 2018 cuando se conmemoren las bodas de oro de Adelmus, el origen de esta asociación es bastante anterior. Desde el año 1961 ya existían relaciones entre la localidad natal del patrón de Burgos, Loudon, a través de un restaurador que trabajaba en la ciudad francesa, Ismael Ortega, y quien entonces era el párroco de San Lesmes, Fermín Sáez. Un anticuario francés promovió esa relación entre la cuna de San Lesmes y nuestra ciudad, lo que desembocó en la creación de esta asociación que integra también a miembros galos. Es precisamente en la celebración de la festividad de San Lesmes cuando más queda de manifiesto la vocación y misión de acogida de la Hermandad Adelmus, ya que sus miembros se desviven por buscar alojamientos particulares para los peregrinos que cada año llegan de las localidades francesas hermanadas con Burgos y relacionadas con la vida del patrón. «Se trata de estrechar los lazos con ellos. La relación no es la misma cuando se alojan en hoteles», argumenta Mediavilla. Para ayudar en los gastos generados por el desplazamiento de las delagaciones galas, la Hermandad recurre a la tradicional venta de panecillos.

 

Hoy el reto de Adelmus, como el de muchas cofradías, es conseguir el ansiado relevo generacional, si bien es cierto que en los dos últimos años ha habido dos o tres nuevas incorporaciones y este año tomará la medalla un nuevo miembro más. «Lo deseable, explica su presidente, es que pudiésemos prestar a los peregrinos un servicio de acogida diario en la parroquia al menos durante unas horas, pero eso, por el momento, resulta difícil».

 

Como novedad, este año se estrena como prior de la Hermandad Alfonso Sáez, nuevo párroco de San Lesmes, que toma el relevo a Pedro Saéz Vesga.

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