El arzobispo convoca una Asamblea Diocesana para lograr una Iglesia local «más viva, más discípula de Jesucristo y más misionera»

En la carta Pastoral «Se puso a caminar con ellos», el arzobispo señala las «circunstancias y motivaciones» que le han llevado a convocar la reunión, muchas de ellas detectadas en su visita canónica.
La Carta pastoral lleva por título «Se puso a caminar con ellos», en relación al pasaje de los discípulos de Emaús.

La Carta pastoral lleva por título «Se puso a caminar con ellos», en relación al pasaje de los discípulos de Emaús.

 

Un «Kairós, un tiempo de Dios para la diócesis»; «un gran encuentro presidido por el Señor», una «acción eclesial por antonomasia» o un momento de «discernimiento comunitario». Así califica el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, la próxima Asamblea Diocesana que reunirá a laicos, sacerdotes y religiosos de toda la provincia para «salir al paso de la necesidad de una conversión misionera» y de la «renovación personal, pastoral y eclesial» que necesita la diócesis de Burgos. Una reunión de todo el Pueblo de Dios que queda convocada este domingo con la publicación de la Carta Pastoral «Se puso a caminar con ellos. Somos Iglesia que camina con Jesús», una misiva del arzobispo a todos los cristianos de la provincia donde explica las «circunstancias y motivaciones» que le han llevado a convocar esta reunión, que se prolongará hasta el primer trimestre de 2021. [Descargar la carta en PDF].

 

El actual contexto socio-religioso y cultural, marcado por un fuerte pluralismo ideológico, la celebración de un Año Jubilar en el marco del VIII Centenario de la Catedral y las líneas evangelizadoras marcadas por el papa Francisco refuerzan la necesidad de la puesta en marcha de la Asamblea. Igualmente, el arzobispo señala algunos «desafíos» que ha descubierto a lo largo de su Visita Pastoral a la diócesis y que hacen que haya que «profundizar en aspectos pastorales que requieren mayor atención» y que podrían ser objeto de análisis en la reunión.

 

Entre ellos señala la re-estructuración del territorio para una más adecuada atención pastoral en las zonas rurales, «repensar y replantear» la presencia de la Iglesia en los núcleos urbanos más grandes, así como buscar respuesta a grandes retos pastorales, como la «ausencia de jóvenes en el ámbito eclesial»; la necesidad de comprender que la formación «ha de acompañar el conjunto de la existencia del bautizado»; la implicación de las familias cristianas en la esfera pública, o privilegiar en una «Iglesia Samaritana» el protagonismo de ancianos y enfermos.

 

Junto a estas «interpelaciones», la Carta Pastoral también señala la necesidad de una acción social «percibida como obra de toda la diócesis» y en equilibrio con las otras dimensiones de la vida eclesial; promover una pastoral vocacional que salga al paso de la disminución del número de sacerdotes y religiosos; un laicado «adulto» que «interprete la realidad desde el punto de vista de la fe y no desde las ideologías del momento», y un patrimonio que siga cumpliendo con su «aportación a la evangelización».

 

Para el pastor de la Iglesia en Burgos, estos desafíos «solo podrán ser afrontados si existen comunidades eclesiales conscientes de su identidad y su misión» «en el seno y en el marco de la Iglesia diocesana» que permita «actuar en común, compartir los mismos objetivos y vivir del mismo aliento». Con la convocatoria de la Asamblea –que se inserta, además, «en el sentir mayoritario de los agentes de pastoral»– el arzobispo pretende iniciar en la diócesis «un discernimiento comunitario para impulsar una nueva etapa evangelizadora, en una Iglesia local más viva, más discípula de Jesucristo y más misionera».

 

Más: leer aquí la carta pastoral completa.

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