Periodismo de paz al servicio de la comunión

por redaccion,

Equipo que conforma la delegación de Medios de Comunicación de la diócesis.
Equipo que conforma la delegación de Medios de Comunicación de la diócesis.

 

Comunicar sin distorsiones en un mundo sobresaturado de información no es tarea fácil. En la era digital, cada día conviven miles de mensajes veraces con otros que no lo son tanto. Son las «fakes news», las falsas noticias que se difunden incluso a través de los medios tradicionales. En ese contexto, la delegación de Medios de Comunicación trabaja para proyectar la realidad de la Iglesia diocesana apostando por un periodismo de paz, al servicio de la verdad, y por una comunicación que cree comunión.

 

Pocos despachos hay en la Casa de la Iglesia tan transitados como el de la delegación de Medios de Comunicación. Y es que no hablamos de una delegación cualquiera, dado que en la práctica funciona como la oficina de información o el gabinete de prensa de cualquier otra institución. Incluso cuenta con personal contratado (periodistas), algo que ilustra la apuesta de la diócesis por la comunicación como instrumento de evangelización, su empeño en crear un clima de aceptación social de la vida y mensaje de la Iglesia en la sociedad civil y en transmitir a la opinión pública la imagen correcta e inteligible de la diócesis, su estructura, su organización y sus actividades.

 

Para llevar a cabo esa misión, el equipo trabaja en varios frentes que marcan su quehacer cotidiano. Como puente entre la sociedad y la diócesis, actúa en una doble dirección: por una parte, atendiendo las demandas de información de los periodistas y orientándoles en todo aquello que concierne a la Iglesia en Burgos; por otra, difundiendo la información que los organismos diocesanos generan desde sus distintas realidades (curia, delegaciones sectoriales, arciprestazgos, parroquias, movimientos…) tanto a través de los cauces habituales propios de la comunicación institucional (elaboración de notas de prensa y dossieres, convocatoria y organización de ruedas de prensa, envío de comunicados oficiales) como a través de los medios propios con los que cuenta la diócesis y de otros ajenos que ofrecen su espacio para ello.

 

«Sembrar» es el vehículo de comunicación veterano de la diócesis. Con 38 años de existencia, continúa siendo el medio de referencia para estar al día de la actualidad diocesana, crear opinión y propiciar la comunión entre los cristianos que conforman la Iglesia en Burgos. Desgraciadamente, son muchas las diócesis que en los últimos años han renunciado a sus publicaciones en papel, bien sea por motivos económicos o porque se han lanzado en exclusiva al mundo digital. Desde la delegación de Medios, sin embargo, se sigue apostando por este medio, conscientes de que se debe llegar a todo tipo de públicos y de que no a todos se puede alcanzar por el mismo cauce (dificultad de acceso a las nuevas tecnologías, bien por motivos de edad o bien por la dificultad de conexión que aún se da en algunas zonas rurales). Y sobre todo, porque cree que sigue siendo un medio idóneo para crear conciencia de comunidad. De ahí su empeño en que no solo se mantengan las suscripciones (hoy alrededor de 2.500, con un alcance estimado de unos 14.000 lectores) sino también en buscar fórmulas para que se incrementen: introducir nuevos contenidos, incorporar reportajes en profundidad que ayuden a conocer mejor la identidad y la realidad de la Iglesia diocesana… Una misión para la que consideran imprescindible contar con la colaboración e implicación de los párrocos.

 

La radio es otra de las grandes aliadas para la difusión de la actualidad diocesana. Cada viernes a mediodía, Álvaro Tajadura conduce desde los micrófonos de COPE el programa «El Espejo» y todos los domingos hace un repaso de las noticias y convocatorias más relevantes en el espacio «Iglesia Noticia», que incluye la retransmisión del mensaje semanal del arzobispo. De lunes a viernes, Miguel Ángel Delgado se ocupa del «Santo del día» en Radio Evolución y quincenalmente da cuenta de la información de la diócesis en Radio María. No son estas las únicas colaboraciones con medios externos, ya que la delegación se hace cargo también de la página de religión que cada domingo publica Diario de Burgos.

 

Abierto 24 horas

 

Sin duda, la gran apuesta comunicativa del Arzobispado en este momento está en las plataformas digitales. La página web diocesana cumplió el pasado mes de abril cuatro años y desde entonces más de 520.000 personas la han visitado y han accedido a más de 1.200.000 páginas. Solo en el último año se han registrado casi 101.000 visitas, 209.000 sesiones y más de 430.000 páginas vistas, con una tasa de rebote (visitantes que vuelven a la página) de casi el 70%. Las más visitadas son el horario de misas y la sección de noticias que se encarga de nutrir la delegación, con una media de tres publicaciones diarias. También el equipo de redacción se encarga de recoger cada la información más relevante publicada en los medios tanto la que se refiere directamente a la diócesis como a cuestiones de interés social o cultural, elaborando un resumen de prensa al que puede acceder cualquier lector.

