Aprendiendo a educar en el amor y la sexualidad
La parroquia de San Cosme y San Damián acogió ayer la primera de las tres tertulias destinadas a padres y madres para profundizar en cómo educar a los hijos en el amor y en la sexualidad. Han sido preparadas por el equipo de monitores de educación afectivo sexual que se ha formado en la diócesis a raíz del curso que se celebró el año pasado y es un servicio que se ofrece a todas las parroquias que quieran poner en marcha esta experiencia.
En esta primera charla se destacó que educar en el amor es mucho más que hablar de sexo, pero que los padres deben tomar la iniciativa en dialogar y formar a sus hijos en un ambiente social en el que se banaliza todo lo referente al sexo y donde se plantea vivirlo en un contexto donde no se valora la entrega mutua y plena. En las familias, los hijos deben aprender a amar al otro, a respetar, a compartir, a no desperdiciar, y se aprende más por contagio, por ósmosis, que por charlas y discursos. Por eso, si los padres se aman es más fácil que los hijos tengan una referencia y un horizonte que despierte en ellos el deseo de vivir eso que ven en sus padres. Pero, incluso aquellos hijos que no tienen esa oportunidad, llevan en su seno el deseo de ese amor compartido, fiel y entregado, y pueden llegar a vivirlo.
En el diálogo con los hijos se pueden tomar diversas actitudes, y se comenzó a diferenciar entre la actitud represiva, la permisiva y la personalista. En los siguientes talleres se profundizará en estas cuestiones y se abordarán casos prácticos para disponer de herramientas y pistas que ayuden a las familias.