El Teresiano reabre sus puertas como residencia de ancianos
El arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, ha bendecido esta mañana las instalaciones de Clece Vitam – San Pedro Poveda, una residencia privada para personas mayores cuyos beneficios generados por su actividad irán destinados a costear distintos proyectos educativos de la diócesis de Burgos.
El rendimiento generado por el alquiler del inmueble a la empresa Clece Vitam redundará en diferentes labores educativas promovidas por la Iglesia burgalesa, cumpliendo así la voluntad testamentaria de doña Amalia Santos González, quien donó el edificio a la diócesis con esta finalidad, que siempre ha mantenido. De hecho, san Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana, tuvo allí encomendada la educación de las niñas de la ciudad desde sus orígenes, de ahí que el edificio se conozca popularmente como «el Teresiano». Más tarde, hasta el año 2000, fue un centro de formación profesional bajo el nombre de Colegio San Juan de la Cruz. Tras el cierre del centro docente, el inmueble funcionó como sede temporal de Correos y, más tarde, como Biblioteca, mientras se desarrollaron las obras en la cercana Casa de Cultura de la plaza de San Juan.
Perdido su uso desde 2012 y quedado «absolutamente obsoleto» para «cumplir con las disposiciones de los centros educativos», el arzobispo permitió a través de un decreto arrendar el inmueble y convertirlo en residencia geriátrica, disponiendo que los beneficios generados de la renta del mismo se destinaran a la labor educativa, «de conformidad con la voluntad» de doña Amalia [ver página 9 boletín Oficial del Arzobispado de junio de 2018].
Gracias a la firma de un convenio, la empresa Clece Vitam gestionará la residencia geriátrica por un periodo de 20 años tras las obras de rehabilitación del edificio de la calle Valladolid, que ha costeado el propio Arzobispado. Por su parte, la empresa ha sufragado los gastos de equipamiento. Tanto Arzobispado como Clece se encargarán de pagar los impuestos correspondientes, el primero en función de la propiedad del inmueble y el segundo en razón de la actividad desarrollada.
En el acto de inauguración, que ha contado con la asistencia de numerosas alumnas que pasaron por sus aulas, ha intervenido Encarnación González Rodríguez, postuladora general para la causa de canonización de San Pedro Poveda y doctora en Historia Moderna y Contemporánea y en Derecho Canónico. González ha hecho un repaso del proyecto que Poveda concibió ya desde su paso por la ciudad en 1917 y que se materializó dos años más tarde (este año la Institución Teresiana cumple cien años) con la Fundación de la Academia de Burgos, un espacio para formar a las futuras maestras de las escuelas públicas. La Academia Teresiana se trasladó al edificio de la calle Valladolid en enero de 1923.
Mary Carmen Lñesmes
17 julio, 2019 en 23:52
Quien dio sus primeros pasos de colegiala en El Teresiano ahora podrá disfrutar y gozar de ese lugar de tantos recuerdos, en otra etapa de la vida. Que los residentes encuentren la paz que necesitan para ser felices. Se lo deseamos. San Pedro Poveda estará muy presente.
Fan
26 julio, 2019 en 14:07
Pues ha quedado feo de narices… Oscuro y un tanto hortera. ¡con la de posibilidades que tiene el edificio!
Carlos
31 diciembre, 2019 en 21:11
De feo nada, la fachada no tenía ninguna posibilidad de cambiarla ,pues esas son las normas vigentes y sin embargo el uso que se va a darle es fantástico .