Sacerdotes diocesanos realizan ejercicios espirituales en Silos
La abadía benedictina de Santo Domingo de Silos acoge desde ayer y hasta el próximo viernes, la tradicional tanda de ejercicios espirituales para sacerdotes, habitual en el mes de agosto. Se trata de una práctica espiritual que el Código de Derecho Canónico manda cumplir a los sacerdotes al menos una vez al año y durante una semana y que la vicaría del clero organiza para los sacerdotes burgaleses.
El obispo emérito de Ciudad Real, don Antonio Algora Hernando, es el encargado de acompañar a los sacerdotes con las reflexiones de sus meditaciones, pláticas y predicaciones.
Don Antonio Algora nació en la localidad zaragozana de La Vilueña el 2 de octubre de 1940. Cursó estudios en el Seminario de Madrid y en el Instituto León XIII de la Universidad Pontificia de Salamanca, donde se graduó en Ciencias Sociales. Fue ordenado sacerdote de la archidiócesis de Madrid el 23 de diciembre de 1967. Fue durante largos años consiliario diocesano de Hermandades del Trabajo y un año vicario episcopal, en ambos casos en la archidiócesis madrileña.
El 11 de julio de 1985 fue nombrado obispo de Teruel y de Albarracín, recibiendo la ordenación episcopal dos meses más tarde, concretamente el día 29 de septiembre. En la Conferencia Episcopal Española, ha pertenecido a las comisiones de Apostolado Seglar y Pastoral Social y al Consejo de Economía y es responsable del departamento de Pastoral Obrera y del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia. Recientemente participó en Burgos en el 25 aniversario de los encuentros diocesanos de Pastoral Obrera.