 

También la presencia en redes sociales tiende claramente al alza. El perfil de la diócesis en Facebook cuenta en este momento con más de 3.120 seguidores y su cuenta en Twitter, @archiburgos, con 2.490. El recién creado perfil en Instagram es ya uno de los más seguidos de entre las diócesis españolas. La interacción a través de las redes sociales y su seguimiento es una tarea que se lleva a cabo full time, es decir, todos los días y a cualquier hora, bajo la supervisión del administrador, que es el delegado diocesano. A ello se suma la respuesta a los numerosos correos electrónicos que llegan a través de los canales de la delegación de Medios solicitando diversa información, muchas veces de carácter burocrático.

 

Asesoramiento y formación

 

Otra de nuestras funciones es asesorar en la portavocía de la diócesis, que recae en el vicario general, así como al resto de organismos diocesanos en lo referente a los distintos aspectos de la comunicación (notas y ruedas de prensa, intervención en medios, relación con los periodistas, etcétera).

 

Igualmente, desde la delegación se ofrece formación a los agentes que realizan tareas comunicativas: gestión de webs parroquiales, redes sociales, portavoces de movimientos… Este curso, en concreto, se ha puesto en marcha en la Facultad de Teología, dentro de la Cátedra Francisco de Vitoria, un nuevo aula impartido por profesionales de la comunicación institucional, periodistas locales y miembros del equipo.

«Al recibir el lectorado, Dios confirma una vez más mi vocación al sacerdocio»

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victor lopez pelarda

 

Este domingo, la diócesis recibirá en el ministerio del lectorado a tres jóvenes seminaristas: Pablo Dorado, Víctor López, Romeo M’bo y Pablo Recio. En el mismo acto también serán instituidos acólitos los seminaristas Fulgence Ndayikeje, Innocent Nkunzimana, Fernando Puigdomenech y Álvaro Zamora. 

 

El ministerio del lectorado pueden recibirlo tanto laicos como seminaristas que se preparan para el sacerdocio, ya que se trata de un ministerio laical. Sin embargo, para los segundos, «tiene un significado más», explica Víctor López. «Se trata de un paso hacia adelante para los que nos preparamos para ser ministros de la Palabra y vivimos según el evangelio y lo llevamos a la vida». Y es que en la diócesis de Burgos, los seminaristas que se preparan para recibir la orden sacerdotal han de pasar por cinco pasos: El rito de admisión, el lectorado, el acolitado, el diaconado y, finalmente, el presbiterado. El lectorado y el acolitado se centran el la Palabra de Dios y en la eucaristía, respectivamente.

 

Para Víctor, dar este paso «supone ver confirmada una vez más mi vocación», porque descubre que, en cada paso que da hacia la futura ordenación, Dios confirma esa llamada». Ahora, en su camino hacia la meta «adquiero una nueva responsabilidad»: vivir en primera persona la Palabra de Dios de la que será ministro. Para ello se ha preparado manteniendo «todos los días un contacto con la Sagrada Escritura, leyendo la Biblia, que la tengo como libro de cabecera. En los evangelios tratamos de conocer la actitud de Jesús y su reacción ante diversas situaciones». Ante el paso que va a dar este domingo, se compromete a partir de ahora a «meditar la Palabra, aprender sobre ella y a aplicarla en el día a día».

 

Víctor se puso en contacto con su formador tras salir la convocatoria al lectorado hace unos meses y verse dispuesto a ello. «Lo hablamos y una vez que desde el Seminario me vieron capacitado, envié una petición al arzobispo, que él mismo confirmó. Aparte, durante este tiempo, me he preparado leyendo documentos del Magisterio de la Iglesia acerca del ministerio que voy a recibir o que trataban sobre la Palabra de Dios. En definitiva, he estado asumiendo el compromiso que supone no sólo para esta ocasión, sino para toda la vida».

 

El ministerio de la Palabra

 

Entre las funciones del lector destacan la de proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura –pero no el evangelio– en la misa y en las demás celebraciones sagradas; recitar el Salmo interleccional en ausencia del salmista y proclamar las intenciones de la oración de los fieles cuando no haya diácono. También se le encomienda dirigir el canto y la participación del pueblo fiel; instruir a los fieles para recibir dignamente los sacramentos y encargarse de la preparación de otros fieles a quienes se encomiende temporalmente la lectura de la Sagrada Escritura en los actos litúrgicos. Para realizar mejor y más perfectamente estas funciones, se le exhorta a meditar con asiduidad la Sagrada Escritura.

El arzobispo a los sacerdotes: «Sed el sabrosísimo gusto de Dios»

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La fiesta de San Juan de Ávila, patrono del clero secular español, ha convocado en el Seminario de San José a los sacerdotes de la diócesis para «celebrar el gozo de la fidelidad de Dios, de la vocación, de vivir como Iglesia, de servir al pueblo de Dios que camina en Burgos, de salir a anunciar el evangelio como discípulos misioneros y para celebrar los frutos del Espíritu en nuestras vidas». Así lo ha manifestado el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, que, además de presidir la eucaristía de la jornada, ha sido uno de los homenajeados por su cincuenta aniversario de ordenación sacerdotal.

