El pórtico de la iglesia de Torregalindo

Comenzada a construir a finales del siglo XII, este pórtico es monumental, formado por ocho arquivoltas y un tímpano de estilo barroco.
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Bajo un humilde y angosto pórtico, se abre al mediodía una solemne portada románica, sin duda, una de las grandes joyas de la iglesia de San Juan Bautista de Torregalindo, en la zona de la ribera del Duero y perteneciente, con la nueva división territorial, al arciprestazgo de Santo Domingo de Guzmán.

 

Verdaderamente monumental es esta pieza, con amplio abocinamiento, formada por ocho arquivoltas de medio punto y un alterado arco de ingreso que luce hoy un tímpano barroco. A medida que se interioriza, se descubre mayor sencillez, particularmente en las cinco últimas. La séptima arquivolta se decora con abultadas formas, mientras la octava y última vuelve a la susodicha sencillez.

 

Cuatro columnas o pilastras a cada lado dan esa majestuosa visión de solemnidad, y todas ellas con sus respectivos capiteles en distinto estado de conservación. La ornamentación, primordialmente, es vegetal, unas veces de hojas planas y otras, de hojas carnosas y planas dispuestas en dos planos. La cronología de esta portada hay que situarla hacia finales del siglo XII, lo mismo que la pila bautismal que guarda este templo dedicado a San Juan Bautista.

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