Espadaña, torreón y nido de cigüeña en Sordillos

Su iglesia, profundamente transformada en el siglo XVIII, cuenta con interesantes vestigios tardorrománicos. Luce una esbelta espadaña y un discreto torreón.
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La localidad de Sordillos, situada entre Villadiego y Melgar de Fernamental, tiene interesantes orígenes monásticos. Según la historia, se atestigua aquí la fundación del monasterio de san Pablo para religiosas premonstratenses. Una de sus religiosas, la beata Radegunda, parece que vivió y murió emparedada en la celda que se mandó construir en la propia iglesia. La comunidad debió extinguirse hacia el año 1300, pues desde esa fecha en adelante ya no hay referencia alguna a dicho lugar monástico, aunque sí se conservaba parte del viejo cenobio convertido en eremitorio.

 

La iglesia de este pueblo es de origen tardorrománico, aunque profundamente transformada desde el siglo XVIII. Una sola nave dividida en tres tramos. Luce una esbelta espadaña con dos niveles de troneras y remate a piñón. Junto a esta aparece un discreto torreón también con espadaña.

 

Existe también una escalera de caracol correspondiendo a la antigua fábrica. Cerca aparece una cornisa románica soportada por cuatro canecillos de formas geométricas.

 

Como sucede en otras tantas torres, suele en esta de Sordillos poner su nido la cigüeña, apunte de rigor por lo esbelto y bello de su situación. Aquí la solidez de la espadaña asegura la estabilidad de la vivienda para estas aves zancudas. Sin duda, una hermosa  y bucólica estampa.

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