 

En efecto, en la fiesta de este doctor de la Iglesia, los sacerdotes de la diócesis reconocen de modo particular a quienes, de entre ellos, cumplen sus 70, 60, 50 y 25 años de entrega ministerial [ver listado completo de los sacerdotes jubilares]. Igualmente, la celebración cuenta con otros momentos para la formación, con una ponencia, y la convivencia, a través de una comida de hermandad.

 

Durante su homilía, el arzobispo ha asegurado que el de Burgos es un «presbiterio excelente» y «sencillo, que no busca las recompensas humanas». Un clero al que don Fidel a asegurado querer «hondamente» y al que ha animado a «mirarse en el Buen Pastor para que nosotros seamos buenos pastores».

 

En este sentido, ha animado a los sacerdotes a «no instalarnos», a continuar siendo «mediadores de la vida de Dios» y «estar cercanos a las ovejas», también de aquellas que «no forman parte del día a día de nuestros ambientes eclesiásticos». Para el pastor de la diócesis ello «no supone ninguna heroicidad», sino que forma parte del propio ministerio sacerdotal: «Nuestra vida es un regalo –ha reiterado en varias ocasiones–, siempre tiene que ser un don para los demás». Por ello, ha concluido su alocución invitado al clero burgalés a «ser el sabrosísimo gusto de Dios».

 

«La madurez es un verbo, no un sustantivo»

 

La eucaristía ha sido el plato fuerte de una jornada que arrancaba con una ponencia a cargo de Stefano Guarinelli, sacerdote milanés que ha centrado su intervención en la «madurez sacerdotal». En un tono distendido, este ingeniero, teólogo y psicólogo ha asegurado que la madurez en el sacerdote «es algo dinámico, no estructural», si bien las estructuras y el contexto social influyen en su desarrollo. En este sentido, ha asegurado que el sacerdote debe guardar equilibrio entre las distintas personalidades adquiridas a lo largo de su vida, haciendo que «cada una de ellas pueda respirar», siendo «adultos y niños al mismo tiempo».

 

Más: galería fotográfica de la jornada

 

Más: ponencia de Stefano Guarinelli [descargar]

Blanca de Castilla: 50 años de pasión por la educación

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Han pasado 50 años desde que las religiosas Hijas de Jesús llegaron en septiembre de 1967 a Burgos a empezar sus primeros pasos en la búsqueda de un lugar para comenzar la construcción de una nueva escuela. Y así, en abril de 1968, semana de Pascua, con el fin de atender a las niñas que van llegando de los pueblos y que están sin escolarizar, comienzan a impartirse las primeras clases en dos viviendas de un piso de la actual calle San Juan de Ortega. De esta manera, las Hijas de Jesús dieron continuación a la obra educativa de su fundadora, santa Cándida María de Jesús, quien estuvo una etapa en Burgos trabajando como sirvienta de la familia Sabater y que sentía la llamada a la consagración de su vida.

 

Estos inicios están llenos de ilusión y escaseces. Se montan las aulas provisionales en estos pisos, mientras se realizan las obras de lo que será el nuevo colegio en esta misma calle. No eran oficiales, sino una forma de promocionar y anticipar el servicio y la atención educativa a una población muy necesitada. Son muchas las familias que, procedentes del mundo rural como consecuencia del éxodo hacia la ciudad y su incipiente industria, requieren una educación para sus hijos e hijas. Esta etapa además coincide con la formación del barrio de Capiscol-Gamonal, que amplía la ciudad de Burgos de manera paralela al nacimiento de la Industria del Polo de Promoción y Desarrollo. Se trata pues de una población en crecimiento que busca mejorar su nivel de vida en la ciudad tras abandonar su entorno rural, y muchos de los edificios recién construidos están con pocos o ningún residente.

 

Invitación a continuar esta obra

 

Por fin el 18 agosto de 1968 se publica en el periódico la autorización de la filial del colegio Blanca de Castilla. El primer día del curso tuvo lugar el lunes 14 de octubre, dando comienzo las primeras clases en el colegio, que aún sigue en obras. El colegio Blanca de Castilla arranca su andadura de forma oficial con aproximadamente unas 400 alumnas, que se reparten en niveles de Primaria, Bachiller y también cuenta con Bachiller nocturno. Estos niveles educativos son gratuitos o subvencionados, ya que la situación económica de las familias del centro era precaria.

 

En la actualidad, las Hijas de Jesús invitan a las familias y profesorado del centro a continuar en esta dinámica de pasión por la educación y es motivo de acción de gracias. Para celebrar estos 50 años de historia, el viernes 11 de mayo la catedral acogerá una eucaristía presidida por el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez, a las 19:00 horas, iniciándose así las celebraciones que se tendrán a lo largo del curso 2018-19.

2018 05 10 jueves: Resumen de Prensa

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