2018 06 04 lunes: Resumen de prensa

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Actualidad

Mensaje del arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, con motivo del Corpus:

Ecclesia: Eucaristía y compromiso social, por el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas

 

Burgos celebra el día del Corpus Christi:

 

Castrillo de Murcia celebra la Fiesta del Colacho:

 

Cultura

La ciudad de Burgos tratará de establecer la fiesta del Curpillos como de Interés Túristico Nacional:

 

Patrimonio

Burgos Conecta dedica una serie de artículos al patrimonio burgalés en peligro:

 

 

 

El Movimiento Familiar Cristiano celebra las bodas de oro sacerdotales de su consiliario

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Foto de familia de miembros del movimiento, con Javier en el centro.

Foto de familia de miembros del movimiento, con Javier en el centro.

 

El pasado viernes, miembros del Movimiento Familiar Cristiano de la diócesis se dieron cita en la iglesia de las Madres Doroteas para celebrar con una eucaristía el 50 aniversario sacerdotal de su consiliario, Javier Rodríguez Velasco.

 

Los responsables del movimiento en Burgos «dan gracias a Dios» por el ministerio sacerdotal de su consiliario, «por su sacerdocio entregado y fiel a la Iglesia de Cristo». Además, señalan que su servicio a la familia ha sido una constante en su labor pastoral, ya que de su medio siglo de vida sacerdotal, durante cuarenta años ha acompañado al movimiento, además de haber trabajado otros 20 años como delegado diocesano de Familia y sido secretario de la subcomisión de Familia de la Conferencia Episcopal. «Que el Señor siga guiando sus pasos y su entrega a la familia», auguran los miembros del Movimiento Familiar Cristiano de Burgos.

Tierra Santa espera a las familias peregrinas de la diócesis

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tierra santa

 

Las familias de la diócesis están invitadas a participar en la peregrinación a Tierra Santa que prepara el secretariado de Peregrinaciones del 19 al 26 de julio. Se trata de un viaje a un precio más económico (895 euros) y que incluirá los vuelos de ida y vuelta de Madrid a Tel Aviv, el alojamiento en casas religiosas a media pensión, los almuerzos, excursiones y visitas guiadas en autobús, las entradas a los lugares santos y monumentos, eucaristía diaria en estos lugares santos, seguro de asistencia médica y anulación y las tasas de aeropuerto. Las inscripciones pueden tramitarse llamando el teléfono 689 97 70 94.

 

Julián Gumiel, al frente del secretariado de Peregrinaciones y Turismo, explica que este es el primer viaje a Tierra Santa destinado a familias que se organiza y el motivo que ha llevado a emprender esta iniciativa es la demanda que existía previamente. «Varias familias, padres e hijos, ya están apuntadas, y además asistirán matrimonios y personas que viajan de forma individual, ya que esta peregrinación está abierta a todos». Tanto los matrimonios como los padres de las familias que acudan podrán renovar los votos en Caná, una ceremonia que se suele hacer en este tipo de peregrinación, y que esta vez «será muy especial, ya que se contará con la presencia de los hijos». Los peregrinos también tendrán la oportunidad de conocer a más grupos cristianos, a los que se unirán para asistir a las misas que se celebrarán en diversos lugares de visita.

Eucaristía para sanar la «esquizofrenia religiosa»

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Según la medicina, la esquizofrenia es un conjunto de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad y pérdida del contacto con la realidad. Para el arzobispo, además, «es una enfermedad que abunda entre los cristianos más de lo que desearía» y que es reflejo de la disociación que hacen «entre su vida diaria y lo que celebran en la misa». Y es que, para don Fidel Herráez, eucaristía y vida no se pueden desligar, «pues la vida ordinaria ha de estar abierta siempre a Dios». De hecho, «nuestras misas son sumamente aburridas» a causa de esta «esquizofrenia religiosa», que evita que el cristiano «ponga de su parte, ponga su vida en la misma celebración».

 

Son algunas de las advertencias que el pastor de la diócesis ha trasladado a los cientos de fieles que se han congregado en una abarrotada catedral para celebrar la solemnidad del Corpus Christi, una de las fiestas «más entrañables» del calendario y «más enraizadas en el corazón de los fieles y la cultura». En su homilía, ha subrayado que participar en la misa debe mover el corazón de los cristianos a la acción caritativa, pues «quien se resiste a dejarse impulsar en un compromiso con los pobres y los sufrientes recibe indignamente la eucaristía», ha sentenciado con palabras del papa Francisco.

 

No obstante, en la fiesta del Corpus Christi, la Iglesia celebra también el día de la Caridad, pues «quienes se alimentan de la eucaristía refuerzan su deseo de fraternidad, su sentido social y su compromiso con los necesitados». En este sentido, el arzobispo ha alabado la dedicación de Cáritas, «que no es una ONG ni una organización más», sino «la mano visible de la Iglesia que se acerca a los hermanos necesitados»; «la misma Iglesia hecha concreción de amor y de ayuda». «Seamos coherentes al celebrar la eucaristía», ha concluido. «Vivamos nuestro compromiso de amor con Dios y entre nosotros».

 

«Procesión de las procesiones»

 

Tras la solemne celebración, en la que han cobrado especial protagonismo los niños de primera comunión, las asociaciones caritativas y eucarísticas, ha dado comienzo la «procesión de las procesiones», en palabras del arzobispo. El Santísimo Sacramento ha sido portado en la carroza del maestro platero Suárez por las calles del centro de la ciudad «para bendecir a quienes se dejen bendecir por él».

