Ingenio pastoral para atender a la feligresía durante el confinamiento

La parroquia de Villarcayo retransmite sus celebraciones por YouTube.
Llegó como párroco a Canicosa y Regumiel en septiembre y, desde entonces, no ha perdido comba. Ni siquiera el coronavirus ha frenado su deseo de estar con la gente de esos pueblos de la Sierra. El joven sacerdote Isaac Hernando se las ingenia para que, durante estos días de confinamiento, la actividad pastoral no frene. Ha creado un canal de YouTube para contactar con las señoras del pueblo que, aunque mayores, también dominan las nuevas tecnologías. «Si no, han sido los hijos los que explican a los mayores cómo poder ver la misa en el teléfono. Pero aún así todos se apañan, aquí hay gente con 80 años que manejan muy bien el WhatsApp», revela. En solo dos días, ha logrado 67 suscriptores y muchos serranos esperan las retransmisiones de sus celebraciones litúrgicas, el rosario, la exposición del Santísimo o el Via Crucis. También los sacerdotes de la vecina Salas de los Infantes han reforzado su actividad pastoral en sus redes sociales, con pequeños comentarios litúrgicos y compartiendo distintos materiales para ayudar a sus feligreses en estos momentos de dificultad.
Hernando reconoce que intentar llevar a cabo este proyecto en la España Vaciada no es tan sencillo. Internet no funciona bien y la posibilidad de transmitir en directo ha tenido que pasar a un segundo plano. Así que él mismo, en la capilla de la casa parroquial, graba su misa, que celebra por la mañana, y la retransmite por la tarde.
Parecida respuesta es la que han dado en el norte de la provincia, en el arciprestazgo de las Merindades, desde la parroquia de Santa Marina de Villarcayo. Allí retransmiten por FacebookLive y YouTube las misas de los domingos y los días de fiesta, como el próximo 19 de marzo. El párroco, Juan Miguel Gutierrez está sorprendido de la repercusión que ha tenido la iniciativa (casi 1.000 visualizaciones sumando las dos plataformas): «Nos ha visto más gente que la que viene habitualmente a la iglesia», revela a la vez que indica que están planteando hacer otras propuestas, como la catequesis online para los niños. Les han llamado agradeciendo su disponibilidad desde Bilbao, Valladolid, Oviedo o Madrid. «Al final, la gente quiere unirse a la misa de su parroquia, de su comunidad, a sus sacerdotes… Es un medio sencillo para seguir cuidando que haya comunidad».
Más allá de la misa
El trabajo pastoral de acompañamiento a las personas va más allá de lo puramente litúrgico. En la parroquia de Santa Casilda de Miranda, por ejemplo, han creado una «red virtual» que mantiene conectadas a través de listas de difusión de WhatsApp a cerca de 100 familias. Por la mañana reciben pistas para la oración y propósitos para emprender la jornada y por la tarde recursos de formación o vídeos con testimonios. Además, según cuenta su párroco, Rubén Manrique, la parroquia cuenta con una «red de ayuda» con una docena de voluntarios que lleva comida y medicinas a las personas mayores, especialmente las de su «Hogar de la Experiencia», con las que también intercambian llamadas telefónicas preocupándose por su estado y necesidades.
Y es que estar cerca de la gente, a pesar de la distancia física, se ha convertido en una opción de primer orden. En las parroquias de El Salvador, La Ventilla y Castañares, los sacerdotes también se las ingenian para contactar con sus feligreses. Uno de ellos, Mario Vivanco, explican que en su página web cada día cuelgan recursos para la gente que después rebotan por WhatsApp y redes sociales: el evangelio del día comentado por distintas personas de la parroquia, vídeos de motivación y alguna que otra actividad para los niños, como manualidades o pasatiempos. También habilitarán en breve una pestaña para que los catequistas puedan subir distintos materiales para que los niños puedan trabajar en familia.
Catequesis familiar es la que retransmite también en sus redes sociales –además de la eucaristía– la parroquia de San Martín de Porres, preocupados, como están, por estar cerca de la gente. De hecho, uno de los sacerdotes, Diego Mingo, sube cada noche a la azotea de la iglesia para unirse a todo el barrio en el aplauso a los sanitarios mientras pone a todo trapo con un megáfono el «Resistiré» del Dúo Dinámico. «Es una forma de que la Iglesia esté cercana a la gente en estos tiempos de crisis y ellos lo agradece», asegura este joven presbítero.
Las iniciativas se multiplican y el ingenio de los sacerdotes por estar cerca de sus fieles también. Las parroquias de la Sagrada Familia, el Hermano San Rafael y San Cosme y San Damián también exploran estos días nuevas vías de evangelización. Seguro que no serán las únicas.