El colegio de arciprestes celebra su última reunión del curso con una jornada de convivencia

Los arciprestes y el arzobispo disfrutaron de una jornada de trabajo y convivencia.
El Colegio de Arciprestes celebró ayer su última reunión del curso pastoral. Lo hizo, como viene siendo habitual, en el mes de junio y en el marco de una jornada de convivencia, que, en esta ocasión, se desarrolló en torno a Clunia y la localidad ribereña de Arandilla.
En la reunión de trabajo, en la que también participaron el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, los arciprestes y los vicarios General y de Pastoral, Fernando García Cadiñanos y José Luis Lastra, los arciprestes trataron varios asuntos, entre los que destacó la elaboración de un documento sobre las orientaciones pastorales en torno a las celebraciones dominicales. También se abordaron otros temas, como la celebración de la próxima Asamblea Diocesana con motivo del VIII Centenario de la Catedral y los pasos a realizar de cara a la reestructuración de algunos arciprestazgos y unidades pastorales en la diócesis. Además, revisaron el curso pastoral y plantearon las pistas para comenzar el próximo, que se inaugurará con la celebración de la IV Jornada diocesana de formación (el 27 de septiembre) y el Encuentro pastoral diocesano (el 9 de noviembre, coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana).
El colegio de arciprestes está constituido por todos los arciprestes de la diócesis y se reúne cinco veces al año bajo la presidencia del arzobispo o del vicario de Pastoral. Su finalidad es fomentar la comunión y la participación corresponsable en la diócesis; reflexionar y concretar las acciones del plan de pastoral diocesano referidas a arciprestazgos y parroquias y orientar las programaciones pastorales de los diferentes arciprestazgos.