 

Las obras de remodelación en la plaza Mayor han modificado ligeramente la procesión de este año, que ha llegado al Ayuntamiento de la ciudad a través de la calle Sombrerería. Desde el balcón de la Casa Consistorial, como es tradición, el arzobispo ha bendecido la ciudad de Burgos con el Santísimo Sacramento.

 

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Eucaristía y compromiso social

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Celebramos hoy la fiesta del Corpus Christi. Se trata de una de esas fiestas enraizadas en el calendario litúrgico y en el corazón del pueblo cristiano. En nuestro contexto concreto, se ha encarnado también en la cultura manifestada en tradiciones, ritos diversos y devociones populares, que llenan de flores los balcones y las calles por donde pasa este día el Señor Sacramentado, entre la fe, la súplica y la adoración de sus gentes. Para los creyentes la Solemnidad del Corpus Christi significa la invitación a contemplar y celebrar el gran don de la presencia real de Cristo vivo entre nosotros, en su Cuerpo entregado y en su Sangre derramada para la vida del mundo. De manera muy especial, es una llamada a entrar en el misterio de la Eucaristía para configurarnos paulatinamente con él. Es el Día de la Caridad. Y en ese sentido, este día del Corpus Christi ha de ayudarnos a tomar conciencia de las consecuencias que conlleva la presencia real de Jesucristo en el sacramento de la Eucaristía y nuestra participación en él, para la vivencia de la caridad y del compromiso social.

 

Pienso especialmente hoy en tantos niños que estos días se han acercado por primera vez a recibir la Eucaristía. Ha sido para ellos un día importante en sus vidas. Ojalá la experiencia del encuentro con Jesús abra un camino que se vaya fraguando en amistad sincera y profunda con el que es capaz de transformar y plenificar sus vidas.

 

Y es que Jesucristo ha querido misteriosamente hacerse alimento del caminante. Corresponde a la lógica del amor, manifestada en la Encarnación, el elegir un pedazo de pan, algo tan sencillo, necesario y cotidiano, para entrar en nuestra propia intimidad. En el pan eucarístico confluye tanto el trabajo humano, como la tierra de la que es fruto, así como el cielo que la ha regado en una armonía cósmica que nos abre al cuidado de todo lo creado. El grano que con otros conforma la espiga expresa la fuerza de la comunión, vocación genuina de todo ser humano. Si contemplamos el trigo triturado para hacerse pan, es fácil hacer memoria del misterio pascual, de la muerte y resurrección de Jesucristo que nos libera. La riqueza del símbolo entraña una fuerte espiritualidad. No es extraño que el Magisterio actual nos invite a cultivar esa espiritualidad eucarística. Porque, como nos recuerda el Papa Francisco en su reciente exhortación Gaudete et Exsultate, “celebrar juntos la Eucaristía nos hace más hermanos y nos va convirtiendo en comunidad santa y misionera” (GE, 142).

 

En efecto, la celebración de la Eucaristía tiene fuertes consecuencias para el compromiso social de nuestra fe. No podemos caer en el divorcio con el que muchos cristianos viven la relación entre el culto y la vida. Para prevenirlo, es bueno que recordemos estas otras palabras del Papa Francisco: “Quien se acerca al Cuerpo y a la Sangre de Cristo no puede al mismo tiempo ofender este mismo Cuerpo provocando escandalosas divisiones y discriminaciones entre sus miembros. Cuando quienes comulgan se resisten a dejarse impulsar en un compromiso con los pobres y sufrientes, o consienten distintas formas de división, de desprecio y de inequidad, la Eucaristía es recibida indignamente. En cambio, quienes se alimentan de la Eucaristía con adecuada disposición, refuerzan su deseo de fraternidad, su sentido social y su compromiso con los necesitados” (AL, 186).

 

Así pues, para los cristianos el compromiso caritativo y social, el ser para los demás, camina en paralelo con la configuración con Cristo. Me uno a la invitación de mis hermanos obispos en su mensaje con motivo del Día de la Caridad en el que nos animan a todos a cultivar cuatro compromisos concretos. En primer lugar, vivir con los ojos y el corazón abiertos a los que sufren porque podemos ignorar el mundo en el que vivimos sin darnos cuenta de las necesidades que existen junto a nosotros. En segundo lugar, cultivar un corazón compasivo: esta es la medicina más eficaz para combatir la indiferencia que puede dominarnos. En tercer lugar, ser capaces de ir contracorriente porque los cristianos estamos llamados a renovar la humanidad con la vida del Espíritu. Por último, ser sujeto comunitario y transformador: los cristianos estamos llamados a ser agentes de transformación de la sociedad y del mundo, pero esto sólo es posible con un compromiso comunitario, vivido como vocación al servicio de los demás.

 

No quiero terminar sin felicitar a tantos voluntarios y agentes de Cáritas que celebran hoy especialmente su día. A través de su entrega y compromiso, el mundo se mejora y se renueva. A ellos les deseo y pido lo que en su momento les sugirió el Papa, que también hago extensivo a todos nosotros: “que tengan los pies hinchados de tanto caminar, las rodillas que les duelan de tanto rezar y las manos cansadas de tanto abrirse a las necesidades de los demás” (Mensaje a Cáritas Argentina).