Iglesia de San Miguel en Villovela
Un combinado digno de admiración. Esta iglesia de Villovela conserva casi en su integridad el viejo edificio románico y la nueva fábrica, tardogótica mirando al sur. Asombran en esta última nave tanto la aparatosa cabecera poligonal, plementería arriñonada y sólidas pechinas angulares, como las sucesivas alturas dando majestuosidad al templo.
De indudable interés es todo el resto románico que atesora esta iglesia de san Miguel, desde el ábside semicircular perforado con tres ventanas rasgadas de medio punto y en su interior cubierto con bóveda de horno y extradosado. El tramo presbiteral presenta bóveda de cañón, enlazando con el arco triunfal de medio punto. Tanto la arquería ciega como el conjunto de capiteles del interior coinciden con el grupo románico de otros grandes templos del Esgueva.
Particular mención merece también la pila bautismal, de forma semiesférica, que se halla en la vieja cabecera románica. Sorprende el perfecto estado de conservación de la misma. Se diría que son dos los puntos cardinales que dan explicación a esta maravilla arquitectónica en Villovela: el románico en la fachada norte y la iglesia tardogótica en su latitud meridional.