Renovación espiritual para vivir otra Semana Santa en pandemia
La vicaría de Pastoral valora positivamente la participación en los últimos encuentros de retiro y oración desarrollados durante la última Cuaresma en diversos emplazamientos de la diócesis, como el monasterio de San Pedro de Cardeña, el monasterio de Santa María del Espino de Santa Gadea del Cid, el monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar y la iglesia del Carmen de la capital burgalesa. Un total de 120 personas (entre seglares, sacerdotes y religiosos) han participado en estos encuentros, que se vienen repitiendo desde la desescalada del pasado verano y que también se desarrollaron durante el último Adviento.
En esta ocasión, se han programado seis encuentros con aforo limitado y cumpliendo todas las medidas sanitarias. «En general han contado con una buena asistencia (no ha habido que suspender ninguno) y de nuevo con agradecimiento de los participantes», subrayan desde la vicaría de Pastoral.
Entre los asistentes a estos retiros, se encontraba Carmen Cabrillo, quien decidió asistir tras ser invitada por conocidos. Para ella, ha sido una experiencia de renovación ante la que manifiesta sentir un gran agradecimiento y destaca la utilidad de estas iniciativas para fortalecerse espiritualmente. «No sabría por dónde empezar para describir todos los beneficios que proporciona el realizar un retiro espiritual, pero es algo que te hace tomar impulso para afrontar de otra manera los aspectos de tu vida que necesitan mejorar. Transforma a todos los niveles, por dentro y por fuera».
Trinidad Varona Miguel también decidió inscribirse en estos retiros: «Como mujer presumida que soy, me gusta cuidarme, echarme crema hidratante cada mañana, ir a la peluquería, comprarme ropa de vez en cuando. Un anuncio de una marca de cosmética decía: ‘porque yo lo valgo’. Pues sí, de vez en cuando viene bien pararse, hacer un stop en el frenético ritmo que llevamos, para mirarse por dentro y contemplar el verdadero valor, tu dimensión espiritual, tus dones, aprender a quererte, a perdonar tus errores… porque yo valgo mucho para Dios». Añade también que el impulso que le ha llevado a querer vivir un retiro tiene mucho que ver con «esta situación de pandemia que estamos viviendo»: «Ante todo esto, están saliendo nuestros miedos, nuestras incertidumbres. Y los cristianos debemos transmitir verdadera esperanza. Necesitamos cuidarnos más que nunca para poder ser motores de alegría, motores de vida, de paz, de solidaridad».