El belén del Ejército vuelve con renovada ilusión a la Catedral
El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha bendecido esta mañana el tradicional belén que, cada año, el regimiento de Transmisiones de Castrillo del Val instala en la Catedral. Un «completo y hermoso nacimiento» –como lo ha definido– de más de 400 metros cuadrados que ocupa dos pandas del claustro bajo y la sala beato Valentín Palencia al completo y por el que pasan cada año miles de burgaleses (34.000 el año pasado) en el que es, sin duda, el montaje belenístico más visitado de la ciudad.
Tras más de un mes de intenso trabajo en la propia seo (sin olvidar el trabajo previo de construcción de edificios y arreglo de algunas figuras), y un transporte de material en cerca de 30 camiones del ejército, las 105 escenas que componen este belén monumental se han visto enriquecidas este año con nuevas figuras, como las que componen la «matanza de los inocentes», hasta superar las 2.100. Ademas, se han «tuneado» varias construcciones, como la de la Última Cena o Pentecostés, que cuentan ya con edificios «más acordes a lo que representan», tal como indica el teniente Enrique Menayo, coordinador del proyecto. También suman este año una réplica del castillo de Peñaranda de Duero, prestación de un particular. Todo, con una cuidada programación autómata de luces y sonidos en la que se han empleado más de 12 kilómetros de cables.
Belén solidario y ecológico
Entre las novedades de este año, el teniente Menayo subraya el intento del ejército por lograr que, cada edición, el belén sea más ecológico sin dejar perder su majestuosidad. Este año, por ejemplo, han sustituido los viejos cables unitarios por manqueras de quince pares, para evitar la instalación de numerosos metros de cableado; así como el intercambio paulatino de las luces incandescentes por iluminación led: «Tenemos mucho consumo que tenemos que reducir», comenta.
Además, el musgo que se observa este año en el montaje es natural, pero «de plantación casera, artesanal». El regimiento de transmisiones plantó el sobrante del año pasado y, a través de un sistema de planchas y un cuidado y riego especiales durante todo el año, ha evitado recolectar musgo nuevo del monte. Por su parte, el montaje se ha construido de modo más accesible para facilitar la visita a personas con discapacidad o movilidad reducida, creando pasillos de metro y medio de ancho y rampas mejor instaladas.
Por si fuera poco, el belén cuenta, como cada edición, con un fin solidario. El dinero recaudado a través de las entradas (un euro para los adultos) irá destinado a varias obras benéficas entre las que figuran, como siempre, los trabajos de restauración de la catedral. Además, este año se incorporan nuevos proyectos, como Cáritas Castrense, Fedisfibur, Anvo Africam y Asociación de las Calzadas.
El belén bíblico monumental podrá contemplarse hasta el 7 de enero en horarios de 12:00 a 14:00 por la mañana y de 17:30 a 21:00 horas por la tarde.